La entrevista de Guayaquil fue un encuentro histórico realizado, los días 26 y 27 de julio de 1822, entre el General argentino, José de San Martín y el Libertador Simón Bolívar, en la ciudad de Guayaquil (actual República del Ecuador), siendo su objetivo principal, definir la forma en que debía culminar la guerra de independencia, debido a que los realistas, a pesar de las derrotas sufridas, se reorganizaban, donde también se consideran las estrategias para la consolidación de los países que ya habían logrado su independencia y asegurar su estado de liberación y, evitar los riesgos de perder los logros obtenidos, en tan importantes eventos de sacrificios en heroicos combates.
Entre estos objetivos de manera primordial, se orienta la discusión de la soberanía sobre la Provincia Libre de Guayaquil, que había sido liberada del dominio español en 1820, a través de la sublevación de la Guarnición de la ciudad formada por el "Regimiento de Granaderos de Reserva", que lo conformaban realistas peruanos, originarios de Cuzco, que estaban al mando del Teniente Coronel Gregorio Escobedo, que tomaron los cuarteles realistas la noche del 8 de octubre de 1820, durante las revueltas que propiciaban la Independencia de Guayaquil, que formaba parte del Virreinato del Perú, siendo este oficial uno de los firmantes del acta de independencia de la Provincia de Guayaquil.
Luego de la firma del Acta de Independencia de esta Provincia, Joaquín Olmedo fue proclamado Presidente de la Provincia; procede gestionar la conformación del ejército guayaquileño. Luchó este Genera por la emancipación de los pueblos de la antigua Real Audiencia de Quito, obteniendo la ayuda de Antonio José de Sucre, con quien suscribió un convenio de cooperación bélica que unía las tropas locales, con las colombianas. Joaquín Olmedo como presidente de Guayaquil, ratifica la decisión del pueblo guayaquileño de mantenerse independiente o de seguir unido al Perú, y se niega a la integración colombiana, lo cual generó roces diplomáticos con El Libertador Simón Bolívar, y ante una eminente invasión, envió cartas al General San Martín, para que intercediera en el conflicto.
San Martín hizo una declaración simbólica de la Independencia del Perú, el 28 de julio de 1821, y el 27 de diciembre de 1821 convoca al Congreso Constituyente del Perú. Sin embargo, la situación era complicada en Perú, por las divergencias políticas, causadas por divisiones entre los patriotas, la insuficiencia de las fuerzas militares republicanas, los reclamos de sueldo atrasados a los soldados, aunado a la negación del gobierno de las provincias de Buenos Aires, de seguir financiando la campaña.
La entrevista
Según las fuentes consultadas, San Martín y Bolívar sostuvieron una reunión a solas y sin testigos, donde se supone, que trataron dos puntos muy fundamentales, como eran el destino de la Provincia de Guayaquil, y el final de la campaña contra los realistas, cuya definitiva etapa debía librarse en el Perú.
Según Carta encontrada por el historiador colombiano, Armando Martínez, en el Archivo Nacional de Ecuador en el año 2013, escrita por el General José Gabriel Pérez, quien se desempeñó como secretario de Bolívar durante la Campaña del Sur, al parecer Bolívar le ordena escribir al General Antonio José de Sucre, donde afirma que la entrevista de Bolívar y San Martín fue un encuentro cordial, que la reunión no giró en torno al futuro de Guayaquil. También se estima, según el historiador, que en la mencionada carta dirigida a Sucre, que entre los dos libertadores hubieron desacuerdos en cuanto a la forma de gobierno que debía regir al Perú, ya que Bolívar proponía un gobierno centralista y fuerte, mientras San Martín proponía que en el Perú no convenía un gobierno democrático y que debía venir de Europa un príncipe a gobernarlo.
Bolívar se opuso y dijo que ni a América ni a Colombia le convenía introducir príncipes europeos, que eran ajenos a las masas. Se dice en la historiografía, que San Martín elogió la idea de crear la Federación de los Estados Americanos, que Chile no tendría problema en entrar, pero sí Buenos Aires, y se ofreció a tramitar un arreglo de límites entre Colombia y Perú. Al parecer en aquella reunión privada entre los dos libertadores también se discutió el punto de quién conduciría el Nuevo Ejército Libertador, que resultaría de la Unión de las tropas comandadas por ambos, no pudiendo llegar a ningún acuerdo, a pesar de sus objetivos comunes. San Martín propone que sea Bolívar, pero la respuesta de Simón Bolívar fue, que nunca podría tener a un general de la calidad y la capacidad de San Martín, como subalterno.
Según las versiones históricas, es que al final del encuentro, la noche del 27 de julio de 1822 Bolívar agasajó a San Martín con un banquete. Bolívar propuso un brindis "Por los dos hombres más grandes de la América del Sur: el general San Martín y yo", mientras que San Martín brindó "Por la pronta conclusión de la guerra; por la organización de las diferentes Repúblicas del continente y por la salud del Libertador de Colombia”. Luego en el transcurso del banquete, la misma noche San Martín se retiró hacia el muelle, y se embarcó hacia el Perú, dejando en manos de Bolívar parte de su ejército.