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El sector universitario y la Educación Superior en general, vive una de las mayores crisis de su historia y no se avizora la toma de medidas para enfrentar esta triste realidad que afecta el futuro de todo el país.
Es un secreto a voces el estado de depauperización en el que se encuentra el Sector Universitario, docentes, investigadores, personal administrativo y obrero y de todas las dependencias que dependen de los respectivos equipos rectorales.
Forma parte de las conversaciones cotidianas que se realizan en el sector, cuando hay encuentros formales y ocasionales en los recintos universitarios.
En lo personal, ni como estudiante ni como profesor había visto y vivido una crisis de tal magnitud, pero lo que me llama más la atención es la desidia de la instituciones oficiales al sector (Ministerio de Educación Superior, Consejo Nacional de Universidades, Núcleos de Rectores y Decanos y de los propios Rectores), para denunciar y solicitar se enfrente esta delicada problemática).
La desidia abarca también a las organizaciones gremiales y sindicales que ven cruzados de brazos como el Sector Universitario se marginaliza, sin asomo acorto plazo de soluciones efectivas.
La crisis ha llegado a niveles, donde, para poner un ejemplo de los tantos que pudieran graficar la crisis, señalo, que el personal administrativo y obrero sólo acuden uno o dos días a la Semana, a su lugar de trabajo, porque no tienen para cubrir los gastos del pasaje. En el caso de los profesores es semejante y van exclusivamente a sus clases y al concluirla se marchan, porque es impensable que con los salarios devengados puedan quedarse en la institución y almorzar y departir, en alguno de los pocos cafetines que todavía quedan en el campus.
Y estos comentarios sobre la cruda realidad del sector, trasciende del campus universitario. En cualquier reunión a la que Ud. vaya, hasta en los cumpleaños y velorios, es comentario obligado, referirse a la grave situación por la que cruzan nuestras universidades y todo su personal.
Hace mucho tiempo, pero bastante, que quedaron atrás aquellos momentos donde el ejercicio de la docencia, la investigación o cualquier empleo en el campus universitaria te permitía vivir con cierta holgura.
Hoy vemos y conocemos de docentes universitarios que taxean, realizan trabajos de mesoneros y hacen de deliverys o matan, como dicen los muchachos, cualquier tigre por allí, para complementar su salario y poder subsistir. Muchos docentes, investigadores y empleados universitarios en general, mal viven con los pequeños aportes, que desde el exterior algunos hijos o familiares le suministran, que tampoco es constante.
A pesar de lo descrito. algunas autoridades se regodean, porque organizaciones burocráticas, que nunca se apersonan para averiguar e investigar sobre el deterioro que sufren las universidades y me refiero al caso concreto de Venezuela, las siguen manteniendo en cuadros burocráticos como "…Entre las mejores instituciones universitarias de la región".
Muchos más ejemplos se podrían señalar para poner de manifiesto el deterioro a que me refiero del sector universitario en Venezuela.
Pero frente a esta cruda y trágica realidad, hay otra también muy preocupante, ningún sector oficial, privado o de las mismas universidades toma cartas en el asunto y aborda el problema con miras a solucionarlo.
Frente a esta cruda y trágica realidad, hay otra, que cuando estalle será escandalosa, la Caja Negra del Sector Universitario.
Cuando hablo de la Caja Negra del Sector Universitario me voy a referir a ella, con una pléyade de interrogantes:
¿Dónde están los millonarios recursos de las Cajas de Ahorro de la Universidades (Profesores, Personal Administrativo y Obrero) instituciones que en otras épocas, paleaban momentos de emergencia del Sector? Dónde están depositados esos recursos, quien los maneja, en qué los usan, porque no se les entrega a sus legítimos propietarios.
Continuamos las preguntas: ¿Dónde han ido a parar los millonarios recursos de los Fondos de Jubilaciones del personal docente universitario, formado con la cotización de los propios agremiados? ¿Quién los controla?, ¿Quien los maneja?, ¿En que los usan?
