En los actuales momentos se vienen dado en el seno de la comunidad educativa una discusión impulsada por el Ministerio del Poder Popular Para la Educación, sobre el diseño curricular de la educación Bolivariana, desde la cual se somete a evaluación lo que viene ocurriendo con las experiencias de las Escuelas Bolivarianas y el nivel de educación primaria en general, como primer paso para luego pasar a introducir los tan esperados cambios requeridos para el nivel de Educación Media General y Técnica( LOE, art 25), y darle forma definitiva al Currículo Nacional Bolivariano.
En el caso de la transformación del nivel de educación media, la misma está dirigida a lograr la "formación integral de ciudadanos y ciudadanas, críticos y autocríticos, creativos e innovadores, responsables y corresponsables, con valores humanistas sociales, para la participación protagónica en el ejercicio del poder popular, en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria y amante de la paz y de la vida"; esa transformación se fundamenta en el humanismo social para forjar el nuevo republicano en función del modelo del socialismo del siglo XXI que permita superar el ser ahistorica del modelo de la educación diseñada para la sumisión al capitalismo, por en contrario, es de reafirmar " que no hay acción humana desprovista de intención de objetivos, de caminos de búsqueda. No hay ningún ser humano que sea ahistorica" (Freire).
Si bien es cierto que el nivel de educación media tiene un currículo que navega entre lo tradicional y algunas propuestas surgidas a partir del año 2004 cuando se inició la fase experimental del Liceo Bolivariano, que por cierto muchas fueron ignoradas, poco comprendidas, y otras han encontrado resistencia de algunos sectores del campo docente, que deliberadamente no logran entender que debemos avanzar cualitativamente y realizar aportes a los cambios en el proceso en sus educativo a fin de lograr la gran meta de la formación integral del ciudadano del siglo XXI.
Si tomamos en cuenta las actuales definiciones de currículo, y que gracias a las políticas educativas desarrolladas en la Revolución Bolivariana, por primera vez en muchos años el magisterio viene participando en la discusión del mismo, el currículo es la concreción y expresión de los procesos que se dan en educación que va más allá de los programas, planes y proyectos de estudios, constituidos por sus propósitos y estrategias curriculares, afincado en sus especificidades curriculares, asentado en las diversas áreas del conocimiento para la transformación educativa que sin duda nos lleva a la construcción colectiva del conocimiento para el estudio y transformación de la realidad; el currículo es el uniforme, es la alimentación del estudiante, el calzado, son los recursos para el aprendizaje, es la infraestructura, son los horarios tanto de los estudiantes como de los docentes.
De igual forma, ese currículo transformador, requiere de manera imprescindible de un cuerpo de docentes quesea mediador, investigador, humanista social y comprometido con el desarrollo de las políticas públicas de la Patria Bolivariana y con el aprendizaje y formación integral de los estudiantes, requiere de un docente ganado para la praxis educativa sustentada en el proceso de investigación, innovación y creatividad para la construcción colectiva del conocimiento y el saber.
Al realizar el seguimiento al largo y dilatado historial de la educación como un hecho socio histórico y político, se concluye que desde siempre , la misma ha estado vinculada a los modelos económicos que surgen en cada tiempo de acuerdo a la necesidades e intereses de los mismos; es así como a finales del siglo XIX, la educación pasa a supeditarse a los objetivos del mercado de trabajo industrial siendo a partir de 1890 manteniéndose hasta el día de hoy en pleno siglo XXI, se establece un método de gerencialismo científico de la educación que junto al modelo tayloriano de la división social del trabajo sirven de base para los sistemas educativos montados para la reproducción acrítica del conocimiento sobre una cultura escolar excluyente; ese modelo luego se ha revestido de fordismo, toyotismo , calidad total, el neoliberalismo económico, pero su objetivo sigue siendo el mismo, que además de controlar política y socialmente al docente con su organización del trabajo, creando la alienación del trabajo y lo desvirtúan, pues "otro es quien define la forma que tomara el trabajo, su intensidad y duración, (…..) las condiciones laborales, el tipo de relaciones sociales a establecer en torno a la actividad del trabajo" (Cornejo, R), logrando así una formación acrítica y ahistorica, sumisa de los estudiantes que generan una educación y escolarización para moderar conductas, en esquema de montajes como fábrica de ciudadanos obedientes, consumistas y con contenidos homogéneos.
