El pasado sábado 23 de mayo, en el marco del seminario sobre política revolucionaria para la discusión de la contratación colectiva del magisterio el presidente Nicolás Maduro, hizo importantes anuncios que esperan beneficiar al sector educativo de manera global: docentes, personal administrativo y personal obrero y a la comunidad educativa en general.
El presidente hizo un llamado a los educadores para enfilar su fuerza hacia la unidad de las diversas corrientes que hacen vida en el campo de la educación; planteo también la necesidad de practicar un sindicalismo sin corrupción, sin burocratismo, sin nepotismo, es decir dejar de lado y superar las viejas mañas del sindicalismo corrompido de la cuarta república; hay que “dejar atrás el sectarismo y la división” que le hace daño a la revolución.
El seminario sobre política revolucionaria, planteo las orientaciones sobre las líneas políticas que deben situar la discusión de la VII contratación colectiva de los trabajadores y trabajadores de la educación, en función de una contratación colectiva que necesariamente en tiempos de revolución tiene que ir mucho mas allá de la reivindicación de carácter economicista, salarial.
Es decir el camarada maduro, nos llama a superar lo que Gramsci llama el sindicalismo autofagico, cual es meramente el aspecto reivindicativo, que ahoga al sindicalismo revolucionario desplomado en el burocratismo y la corrupción. el sindicalismo autofagico se fundamenta en el economicismo mecanicista, privilegiando las demandas de carácter económico, es un sindicalismo que entretiene al trabajador con los ajustes e incrementos salariales sin poder plantearse sensatamente la transformación de la sociedad. el llamado del presidente es para que “organicemos un contrato colectivo que este a la altura de las grandes metas que tiene la revolución bolivariana”.
El sindicalismo de la quinta república nació y así está en sus estatutos para luchar al lado de los docentes revolucionarios, que además de plantearse los aspectos reivindicativos, lo cual no es lo fundamental, es prepararse para la toma del poder, lograr conformar el gran bloque hegemónico del poder popular; “se debe avanzar en estos procesos sin sindicalerismos, sin mentiras, sin demagogia, sin excesos, que no protegen al trabajador, necesitamos un nuevo tipo de sindicalismo, con propósito” que es construir el nuevo modelo que forme al hombre y mujer del siglo XXI, pues los educadores son el escudo de la nueva moral republicana.
También en dicho seminario, se acordó realizar un gran congreso de la educación, para echar las bases para la construcción de la pedagogía del nuevo humanismo, donde los educadores plantearan sus propuestas para la transformación definitiva de la educación que a pesar del camino andado aún no se concreta las aspiraciones de la sociedad.
En el mismo orden de ideas, otras de las propuestas realizadas por el camarada presidente, teniendo pleno conocimiento de su parálisis y entropía organizativa, es lograr la completa reestructuración del IPASME, una aspiración sentida por el conglomerado docente y comunitario, que espera que su centro de salud este a la altura del contexto socio político y se convierta en una institución más eficaz, eficiente, de calidad y proactiva.
Al respecto, el Comandante Hugo Chávez siempre se planteo la necesidad de un sacudón en todas las instituciones de acabar con las practicas burocráticas que se hacen dominantes y que se corresponden con la lógica capitalista, lo cual genera lo que Carlos Lanz ha denominado “entropía bolivariana queriendo indicar un fenómeno de disipación de energía revolucionaria que conduce a un bajo impacto de la gestión, es decir, afectación de calidad y eficiencia del gobierno a cualquier nivel: central, regional o local”
Queda pues, de parte de todos los sectores y frentes de educadores asumir en la práctica los lineamientos acordados en este importante seminario que sin duda permitirán consolidar y lograr grandes avances en la revolución bolivariana.
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