¿Dónde están los bienes y posesiones que tenía como patrimonio el Fondo de Jubilaciones de la UCV? ¿Quién los administra ó los han vendido?
Y seguimos con más preguntas: ¿Dónde están los multimillonarios recursos de los Intereses de las Prestaciones Sociales del Sector Universitario? Quién los controla, ¿En que los usan? ¿Dónde reposan los reclamos que cientos de interesados han formulado solicitando sea entregados en su totalidad?
Y nos faltan otras: ¿Dónde están los ahorros, que algunas Asociaciones de Profesores, acumularon a costa de las cotizaciones de los docentes? ¿Quién los controla? ¿En que los usan? ¿Quién se beneficia de ellos?
¿Dónde van los ingresos propios que obtienen las Universidades por el alquiler de muchas de sus instalaciones y trabajos de algunos equipos en determinadas facultades? (Cursos a personal extra universitario, alquileres de locales deportivos etc.etc.). ¿Quién los está usufructuando?
Recientemente, reseñaron algunos medios, profesores y estudiantes de la Escuela de Idiomas de la Facultad de Humanidades de la UCV, denuncian la "desaparición" misteriosa de 80.000 dólares producto de ingresos propios. ¿Quién investiga estas denuncias?
¿Qué institución interna de la UCV, hace seguimiento y control de los ingresos propios de Escuelas y Facultades?
Y por último, la pregunta de las 64.000 lochas: ¿Donde está la Contraloría Interna y Externa de las Universidades?
A estas interrogantes nadie da respuesta, hay un manto de silencio, de complicidad, tanto en el sector universitario como en el sector gubernamental. Nadie pregunta, Nadie responde.
Esta Caja Negra, cuando se destape y algún día, más pronto que tarde será abierta, el escándalo que brotará de ella, será igual o peor que las de los Cuatro Presidentes de PDVSA, destituidos y supuestamente investigados.
Mientras todo esto sucede, ninguna institución pública, menos las vinculadas al sector universitario, atiende e investiga tan grave situación. El Ministerio Público, no ejerce sus funciones de investigar delitos públicos de esa magnitud, como es su deber, mediante la Acción Pública.
El Ministerio de Educación Superior, tiene una mordaza que le impide pronunciarse y exigir a las universidades aclaratorias al respecto. El Consejo Nacional de Universidades, pareciera que desapareció y mantiene una actitud cómplice al respecto.
Los Núcleos de Rectores. Vicerrectores y Decanos parece no interesarles la problemática de su planta profesoral, obrera y administrativa. Las Asociaciones y Sindicatos brillan por su ausencia. Los directivos de las Cajas de Ahorro, como que desaparecieron por el COVID. Los estudiantes, directamente afectados por estos problemas, sólo se preocupan y no mucho por sus propias clases.
El país entero se cruza de brazos frente a esta grave crisis del sector universitario, donde está el juego el futuro de todos los venezolanos y para resumir la importancia del sector bastan pocas palabras:
"LA EDUCACIÓN SUPERIOR ES UN PILAR FUNDAMENTAL PARA EL DESARROLLO DE CUALQUIER PAÍS. CONTRIBUYE A LA FORMACIÓN DE PROFESIONALES ALTAMENTE CAPACITADOS, IMPULSA LA INVESTIGACIÓN Y LA INNOVACIÓN, DESARROLLA HABILIDADES Y PENSAMIENTO CRÍTICO, Y PROMUEVE LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES".
Esto, amigos es parte de la verdadera tragedia y drama que vive el sector universitario y pareciera que no tiene dolientes ni desde las altas esferas del gobierno se toman medida para enfrentar tan grave crisis. "Un docente influye en la eternidad, jamás se puede asegurar dónde termina su influenciam"Henry Adams. Historiador estadounidense. Siglo XIX