“La mejor forma de aprender, es aprender junto a los estudiantes”
Nancy Atwell
El aula de clases de cualquier nivel educativo, aunque este representada físicamente en cuatro paredes, necesariamente no debe ser un recinto donde el educando sea un sujeto que interactué en pocas ocasiones con los elementos didácticos, el conocimiento impartido, y especialmente el docente que facilita el aprendizaje, es decir, en la mayoría de los casos el estudiante permanece sentado y cayado sin moverse para evitar cualquier llamado de atención por parte del educador.
Todo este proceso educativo debe ser al contrario de la descripción del párrafo anterior; el docente debe incentivar la participación activa dentro de aula mediante estrategias y actividades divertidas, adaptadas y significativas al grado o año educativo que imparte, el salón y el docente en muchas ocasiones; es y debe mantener esa filosofía de ver a la escuela como su segundo hogar y hasta su segundo padre o madre ya que nuestro rol lo exige y nos compromete cada día a ser más empáticos y brindarles a nuestros educandos la posibilidad de la permanencia de los estudiantes en la escuela sea un momento divertido y diferente.
La ambientación del aula; incluyendo el color como están pintadas las paredes influye en la conducta diaria del estudiante en el salón de clases, este ambiente pedagógico no debe ser sólo requisito para visualizar los planes, proyectos y programas del ente rectos de educación, al contrario sus paredes se deben convertir en una sala de exposición de las diferentes actividades de las áreas del conocimiento donde los estudiantes visualicen sus trabajos. Y hasta podemos ir más allá de la dinámica educativa en el aula, que está se convierta en un laboratorio de aprendizaje donde el interés sea el motor de investigar el mundo que rodea al estudiante, de ese contexto social que interviene como factor principal en la formación del individuo, donde igualmente la exploración y la imaginación no se limiten al pizarron como único recurso para presentar los contenidos de estudio.
El fomentar el dialogo bidireccional entre el docente y los estudiantes y otros actores del proceso educativo, mediante técnicas grupales utilizando estrategias como lluvia de ideas, socialización del tema, diálogos, entre otras para activar las relaciones interpersonales en el aula y entender que este proceso de enseñanza es horizontal donde los alumnos aprenden de docente y viceversa.
El hecho educativo se debe convertir en algo agradable para los estudiantes y su docente de manera que el intercambio de conocimiento involucre sus experiencias y emociones sean aprovechados, por eso el convivir, valorar y reflexionar en los distintos espacios de la vida de las personas debe ser la contextualización del lo aprendido o de lo que se aprende como herramientas para la vida.
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