En este momento entendemos que estamos en pleno momento de la transformación de la sociedad y avanzamos hacia un modelo político, económico llamado socialismo del siglo XXI y pretendemos formar una generación nueva de estudiantes críticos y hacedores de esperanzas, y por lo tanto el sector docente comprometido con los cambios y la transformación educativa requiere la transformación ( mejor es nuevo diseño), del actual modelo de organización del trabajo docente que hasta ahora está presente y rige el trabajo del mismo, el cual es una especie de camisa de fuerza que impide el mayor desenvolvimiento y desempeño del docente en función de las políticas de transformación educativas planteadas; el docente del siglo XXI, no debe continuar siendo un dador de clases, un funcionario más de la administración pública, es necesario empezar de nuevo, la escuela y el liceo no quieren enseñadores quieren educadores, estrategas para el cambio social. En ese sentido es fundamental que se establezca una distribución del tiempo que considere todas las actividades requeridas para realizar una tarea profesional. Se hace necesario que se busquen las reglamentaciones pertinentes afín de que se consideren como parte constitutiva de la carga laboral docente las actividades propias del quehacer profesional, como son el diagnóstico, la planificación, la investigación, la conformación de los equipos pedagógicos con sus espacios y tiempo para la discusión dialéctica , formadora, polémica y constructiva, redacción de informes, ambientes que favorezcan la innovación, la evaluación (más allá del simple diseño y elaboración de pruebas), actividades de campo, en función de proyectos para colocar y asumir en la practica la interdisciplinariedad; precisamente, ahora que parece ser cierto la incorporación de la interdisciplinariedad, lo cual no implica la eliminación radical de las asignaturas sino más bien buscar nuevas formas de presentarlas y estructurarlas de redefinirlas, abrir puentes de comunicación entre ellas que permitan adecuarlas más a los nuevos propósitos de la secundaria y a las necesidades de formación de los adolescentes, es allí donde los equipos pedagógicos adquieren gran relevancia ante el discurso de algunos que afirman que las "escuelas eficientes no pierden horas de clase, por lo que los trabajadores docentes se ven expropiados de la posibilidad de pensar sus procesos de trabajo de manera grupal, condición ineludible a la dimensión de la pscicosociabilidad"( Cornejo, R).
En ese sentido, se hace necesaria una nueva definición del trabajo docente en el subsistema de educación básica, que considere toda la producción del saber del docente, no solo lo que corresponde a la transmisión de un saber que no le pertenece, que no lo produce, sino que contemple la incorporación de las diferentes innovaciones creadas a partir del estudio y la praxis docente, posibilitando las condiciones para hacerlo posible, a conciencia de que muchos de estas puedan enfrentar los desafíos educativos del siglo XXI.
Generalmente, la forma en que está estipulada la contratación de los docentes, que destina el ciento por ciento de la carga horaria a impartir las clases presentes en el currículum establecido, no le permite el tiempo apropiado para las variadas y complejas tareas complementarias a su labor, que conllevan a la intensificación y estandarización del tiempo del trabajo docente, lo cual implica el incremento de la cantidad de labores, la multiplicidad de las tareas y la acentuación de responsabilidades asignadas que se dan en el mismo tiempo de trabajo .
De hecho, Venezuela, en cuanto a la organización del tiempo de docencia en el nivel de educación media está, si lo comparamos con otras realidades internacionales, es el país donde los docentes dedican mayor porcentaje de tiempo del total de la carga horaria docente asignada al tiempo lectivo frente al curso. Hoy los profesores se sienten constantemente presionados por la falta de tiempo y, difícilmente en esas condiciones, pueden asumir los retos planteados para la transformación del nivel de la educación media aunado a la necesidad de elevar su formación académica. Por tanto, se hace necesario, que al plantear nuevas exigencias al nivel educativo sin antes modificar sustancialmente la actual forma de organización del trabajo de los docentes para que puedan asumir estas diversas metas en función de la transformación en el nivel de educación media, que de no concretarse los cambios seguiremos nadando en la pedagogía del cuatro por dos.
De tal manera, que continuar con "los modos de la organización de la tarea docente en el nivel secundario, funcionales a la organización capitalista del trabajo asalariado, invisibilizan la dimensión de trabajo que tiene el hecho educativo y la práctica pedagógica. En particular queda oculto el carácter colectivo del trabajo docente" (Vázquez, 2011), lo que implica seguir causando daños a la praxis educativa, retardando el encontrar nuevos caminos para cumplir su tarea y potenciar su realización y desarrollo profesional.
Uno de los obstáculos para lograr la adecuación curricular del nivel de Educación Media General y Técnica en cuanto al trabajo docente, sin duda que es el currículo centrado en asignaturas ya que este genera inflexibilidad en la organización del tiempo y el espacio, así como de los recursos y talentos, lo cual impide utilizar espacios alternativos para el desarrollo educativo como serían los seminarios de investigación los cuales requieren mayor tiempo de duración que la hora tradicional y fragmentad de clase, al igual que las actividades de campo, actividades estas que son todavía escasas de existencia nula o en todo caso limitadas; de allí que se hace más que necesario el cambiar las actuales coordenadas espacio temporales que impiden una más eficaz y dinámica organización del trabajo docente, superando el modelo curricular fundamentado en lo que algunos llaman la Ley de tres unidades: unidad de tiempo, unidad de lugar y unidad de acción ( todos en el mismo lugar, al mismo tiempo, realizando las mismas actividades de aprendizaje).
