Poco o nada queda de aquello de "presidente obrero" y es que en los hechos pocos jefes de Estado en Venezuela hicieron mayor silencio que el actual, ningún derecho se ha ganado sin luchas sociales y nada es una dadiva de quienes mandan, toda conquista social fue luchada de muchas formas pueden buscar y verán como la jornada de ocho horas, la libertad de cultos, el derecho al sufragio de la mujer, todas fueron conquistas sociales obtenidas después de muchas batallas sociales, jurídicas, militares.
Para todo régimen totalitario el deseo es que desde los tronos del poder se determine cuáles son nuestras necesidades y con una narrativa "revolucionaria", represión, acoso, censura, persecución, propaganda se nos intenta hacer creer que la historia nacional es fruto de quienes con mano de hierro nos gobiernan, no importa que sea de la izquierda estalinista o la derecha franquista que en los hechos en su talante antidemocrático es exactamente igual.
Incluso desean que se arman estructuras o buscan una ya hechas para conservar el sacrosanto legado, la imagen viva de un ángel terrenal que pude llamarse Francisco Franco o Enver ese dictador albanes que llego a esgrimir frases muy parecidas a la de agua régimen tropical, y es que todo enemigo de la democracia se parece entre otras cosas en la necesidad de dejar un presunto legado, veamos un monumento que no sé por cual razón me recuerda al VALLE DE LOS CAIDOS de España o al CUARTEL DE LA MONTAÑA: Las cosas comenzaron a cambiar poco a poco en Albania, y sobre todo en la capital, Tirana, donde yo vivía, una vez que el dictador no gobernaba más con su típica intransigencia, y la locura de sus eslóganes, del tipo "Vamos a comer también la hierba, si fuera necesario, pero nunca traicionaremos nuestros principios" (ninguno de los que mandaba comió jamás hierba o cosa que se le parezca)
La batalla de los trabajadores de la educación en Venezuela viene desenmascarando a un gobierno que como todo gobierno totalitario ve en cualquier acto, hecho, movilización, actividad que no controle algo sospechoso y los viejos militantes de esa izquierda totalitaria, que nada tienen de democráticos y tampoco desea mejorar las capacidades de un pueblo y no desea hacer crecer su nivel de vida y solo quieren ordenarnos como vivir, y que una camarilla ostentosa que demuestra y exhibe su poder, su boato, sus propiedades, su ropaje, solo desea que los recursos de toda una nación sea para ellos y los otros, los millones vivamos entre la indigencia, la necesidad, el acoso político y policial.
La lucha del magisterio democrático permitió que en todo el planeta se conozca el talante de estos que hoy nos gobiernan, que nos demuestran con actos el desprecio que tienen por los educadores, por los jóvenes que son educados, por los centros escolares y de investigación.
Para quienes desde palacio ordenan a sus guarimberos motorizados o sea "colectivos" y es que guarimberos y colectivos en los hechos son los mismo, ninguno de ambos permite la disidencia, ninguno de ambos permite la discusión, son de aquellos que gritan " estas conmigo o en mi contra".
El gobierno juega al cansancio, los educadores tendrán que seguir en la batalla y agudizar el ingenio, desarrollar tareas de propaganda denunciando a un gobierno que en lo hechos en su enemigo, montando pequeños actos en la puerta de los centros escolares, realizar ollas colectivas donde se puedan reunir y hablar. Hacer llamadas telefónicas, ir en visita a medios de comunicación (los que quedan), denunciar a quienes los amenazan, rayar con tiza las avenidas con consignas.
La movilización social continua y debería continuar con la misma fuerza y con mucha astucia, reuniones publicas y pintas en la calle, demandas ante el TSJ y denuncias de quienes se sientan acosados por las autoridades escolares, ante los organismos internacionales que hoy están en Venezuela.
Nada de lo que prometa el gobierno lo va a cumplir y así como inventaron de la necesidad de una nueva constitución y eligieron una Constituyente a modo de ese mismo modo intentaran engañarnos.
La lucha continua y la represión, la censura y el cinismo gubernamental también. Se trata de una batalla entre luchadores del magisterio democrático y de un gobierno y unas autoridades totalitarias.
