La idea fue implementada por richard nixon en contra de quienes protestaban por la criminal guerra en Vietnam. Agentes encubiertos se inscribían en las universidades de ee.uu para luego infiltrarse en las protestas antiguerra. La más célebre de todas se suscitó frente al la propia casa blanca, donde jóvenes agentes de la CIA lograron provocar un feroz enfrentamiento entre la guardia nacional y los manifestantes. Tan brutal método represivo dio sus frutos al lograr aplacar las enardecidas multitudes que salieron a repudiar las innecesarias muertes de la guerra contra Vietnam. La táctica de los agentes era muy simple y sus objetivos bastante precisos. Luego de infiltrado un grupo de protesta los agentes de la CIA identificaban a sus líderes para luego proceder a neutralizarlos ya fuese mediante coerción, amenazas e incluso “encarcelamientos preventivos”. Contra los jóvenes que no fungían como dirigentes de las protestas sino como meros marchistas fueron aún más feroces. Una vez dentro de la manifestación los agentes arremetían violentamente contra las autoridades a fin de desatar la violencia, logrando con ello que la protesta fuese disuelta y los marchistas detenidos y brutalmente golpedos.
De esta estratagema salió luego el famoso manual de la CIA utilizado en innumerables países alrededor del planeta. Con ligeras variantes la CIA comenzó a contratar agentes en todo el globo para que fungieran como estudiantes que luego procedieron a delatar a sus “amigos” sospechosos de simpatizar con movimientos progresistas. De esta forma casi lograron extinguir a los grupos de juveniles izquierda ya fuese mediante la fuerza bruta o la división. La táctica que ahora emplean en Venezuela es una nueva versión del manual de la CIA. Ya comenzamos a ver a jóvenes hijos de la oligarquía venezolana proclamarse “socialistas democráticos”. Tal como afirmó yon goicoechea a carlos croes en el programa “Diálogo con” el domingo pasado. En esta semana ha emergido un nuevo joven que dice que “no está de acuerdo con la división de clases que promueve el gobierno”, su nombre es freddy guevara. Su discurso pretende ser más “suave” que el de goicoechea y stalin gonzález, pero la saña de sus señalamientos es del mismo talante impertinente y soez que el de los sifrinos caraqueños que a diario vociferan el golpista estribillo de “y va a caer”.
El joven freddy guevara bien se parece al lo que richard nixon se jacto en llamar “mis estudiantes”... hoy se sabe que eran agentes encubiertos de la CIA. No bajemos la guardia, la historia de las protestas estudiantiles en Latinoamérica está plagada de estos “estudiantes” que luego terminaron convirtiéndose cruentos asesinos de sus pueblos, bien lo saben ellos mismos.