En consecuencia, si se pretende realizar una verdadera e innovadora adecuación curricular en la educación media, se hace muy necesario modificar y transformar sustancialmente lo que algunos estudiosos del tema de la educación secundaria llaman el "ADN ESCOLAR", donde ese horario como "distribuidor" del tiempo es una pieza inmóvil y es la matriz curricular del Liceo, ese horario, esa fragmentación, es el AQUELARRE de la escuela secundaria. (Romero, 2013).
A la par de lo anterior, es necesario imprimirle mayor valoración al docente mejorando las condiciones laborales que le permitan su pleno desarrollo y un ambiente para una verdadera entrega pedagógica, que no solo es la buena remuneración acorde con su labor, sino que tenga a mano los elementos necesarios que le permitan cumplir a cabalidad con su función, disponiendo de medios materiales y electrónicos, conexión a internet, el computador, el video beam, que le permitan mejorar su actividad académica y social, pues afortunadamente ya no estamos en el siglo XIX donde la tiza y pizarrón fueron los iconos de la " tecnología" del momento; así mismo como reconstruir la función pedagógica y con ella la autoridad de liderazgo, pero también de acompañamiento y escucha.; más que realizar proyectos en el Liceo, se debe hacer del Liceo un proyecto, lo cual inyectaría un dinamismo en la gestión de planes para cada institución.
Todo lo anteriormente planteado, se inscribe dentro del debate mundial acerca de los cambios necesarios del nivel de educación media, pues hoy ya no es sólo el "puente" entre la primaria y la educación universitaria, donde se ha desdibujado el margen de llegada a la vida adulta, ya que cada vez aparece más como una zona de incertidumbre en cuanto a las posibilidades de inserción laboral y social, ante lo cual, muchos investigadores creen que la discusión de la transformación de la educación secundaria requiere tomar en consideración entre otros, " discutir la denominación del propio nivel educativo ya que el mismo nombre de educación secundaria está cargado de significación y tradiciones ideológicas, pedagógicas y profesionales entre otras; redefinición de la educación secundaria a la luz de las transformaciones económicas, sociales, científico tecnológicas y culturales de cada país, región y del mundo; redefinición del papel del profesor de secundaria y por tanto de su perfil"(Macedo y Katzkowics).
En consecuencia, siguiendo las ideas de Braslavsky, se debe avanzar en nuevos currículos y nuevas demandas para la formación de profesores, ya que las nuevas propuestas curriculares tienden a coincidir en la definición de dos problemas como tales. El primero que no es posible que los/las estudiantes de entre 13 y 18 años sean sometidos a una estructura fragmentada y balcanizada de 12 a 14 estímulos semanales. E l segundo es que la exigencia de aprender a aprender a vivir juntos, a conocer y a emprender no se puede resolver si esos estímulos tiene toda la forma de propuestas estructuradas en torno a contenidos conceptuales que pueden ser repetidos del profesor al alumno sin atravesar experiencias de aprendizaje que involucren a los alumnos de otro modo que no sea la repetición.
……."Suena el timbre, una clase termina, todas las puertas se abren. Algunos minutos más tarde, el timbre vuelve a sonar, comienza otra clase y todas las puertas se cierran. Esta es la imagen estereotipada del funcionamiento escolar, tan mecánica como la del reloj…..el sentido que la escuela da al tiempo es el newtoniano: un ente absoluto verdadero y matemático". Husti Aniko
Referencias: Cornejo, R; (2008). "El trabajo docente en la institución escolar", en Revista de psicología Universidad de Chile vol. XV, n° 2.
Husti, A. "Del tiempo escolar uniforme a la planificación móvil del tiempo". Revista de Educación, n° 298.
Macedo, B y Katzkowics, R. Repensando a la Educación Secundaria.
Ortega, F." La indefinición de la profesión docente", en Cuadernos de Pedagogía, n° 186.
Romero, C. (2013)."Construyendo justicia educativa: Inclusión con calidad en la escuela secundaria", en Hacia la innovación en Educación Secundaria; Editorial Comunicarte. Córdova, Argentina.
UNESCO (2005). Condiciones de trabajo y salud docente.
Vázquez, S. "De la crisis al desafío de reinventar la educación secundaria", Revista de la Escuela de Ciencias de la Educación, N° 6-2011- ISSN 1851-6297.
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