Las contradicciones y enfrentamientos entre liberales y conservadores en la lucha por el poder político se desencadena con más fuerza después de la muerte del Libertador y la disolución de la gran Colombia. Con el ascenso a la presidencia de José Tadeo Monagas, electo para el periodo de 1847-1851 con el apoyo de los conservadores liderados por Paez, comienza una nueva etapa en la época del caudillismo en Venezuela.
Durante el desarrollo del primer año de gestión de gobierno, Monagas rompe con el partido conservador que estuvo posesionado del control del país hasta 1847.
Monagas gobierna con poderes especiales, comete fraudes administrativos y crea una milicia o guardia para su seguridad personal.
El congreso Nacional con mayoría conservadora comienza sus sesiones
EL DÍA 24 DE ENERO DEL AÑO 1848.
Dentro de la agenda parlamentaria, estaba previsto destituir al presidente Monagas por actos ilegales. La mayoría de los diputados votó a favor del traslado del Congreso, hacia Puerto Cabello para evitar actos de violencia, durante la deliberación.
Luego de algunas conversaciones, se decide que el Parlamento funcione en Caracas. Al comenzar la memoria y cuenta del ejecutivo Nacional a cargo del Ministro del interior y justicia Tomás Sanabria, se escuchan amenazas, comienzan los movimientos de la turba donde habían soldados y milicianos, se aglomeran en las puertas del congreso, pues no había policías de resguardo para los diputados. Asaltan el Congreso, son asesinados varios de sus miembros, entre ellos Santos Michelena, quien muere dos meses después de recibir heridas por arma blanca.
Desde ese instante, el presidente Monagas asume el control del parlamento y lo convierte en un ente supeditado al ejecutivo, pues los opositores decidieron ausentarse o hacer silencio para salvar sus vidas.
El liderazgo político de José Antonio Paez entra en declive, lo someten y va prisión. Es encerrado en los calabozos del castillo San Antonio de la
Eminencia de Cumaná.
Reestablecida la tranquilidad, el Congreso logra reunirse el 25 de enero del año 1848. El presidente José Tadeo Monagas en conversación con algunos de su gobierno, se reclinó sobre un sofá e interrumpiendo, expresó enfáticamente estas palabras:
" La Constitución sirve para todo".
