En términos generales, la calidad se refiere a la conformación de las características de un objeto, material o inmaterial, con una norma, criterio o patrón. El término objeto se utiliza aquí de manera muy amplia e incluye objetos materiales, servicios, ideas, información y toda creación humana, cuya calidad pueda ser susceptible de evaluación. La educación virtual, es un objeto inmaterial o intangible, cuyo producto son conocimientos adquiridos por personas en ambientes formales o informales con diverso grado de estructuración. Por ello, cuando se evalúa un sistema educativo la calidad se refiere al aprendizaje significativo logrado por los estudiantes, a partir de la infraestructura, servicios y los recursos utilizados en el aprendizaje, con el objetivo de la mejora de la calidad de vida de los educandos.
Calidad
Existen diferentes concepciones para evaluar y gestionar la calidad de la educación virtual. Una primera concepción, se enfoca hacia la oferta formativa, su pertinencia en relación con las necesidades sociales y laborales de los estudiantes; la organización y tecnología; así como, materiales, docencia y creación de conocimiento (Sangrá1). Sin embargo, el enfoque de evaluación más utilizado se centra en la actuación del tutor virtual considerando (Duart y Martínez2): evaluación externa del tutor virtual por parte de los estudiantes, evaluación interna por parte de los coordinadores de programas y los resultados académicos. Además, se utilizan criterios y modelos de calidad derivados de la psicología de la educación, como son las interacciones con los materiales instruccionales, entre estudiantes con el tutor virtual y entre estudiantes (Barberá y otros3). Por otra parte, los factores que contribuyen a una buena calidad de la educación virtual, se atribuyen a todos los productos de aprendizaje como son los insumos, recursos, resultados, procesos y prácticas, siendo los resultados los más importantes desde el punto de vista del estudiante (Hope4).
Además, existen varios aspectos que deben resolverse para garantizar la evaluación y el aseguramiento de la calidad de la educación virtual, como son (Middlehurst5): homogeneidad de los currículos, aspectos culturales inherentes a los usuarios y problemas de índole académicos. Por otra parte, se presentan como criterios de evaluación de la calidad de la educación virtual (Cookson6): esfuerzo, actuación, capacidad, eficiencia y proceso, agregando la contribución a la calidad de dos tipos de investigaciones, la investigación institucional y la investigación crítica de la misión de la institución. Esta propuesta representa un intento de evaluación integrada de la calidad, en la cual se incluyen el acceso, la equidad y la pertinencia como indicadores de calidad. En este mismo orden de ideas, el estudio realizado por PREAU, como organización dedicada al uso de las tecnologías en la educación virtual en Francia, afirma que para evaluar la educación virtual se deben utilizar criterios y metodologías centradas en el estudiante, el estatus de los recursos pedagógicos, el apoyo de las nuevas tecnologías en la prestación de servicios pedagógicos y la complejidad de la cadena de producción. Igualmente, hay que tener en cuenta la naturaleza del nuevo mercado, con nuevos actores, complejo y muy segmentado, cambiante y con límites difusos (PREAU7).
Ahora bien, existe la norma UNE 66181:2012 de gestión de la calidad que establece la calidad de la formación virtual, basada en una serie de indicadores, que representan factores de satisfacción de las necesidades y expectativas de los estudiantes en cuanto a (AENOR8): (1) reconocimiento de la formación para la empleabilidad, como la capacidad para integrarse en el mercado laboral o mejorar las condiciones existentes; (2) la metodología de aprendizaje, teniendo en cuenta el diseño instruccional, técnicas y herramientas de evaluación, actividades de aprendizaje, materiales instruccionales, interacción entre los diferentes actores del aprendizaje y el entorno tecnológico; así como, (3) la accesibilidad, a los productos, entornos y servicios proporcionados por las nuevas tecnologías.
Por otra parte, las dimensiones que permiten evaluar los cursos virtuales son (Sivio9): (1) planificación, para lograr un uso eficaz del aula virtual; (2) diseño instruccional, elaborado para la educación virtual; (3) contenidos, desarrollados por temas del curso y en correspondencia con los objetivos específicos a alcanzar; (4) tutorías en line, a la medida de las necesidades de los estudiantes y de la comunidad virtual de aprendizaje; (5) recursos instruccionales y actividades formativas, diseñadas de modo flexible acordes a las situaciones presentadas en el aula virtual; (6) accesibilidad, a los materiales instruccionales y la tecnología disponible en el aula virtual; (7) reconocimiento de la formación por la sociedad, con base a la construcción social y colectiva del conocimiento; así como, (8) evaluación del curso, utilizando autoevaluación, coevaluación y evaluación grupal.
Equidad
La equidad de la educación virtual, se refiere al grado en el cual una oferta educativa a distancia puede ofrecer igualdad de oportunidades de acceso a toda la población demandante. Existen varios tipos de equidad. En primer lugar, se presenta la equidad relacionada con el acceso a la educación con base a su costo, llamada equidad económica. En segundo lugar, la equidad tecnológica, que consiste en el acceso según los conocimientos sobre tecnología, equipos y conectividad de los demandantes. En tercer lugar, la equidad digital como medida de la magnitud de la brecha digital entre individuos, grupos, organizaciones y sociedades.
