Desvergüenza académica

Cuando se pierde todo rasgo de ética, todo es posible, cualquier conducta por más ruinosa que sea, es valorada y ensalzada por individualidades o instituciones para justificar las posturas más degradantes, sin importar que el pasado histórico les golpee la conciencia.

Así está pasando en la otrora máxima casa del Estudios del país, la Universidad Central de Venezuela, donde su himno, en una de sus estrofas la presenta como "La Casa que vence la sombra", pero ahora la sombra, gracias al desgobierno de 14 años que ha mantenido, se revierte y amenaza con atraparla, oscurecerla, perturbando, todo lo que ha significado sus luchas en pro de la libertad y de la democracia.

Todavía a pesar de esa visión retrógrada de las "autoridades" universitarias a todo nivel, se mantiene, en placas y pequeños monumentos, a pesar, de que han intentado desaparecerlos, el testimonio, con nombres propios, de los estudiantes y miembros de la comunidad ucevista, que dieron su vida por estos ideales, contra gobiernos tanto dictatoriales, como los que usurparon las luchas del pueblo y se presentaron como demócratas para luego darle la espalda.

Ellos cumplieron como dice el himno en alguno de sus párrafos: ¡nuestra sangre de gesta cumplida¡Si, con su sangre y con su vida pagaron el sacrifico por la libertad.

Toda esa historia, todo ese sentimiento, parece no importarle nada a la derecha universitaria, que se ha enseñoreado con la actual gestión rectoral y se trata hoy de quien es más lisonjero, quien es más chupa medias, para ganarse los favores de quienes han puesto la universidad al servicio de sus intereses personales y al servicio de intereses extranjeros.

Sólo en ese marco deshonroso, puede entenderse que la Facultad de Arquitectura de la UCV, apruebe y otorgue un premio que lleva el nombre de Raúl Leoni, a quien siendo presidente de la República (64-69) allanó militarmente a la universidad y así fue reseñado por los medios en su oportunidad: " la ocupación militar a la Universidad Central de Venezuela (UCV) ordenada por el presidente y representante de Acción Democrática (AD) Raúl Leoni, quien el 13 de diciembre de 1966 autorizó el allanamiento a una de las residencias estudiantes, acción en la que 700 universitarios resultaron heridos.

De esos 700 estudiantes, que fueron arrodillados antes de ser montados en los autobuses militares para ser llevados a diferentes centros de reclusión, casi doscientos, quedaron purgando penas por meses, sin haber ninguna prueba que los incriminara, su delito, fue ser residentes de las Residencias Estudiantiles.

Esta acción es importante recordar, fue emulada, posteriormente por el profesor Rafael Caldera, que siendo Presidente de la República también allanó la UCV, Así fue reseñado por los medios: "A este evento de opresión, le siguió uno de los sucesos más lamentables ocurridos en la UCV: El 31 de octubre de 1969 el gobierno del copeyano de Rafael Caldera interviene la universidad. Fue en la acción denominada Operación Canguro, cuando representantes de las Fuerzas Armadas, la Policía Metropolitana (PM), de la antigua Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip) y de la entonces Policía Técnica Judicial (PTJ) ingresaron a la casa de estudios.

Así trató la IV República a la UCV y así actuaron sus presidentes, para muestra estos dos botones.

En el caso de Raúl Leoni y la condecoración acordada con su nombre, por las autoridades de la Facultad de Arquitectura, no fue sólo el allanamiento y la detención masiva de estudiantes, sino, que posteriormente, eliminó las Residencias Estudiantiles, que albergaba estudiantes, incluyendo una femenina, administrada por Monjas. Allí se encontraban educandos de pocos recursos económicos, con becas otorgadas, previo, estudio social, por la institución.

En Tesis de Grado sobre La Autonomía Universitaria, durante el gobierno de Raúl, Leoni, para optar a la Licenciatura en Historia en la ULA, los estudiantes Doris Méndez y Eric Alberto Uzcategui describen los momentos de terror vividos por los niños del Jardín de Infancia de la UCV, durante el allanamiento: Pese a todas las diligencias realizada para evitar la continuación de aquel atropello policial, no hubo forma ni manera de poderlo detener, por consiguiente: " los niños del Jardín de Infancia para empleados y profesores, tuvieron que ser llevados a los salones de la Dirección de Administración de la UCV, donde el pánico y la angustia se apoderaban de los infantes, quienes lloraban asustados por el ruido ensordecedor de las metrallas y los fusiles"


Esa fue la conducta de Raúl Leoni, con la UCV, a quien las autoridades de la Facultad de Arquitectura, hoy, dándole su nombre a ese premio, le rinden homenaje.

Pero la reseña y la reflexión en este artículo se quedaría corta si no dijéramos que ese presidente en cuestión, ejerció una represión sistemática contra la población venezolana:
"El presidente social-demócrata aplicó las directrices del Plan de las Américas, diseñado por Estados Unidos para contrarrestar las protestas en el continente. Con él, se inaugura en Venezuela y en América Latina la política de Estado de Desapariciones Forzosas, convirtiéndose su gobierno en uno de los más sanguinarios que ha padecido la sociedad venezolana a lo largo de su historia". Como lo explica Miguel Espinoza, en artículo publicado en 2013.

En brevísima síntesis, ese es el prontuario, faltarían otras perlas, del personaje que hoy reivindican las autoridades de la Facultad de Arquitectura, Violaciones a la Autonomía Universitaria, Allanamientos a la UCV, Desapariciones forzadas, asesinatos de estudiantes, eliminación de las Residencias Estudiantiles y no hablemos de la corrupción.



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Jesús Sotillo Bolívar

Docente en la UCV

 jesussotillo45@gmail.com

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