Al camarada ministro Héctor Rodríguez sobre el caos en la Zona Educativa de Zulia

Voy pasar por alto que una maestra en la mañana fio la comida al señor del abasto, bajo la palabra empeñada de pagarla en la tarde con el bono de alimentación y no le depositaron, también la discusión entre una profesora y un técnico en refrigeración, a quien le dijo que trajera sus herramientas de trabajo y los repuestos, para que le arreglara su nevera y después no le pudo cancelar porque el Ministerio de Educación no le efectuó el pago del tique cesta.

Los docentes, recientemente ingresados, muchos de los cuales ya habían cobrado los primeros meses, fueron tomados por sorpresa. El Ministerio del Poder Popular para la Educación les suspendió el pago sin previo aviso, porque de acuerdo a la versión que llegó a las escuelas, iban a depurar la nómina.

Creo que no fue la mejor forma de tomar una medida laboral. Tal como está la crisis económica del país, cualquier empleado público que gane mensualmente 90 dólares por concepto de bono de guerra económica, 40 de tique cesta y 3 de sueldo, ya cuando va a cobrar debe el pago completo en pura comida, más bien queda debiendo para el próximo mes. Y así vive, cayéndole a "muela" al bodeguero por cuanto nunca se pone al día.

Sin embargo, vi que muchos docentes estaban de acuerdo con que el Ministerio de Educación depurara la nómina. Según dicen, tiene muchos reposeros cobrando sin trabajar desde hace tiempo y hay gente que se coló a través de la Ven App que tampoco cumple con sus labores.

Lo que no podían entender es que en la Zona Educativa de Zulia, por citar el caso del que fui testigo, llegaran los docentes a las 8:00 de la mañana y terminaran entregando la carpeta con los recaudos exigidos, a las 5:00 de la tarde. Y los que por vivir en municipios foráneos llegaron al mediodía, pudieron hacerlo a las 10:00 u 11:00 de la noche.

Me dijeron que, asombrosamente, había una sola empleada, para atender toda la cantidad de profesores que fueron llamados a entregar sus documentos, una hoja digitalizada para completar la exposición de motivos que se imprimía y se proporcionaba en físico.

Eso para mí tiene un solo nombre: saboteo. No concibo que los empleados y empleadas de la Zona Educativa de Zulia, viendo el desorden armado en los alrededores de esa institución, no fueran capaces de habilitar personal, para evitar el bochornoso desastre y demostrarle al mundo que de verdad se está empoderando al pueblo.

La Zona Educativa de Zulia está ubicada en Maracaibo, y allí acuden docentes de otros municipios: Miranda, Jesús Enrique Losada, Mara, Paez, Almirante Padilla, La Cañada de Urdaneta, San Francisco, etc. Eso implica viajes de 20, 30, 40 minutos o más, sorteando un transporte colectivo que igualmente, se encuentra en crisis.

No voy a mencionar nombres, la idea no es perjudicar empleados en particular, tampoco pido que me crean, pero si que investiguen, porque existen -y han hecho un daño inmenso- los opositores y los infiltrados en las instituciones públicas venezolanas.

Esa irregularidad perjudica directamente al ministro Héctor Rodríguez, a quien le escuchamos un discurso que encanta hablando mil maravillas de los planes para la educación y los docentes, pero, por lo menos, en el caso de Zulia, la Zona Educativa no fue ni siquiera capaz de organizar la entrega de unos recaudos.

Me resisto a creer que eso fuera un simple descuido. Que desde el primer día de recepción de documentos no se percataran de las fallas, de errores, o que no estaban preparados para asumir la emergencia, en fin. Pareciera que se trató de una acción tendente a molestar a la gente en contra de la revolución bolivariana.

Debo decir que observé a los docentes con mucha expectativa y credibilidad con respecto al ministro Héctor Rodríguez, incluso, en algunos casos lo justificaban diciendo que no sabía lo que ocurría, pero en esa dirección puedo advertir a nuestros políticos y funcionarios gubernamentales, que todas esas ilusiones y esperanzas se acaban y son difíciles de recuperar. Por eso, hemos perdido electoralmente Zulia.

Lo peor es que caemos en lo mismo. La gente indignada termina responsabilizando al presidente Nicolás Maduro Moros. Y aquí en Zulia no funciona el Psuv. Digo que no funciona, porque en ese partido se ve la gente de siempre, falsos chavistas que le pusieron en bandeja de plata el estado a esa oposición que es igual de corrupta.

Infiltrados que nos engañaron a todos, nos decían que eran chavista y desgobernaron la región. Ahora tienen la desfachatez de querer volver argumentando que esta vez si van a resolverle los problemas a los zulianos, pero aquí no estamos comiendo coba.

Los chavistas de verdad en Zulia esperamos que la lucha anticorrupción que lleva a cabo el amigo del camarada moderador del programa Con el Mazo Dando, el señor ministro de Interior Justicia y Paz, Diosdado Cabello Rondón, se profundice. Caiga quien caiga, del tamaño y del color que sean. Y a los que se la dan de revolucionarios, hay que darles más duro.



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Alberto Morán


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