Para nosotros las y los maestros revolucionarios que militamos en la búsqueda de una nueva cultura educativa para la nueva Republica, consideramos que el congreso Educativo Municipal fue un espacio y una gran oportunidad para hermanar nuestras vivencias, compartir criterios, vernos en nuestra propia práctica, reconocernos y reconocer errores teóricos conceptuales
Las y los maestros tuvimos la oportunidad de oír las exposiciones de proyectos, de líneas de investigación, así como de algunas denuncias que aunque no estaba contemplado en el congreso, era valido saber de cuestiones que a veces no vemos ni oímos.. Pero para nosotros y nosotras que andamos empeñados en darle respuesta rápida, efectiva y con criterio revolucionario a las demandas que surgieron de la gran Consulta Nacional por la Calidad Educativa, el Congreso Educativo Municipal fue la mayor muestra de que aun hay reservas morales en un magisterio que habían logrado desmotivar y desmovilizar.
Hay un aspecto que quisiéramos destacar; por ejemplo se manejó una matriz de opinión que señalaba que el congreso era una actividad obligada para los maestros y maestras, que las ponencias no tenían el rigor científico de un congreso, que si esto lo otro; todos esos augurios mordieron el polvo, porque nos encontramos con ambientes repletos y llenos de entusiasmo. Vencimos las dificultades materiales así como las emocionales y los objetivos fueron cubiertos.
Desde el MPPE, específicamente desde la Dirección Nacional de Formación Permanente, se orientó acompañar este proceso en varios estados del país, los del centro, del oriente y occidente; claro está, cada uno de ellos con sus particulares desarrollos, pero en todos ellos encontramos gran acogida por la política educativa que hemos venido planteando.
Mención especial en esta nota a los Coordinadores de Formación de Centros Regionales y Locales de todo el país, muy específicamente a los del estado Nueva Esparta, que fue la región que acompañe dignamente en este proceso; a ellos mi más grato agradecimiento por sus atenciones, pero además mi más alto reconocimiento al trabajo tesonero que desarrollaron durante la preparación del evento, vaya también en este lugar el mismo valor para su timonel, la autoridad única de educación para el estado; igualmente debo destacar el papel jugado por El Frente Socialista de Trabajadores de la Educación quienes sin tener responsabilidades directas sobre el Congreso, contribuyeron desde sus aportes al desarrollo del mismo, asumiendo las tareas necesarias que hubo de emprenderse.
La experiencia de este congreso si es evaluada en su justa dimensión nos debe preparar con muchos más aciertos que errores para realizar el congreso estadal; vamos pues a garantizar desde ya la victoria de este próximo evento, que nos convoca con mayor alegría, fuerza y entusiasmo.
¡¡¡ Por la mayor Calidad Educativa con inclusión !!!!.
¡¡¡ Por el rescate de la dignidad magisterial, venceremos!!!