Una maestra y un maestro en tiempos de revolución

En nuestro pueblo se ha despertado una avidez colectiva por conocer, interpretar, opinar y exigir mayores cuotas de participación cada día. Esas actitudes son la base de la democracia radical y de la democracia cognitiva. Henry Tobías Inojosa Zerpa: Diagnostico para las revueltas

Abrimos y cerramos el año 2016 en medio de las más cruentas batallas que haya librado este proceso revolucionario; de la cual nosotras y nosotros los docentes no hemos escapado; pero no nos han entrampado para que conspiremos contra el sagrado derecha a la educación que tienen nuestros niños, niñas y adolescentes; porque nuestros derechos laborales han sido garantizados por el gobierno revolucionario. Se concibe entonces que al magisterio venezolano lo acompaña una gran madurez que se ha curtido más en tiempos de revolución.

Nada fácil ha sido la pelea, ¿Quién dijo que era fácil, no nos enfrentamos mochos?, por el contrario nos hemos enfrentado a un enemigo que posee diferentes armas: ideológicas, mediáticas, militares, económicas, de destrucción masiva moral y cultural; que tiene su asiento en el Norte y respaldados por sus lacayos en Latinoamérica y el caribe, que aprendió de sus errores y derrotas que le hemos propinado. Pero las fuerzas imbatibles de la esperanza revolucionaria los ha derrotado y los seguirá derrotando; perfilando cada día más las estrategias, en la búsqueda de un mundo mejor y un mejor vivir, que en Venezuela hemos llamado Socialismo Bolivariano; o Socialismo del Siglo XXI.

El 6 de diciembre los ciudadanos y ciudadanas, todos incluyéndonos los maestros y maestras, los que nos hemos asumido como forjadores de ciudadanía, perdimos una batalla electoral, en medio de una guerra económica que apunta al imaginario colectivo a convertirlo en un sujeto desesperanzado del nuevo proyecto de sociedad, socavando las raíces de de una gran parte del pueblo en su estructura ético- moral. Esto tiene que acercarnos a una primera reflexión, no es el momento de descuidarnos, ni de confiarnos respirando aires de triunfalismo pensando que la revolución Bolivariana es invulnerable, es el momento de permanecer alertas ante los enemigos; los de afuera y los de adentro. Es el momento de prepararnos sin escatimar esfuerzos en todos los terrenos; porque de lo contrario pueblo que no estudia y se organiza, se duerme y lo somete el imperialismo, ya vivimos esa experiencia en otros momentos. Vendrán otros momentos y el País seguirá preparándose para seguir construyendo en colectivo la Patria Socialista como legado inmortal de Chávez. El 2017, se perfila en el horizonte como un año de batallas, muy a pesar de que el proyecto revolucionario viene desde siempre apostando por la paz, pese a las posturas radicales de los violentos partidos de la oposición, que no reconocen los logros y beneficios para la sociedad de los programas de la revolución bolivariana; aun así vienen tiempos de definiciones y duros combates.

En este marco histórico de tareas, logros revolucionarios y compromisos, se dará la celebración del día del maestro y la maestra, el cual aspiramos tenga una orientación distinta, donde todas y todos podamos decir que toda la Patria es una escuela y no es sólo porque el profesor, la profesora, el maestro, maestra, enseñan; eso lo hacemos todos y todas. Ahora bien de lo que hagamos o dejemos de hacer, será la historia la que lo evaluará. Por eso veámonos por dentro, si lo que hemos hecho, ha contribuido a engrandecer la Patria y a sus habitantes, cada quien que se evalué, al final todos seremos evaluados por otros.

Estoy seguro que muchos maestros y maestras han dedicaron y dedican años de su vida al servicio de la enseñanza y la educación, tal vez años de entrega, de lucha y esfuerzos por ayudar a los necesitados o a los que nos necesitaron; pero también pudieron haber sido años de dejar hacer o dejar pasar. El que esté libre de conciencia que no se preocupe, la historia, la patria y sus ciudadanos se los agradecerá. El que haya procedido contrario a la ética de buen educador, de maestro, de ciudadano, seguro lo devoraran las bestias de su propia conciencia.

Hoy desde aquí hay que seguirlo diciendo y decirlo con Chávez como guía y horizonte, "sin educación revolucionaria no habrá sociedad revolucionaria, sin participación colectiva en los asuntos públicos, no habrá educación para la sociedad comunal"

A los maestros y maestras, el clarín de la Patria, nos llama hoy con más fuerza y claridad a asumir un gran reto, nada sencillo, la conducción de la educación no es poca cosa, es la construcción y conducción de nuestro presente y futuro hacia la Patria Socialista, de la nueva sociedad que estamos forjando y que se perfila en el horizonte venidero; y no es posible cumplir tal exigencia, sin el esfuerzo de todos y de todas, nadie hace Patria sólo, nadie transforma sólo; es necesario la mayor unidad en la gestión educativa, unidad en los pequeños y grandes detalles que son al final los que nos mantienen como miembros de un magisterio. Derrotemos el pesimismo, sectarismo, yoismo, la competencia y las malas consejas para que de verdad podamos transformar la vieja cultura docente que no es otra cosa que la misma cultura política reproductora de la dominación capitalista.

