I.
Vemos con preocupación cómo a medida que la humanidad progresa y muestra grandes desarrollos en ciencia y tecnología, la mala alimentación es un problema que crece generando enfermos y muertes por anemia, obesidad, hipertensión, colesterol, diabetes y otras formas de cáncer, enfermedades crónicas llamadas Enfermedades No Transmisibles (ENT) que en su conjunto matan mas de 40 millones de personas anualmente, indeseable estadística de la que Venezuela no escapa.
Toda esa tragedia mundial pasa cuando la persona por no valorar la relación entre la sana alimentación y su buen estado de salud, no asume hábitos y actitudes para la promoción, protección y defensa de su propia salud a través de la alimentación.
Comúnmente se confunde alimentación con nutrición. No hay criterio de dietas equilibradas (sin carencias o excesos de elementos nutritivos) puesto que no hay suficiente educación para la salud y ni formación para el consumidor.
Por lo visto, es urgente desarrollar estrategias e implementar tácticas que eleven la conciencia, sobre todo a la juventud, en referencia a los hábitos de alimentación y el consumo, en pro de la salud y el bienestar colectivo.
No vemos un lugar mas idóneo que los Liceos para abordar el binomio de vital: alimentación-salud.
Solo hay que conjugar las condiciones favorables en los centros educativos para lograr el Liceo Saludable, que va a garantizar generaciones saludables y países saludables.
En los liceos se cuenta con una organización llamada PAE donde están las Cocineras de la Patria. Hay cocina y comedor, lo que representa un excelente laboratorio. Todos los días llegan alimentos y se producen algunos.
Están los estudiantes que es la gente que debe ser saludable, hoy para formarse, mañana para hacer familia y dirigir la sociedad. Son los protagonistas del Liceo Saludable.
Y está el agente de cambio, el cuerpo docente para desarrollar proyectos de Educación para la alimentación y la salud, como líneas de investigación de la Universidad del Magisterio Samuel Robinson.
Decía Keshava Bhat, el gran maestro indo-venezolano: "Al mejorar la alimentación aumentan los seres sanos. Los cuerpos sanos pueden mantener una mente sana y la humanidad entera puede mejorarse. El valor humano depende de la calidad de vida humana sin artificialidades en la comida ni en la vida cotidiana. Los valores artificiales no pueden perdurar, a diferencia de los valores naturales". (Oct 02, 1990)
II.
Llegar al Liceo Saludable exige un Modelo Alimentación-Salud donde se eduque para dominar el Arte de Comer, mediante el recorrido teórico-práctico, a lo largo del bachillerato, por una espiral cónica de paso constante (semejante a una concha de caracol) intersectada por lo menos con cuatro ejes temáticos esenciales.
- LO QUÉ COMEMOS. Cuyos objetivos estratégicos son: a) Conocer la composición de los alimentos necesarios: b) Elaborar de dietas, según la edad, la actividad física y otras condiciones; c) Interpretar el trompo de los alimentos. Se prevén actividades como identificación de los hábitos alimentarios de los estudiantes, clasificación de nutrientes en los alimentos consumidos diariamente y comparación de la dieta del estudiante contra la dieta saludable.
- PARA QUÉ COMEMOS. Un eje estratégico para: a) Conocer el funcionamiento de los órganos involucrados en la nutrición y b) Analizar las etapas de la digestión de los alimentos y su función como fuente de materia a las células. Es esencial alinear diversos ejes curriculares y los laboratorios disponibles.
- HÁBITOS SALUDABLES. Tiene como objetivos: a) Relacionar la alimentación con la buena salud; b) Identificar las enfermedades causadas por una mala alimentación; c) Formar promotores de los hábitos saludables en la alimentación y d) Conocer cuales alimentos en exceso o por escasez producen enfermedad. Exige analizar la incidencia de la alimentación en las enfermedades del siglo 21, ilustrar lo aprendido en murales, carteles y periódicos escolares; interpretar los análisis de laboratorio y relacionarlos con la dieta y lectura de libros relacionados con la sana alimentación.
- SOCIEDAD DE CONSUMO. Eje cuyo sentido es: a) Identificar el fraude con los alimentos que no nutren; b) Conocer la importancia de la higiene en la manipulación de alimentos y c) Analizar las consecuencias la falta de higiene en la manipulación de alimentos. Para fijar conocimientos hay que interpretar las etiquetas, aprender técnicas de elaboración, envasado y conservación de alimentos, así como identificar los aditivos presentes en productos industriales de consumo masivo y vincularse con personal de instituciones públicas como INDEPABIS, SUNAGRO y SACS.
Este proyecto permitirá que en el Acto de Grado nuestra juventud reciba el título de Bachiller, una Certificación como Defensor de la Sana Alimentación y una Acreditación como Promotor del Liceo Saludable.
III.
El Proyecto Liceo Saludable requiere:
- Alinear en torno al Proyecto Liceo Saludable, la voluntad de las comunidades educativas; las políticas de la Universidad Nacional Experimental del Magisterio Samuel Robinson (UNEM); la organización de la CNAE; los saberes de las Cocineras de la Patria; la vocación y talento de los docentes; el impulso de los ministerios de educación, alimentación y salud; los conocimientos de Universidades que tienen PNF sobre la nutrición y otros entes afines a la alimentación.
- Abrir cientos de proyectos de investigación sobre el binomio Alimentación-Salud en el liceo con posibilidad cierta de certificaciones y acreditaciones académicas.
- Consolidar la biblioteca del Liceo Saludable con obras como: a) "Manual de alimentación Sana" de Rafael Lezaeta Pérez - 1978; b) "Qué, Cómo y Cuándo Comer?" de Keshava Bhat - 1990; c) "Enfermedad, Salud y Sociedad de Consumo" de Fundación Vivir Mejor - 2012; d) "Alimentación Sana" de Efraín Hoffmann – 2012; e) "El Código Alimentario" de Rafael García Chacón – 2014 y "El Arte de Ser Saludable" de Alexis Adarfio Marín – 2019
- Establecer un Liceo piloto en cada estado del país.