Por otra parte, la equidad digital presenta cinco dimensiones, que son (Silvio10): (1) creación de contenidos, oportunidades para que aprendices y educadores puedan crear su propio contenido; (2) uso y empleo efectivo de los recursos tecnológicos por parte de los educadores; (3) calidad del contenido, con acceso a contenidos digitales de alta calidad; (4) relevancia cultural, con acceso a contenidos de alta calidad y relevancia cultural; (5) recursos tecnológicos, con acceso a equipos, programas, redes y conectividad para el aprendizaje. Mientras mayores y mejores sean las oportunidades para llevar a cabo las cinco dimensiones mencionadas, mayor y mejor será la equidad digital de un programa educativo virtual.
Pertinencia
La pertinencia de la educación virtual, consiste en su adecuación al contexto social en el cual se desempeña el estudiante, en el ámbito grupal, organizacional, comunitario y social. La pertinencia externa, se refiere al grado de adecuación de los contenidos adquiridos a las necesidades de desempeño en la sociedad de los estudiantes y la interna describe la adecuación interdependiente entre los componentes instruccionales de un sistema de enseñanza y aprendizaje virtual. Por ejemplo, los medios y recursos instruccionales elegidos para impartir la educación virtual deben ser pertinentes con el contenido, los conocimientos que se quieren transmitir y los objetivos a lograr (Silvio10).
La pertinencia ha sido objeto de muchas consideraciones y análisis y aparece con mucha frecuencia asociada a la calidad de la educación virtual. De acuerdo con la UNESCO, la educación superior debe ser altamente pertinente, desde todo punto de vista, si se desea que se constituya en un factor proactivo para la generación de cambios en la sociedad y en la calidad de vida de los ciudadanos (UNESCO11). Sin embargo, la pertinencia en el marco de la educación virtual se ha estudiado poco, como una dimensión aparte y separada de la calidad. Es necesario buscar respuesta a la pregunta: ¿puede lograrse mayor y mejor pertinencia en la educación mediante la modalidad virtual en comparación con la educación presencial? La pertinencia de la educación presencial, ha sido objeto de numerosas reflexiones, investigaciones y propuestas, pero lamentablemente, no ha sucedido lo mismo con la educación virtual (Silvio10).
Integración entre calidad, equidad y pertinencia
La integración entre calidad, equidad y pertinencia de la educación virtual debe coadyuvar a su impulso y consolidación, promoviendo cambios de los paradigmas de pensamiento y acción que garanticen un mayor y mejor acceso al conocimiento, así como una mayor y mejor cobertura, alta calidad y pertinencia social. Por otra parte, existen dos principios que deben guiar una concepción y evaluación integrada de la educación virtual, que son: la articulación de modalidades educativas y la equivalencia de experiencias de aprendizaje. Con respecto a la articulación, debe eliminarse la idea que la educación virtual sustituye, duplica o sirve sólo de instrumento auxiliar a la educación presencial. Todo lo contrario, debe buscarse lo mixto (presencial-virtual) como marco de una concepción unitaria, que garantice que la educación universitaria sea una sola, con la adopción de diferentes modalidades para adaptarse a diversos públicos con distintas necesidades (Silvio10). Finalmente, dos experiencias de aprendizaje pueden ser muy diferentes en cuanto a la forma y variantes de articulación, dependiendo si se imparten presencial o virtual, pero sus resultados deben ser equivalentes con respecto a su calidad, equidad y pertinencia. La educación virtual articulada debe ser lo suficientemente flexible para producir resultados equivalentes, valiéndose de distintos medios de instrucción y diversas estrategias de enseñanza y aprendizaje. Articulación y equivalencia son los elementos integradores de una educación virtual desarrollada con base a su calidad, equidad y pertinencia.
Bibliografía
1Sangrá, Albert, La calidad en las experiencias virtuales de educación superior, UOC, 2002.
2Duart, María Jesús y Martínez, Josep, Evaluación de la calidad docente en entornos virtuales de aprendizaje, UOC, 2002.
3Barberá, Elena; Badia, Antonio y Mominó, Josep, Enseñar y aprender a distancia: ¿es posible?, UOC, 2002.
4Hope, Andrea, Quality assurance. En Revista Glen FARRELL, The changing faces of virtual education. The Commonwealth of Learning, 2001.
5Middlehurst, Robin, "Quality assurance and accreditation for virtual education: a discussion of models and needs". En Revista Global Forum on Quality Assurance, Accreditation and the Recognition of Qualifications in Higher Education. UNESCO. Studying Abroad Programme. Experts Meeting (10-11 de septiembre de 2001, París), 2001.
6Cookson, Peter, "Acceso y equidad en la educación a distancia: investigación, desarrollo y criterios de calidad". En Revista Electrónica de Investigación Educativa. Vol. 4, N° 2, 2002.
7PREAU, Quelle modéle de qualité pour la e-formation?: les normes qualités existantes répondent-elles aux besoins des acteurs de le e-formation?, París, 2002.
8AENOR, Norma UNE 66181:2012 Gestión de la calidad. Calidad de la formación virtual, Madrid, AENOR, 2012.
9Sivio, José, "Tendencias y problemas en la educación superior virtual en América Latina y el Caribe". En Revista IESALC- UNESCO / ANUIES. La educación superior virtual en América Latina y el Caribe. México, IESALC-UNESCO / ANUIES, 2004.
10Silvio, José, La virtualización de la Universidad: ¿cómo podemos transformar la educación superior con la tecnología?, Caracas, IESALC-UNESCO, 2000.
11UNESCO, Declaración mundial sobre la educación superior en el siglo XXI. En: Conferencia Mundial sobre la Educación Superior. La Educación Superior en el Siglo XXI. París, 1998.