Hoy más que nunca la defensa de nuestra soberanía y nuestras esperanzas están puestas en el desarrollo y profundización del proceso revolucionario bolivariano y más aún, en el proceso educativo como brújula fundamental para la transformación ciudadana y social; en aumentar aún más los existentes lazos de hermandad y organización que nos identifican como pueblo soberano e indeclinable.

Digámoslo más claro, hay una inmensa exigencia de esta revolución y de este proceso educativo a construir aceleradamente instancias organizativas; desde las más embrionarias e imperceptibles formas; de allí que este año debe ser el año de mayor impulso de la organización del MAGISTERIO; pongamos con mucha fuerza el empeño en el aglutinamiento y solidificacion del Movimiento Pedagógico Bolivariano, que en su máxima expresión debe ser una organización socio-pedagógica-comunitaria que aglutina a las y los educadores de pensamiento progresista y revolucionario, constituyendo un espacio y tribuna para el debate y construcción de propuestas que se comprometa a profundizar en la calidad educativa y la transformación curricular; además debe surgir como producto de la unión de esfuerzos institucionales, individuales y colectivos en la perspectiva de convertirse en una instancia nacional que diagnostique y elabore propuestas que contribuyan a enfrentar problemas de índole estructural, educativo, formativo, organizacional y pedagógico en el ámbito nacional, regional, parroquial y micro territorial, tanto en lo urbano como en lo rural. Propondrá políticas educativas y desarrollará las iniciativas que se enmarquen en la Ley Programa de la Patria y todos los instrumentos jurídicos producidos en este proceso revolucionario, así como los proyectos y programas que vayan en función de la formación y la reivindicación del Magisterio Venezolano.

De ahora en adelante, en el marco de las batallas que nos toca librar para mantener y profundizar esta revolución, los maestros y maestras profesoras y profesores, aglutinados en un gran Movimiento Pedagógico Bolivariano le corresponderán muchas tareas que desarrollar; algunas de ellas han de ser:

Construcción de un espacio de formación permanente relacionado con el protagonismo de las maestras, maestros, profesoras, profesores y toda persona que revolucionariamente quiera hacer aportes al proceso educativo.

Impulsar el desarrollo de un nuevo magisterio que reivindique al maestro, la maestra, al estudiante y a la escuela como garantes de la formación de la nueva ciudadanía.

Contribuir a la formación de los cuadros de la revolución en el ámbito educativo.

Contribuir en la organización de las familias y los estudiantes.

Trabajar por la conformación de intelectuales orgánicos del pueblo.

Participar en todo el proceso de formación del Magisterio Venezolano.

Es así que en este difícil año 2017, lleno más que nunca de bríos y esperanzas para los educadores, educadoras y estudiantes , padres, madres y representantes, revolucionarios y chavistas, las tareas son más exigentes que cualquier momento de nuestra historia reciente; implica entonces que la organización que nos debemos dar en el magisterio, no puede ser pensada con fríos cálculos para acceder a cuotas de poder como se ha hecho en otros tiempos que a partir de diferentes instancias organizativas: cooperativas, sindicatos, asociaciones de vecinos, se planteaba para optar a cargos de alta gerencia institucional etc. Organizarse hoy demanda reconocer las potencialidades que cada uno tiene para proponer y desarrollar cualquier tarea que le demande la lucha por garantizar la continuidad del proceso revolucionario y la transformación del sistema educativo.

Creemos que la acelerada marcha de la revolución lo demanda, lo exige el país entero. Es también el momento de contribuir a formar la conciencia colectiva, trabajar duro para que se materialice la verdadera democracia directa, la de participación protagónica, la de conducir el proceso juntos el pueblo organizado y sus instituciones, la de asumir consciente y organizadamente su defensa en cualquiera de los espacios donde nos encontremos; en fin la de hacer cumplir la contraloría social, los sueños de la mayoría, no los que están en la imaginación, si no los que están en el proyecto de sociedad que nos hemos dado a través de nuestra Constitución, el Proyecto Nacional Simón Bolívar, el Plan de la Patria, los planes de municipalización y parroquialización y las leyes que ha parido este proceso revolucionario, hoy amenazadas por los nuevos diputados de derecha, fascistas y apátridas quienes pretenden regresarnos al más oscuro abismo de donde nos saco Chávez

De allí pues que tendremos los maestros y maestras razones suficientes y atractivas para invitar a nuestro Presidente Nicolás Maduro a celebrar por lo más alto el día del Educador y la Educadora y a hacer los más revolucionarios anuncios que reivindiquen al Magisterio Venezolano.

¡¡ Vivan los maestros y maestras!

¡¡Avancemos hacia la educación emancipadora, latinoamericana y caribeña!!

¡¡ Viva el Magisterio organizado en un gran movimiento pedagógico revolucionario Bolivariano, Rodigueano, zamorano y chavista!!



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Bartolo Hernández


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