En estos días tuve la oportunidad de oír partes de las declaraciones de la Profesora Cecilia García-Arocha, Secretaria de la UCV y candidata a Rectora, sobre el tema del ingreso a las universidades. Nótese el uso del guión para unir los apellidos al estilo estadounidense. Sostenía la mencionada Profesora que las universidades, y en especial la UCV, no sacrificarían la calidad de esas instituciones permitiendo el ingreso de todo tipo de estudiantes. Para la Secretaria de la UCV la calidad de la universidad la garantiza lo que ella llama la “calidad” del estudiante que ingresa. En esta argumentación hay una trampa caza bobos. Explicaré por qué.
Primero, no explica nuestra profesora que significa la “calidad” del estudiante. Entonces, hace uso de una categoría que no define, tampoco explica cómo se mide esa calidad. Me imagino que usan la concepción ingenua de “calidad” entendida como altas calificaciones escolares o altas puntuaciones en pruebas aplicadas por esa misma universidad. Ninguna universidad en el mundo mide su calidad usando la “calidad” de los estudiantes que aspiran ingresar en ella. En todo caso se podría usar como criterio la “calidad” de los egresados, no de los que ingresan. Además, si uno examina los resultados de los exámenes de matemáticas en el primer semestre de facultades como la de Ingeniería o de Ciencias Económicas y Sociales de la UCV puede comprobar empíricamente que esas facultades no están ingresando los mejores estudiantes, los de “calidad” según la Secretaria de esa universidad. O sea que las prácticas actuales de segregación no están seleccionando necesariamente a los mejores estudiantes desde el punto de vista académico sino a los “mejores” desde el punto de vista de la clase social. Para los grupos de profesores que controlan las universidades los mejores estudiantes son aquellos que provienen de los colegios privados y que son de las familias más pudientes. La Secretaria de la UCV oculta que los hijos de los profesores de esa universidad son admitidos libremente sin ningún tipo de prueba o requisito adicional. O será que los hijos e hijas de los profesores de la UCV son de “calidad” hereditaria.
Segundo, medir la calidad de las universidades no es una tarea sencilla. Se han elaborado varios criterios para ordenar a las universidades en un mismo país o en el ámbito mundial (para más información ver: http://universidades.universia.es/ranking/index.htm). Estos criterios siempre son cuestionables. Sin embargo, hay un acuerdo sobre algunos de estos. Uno de estos criterios es el de las publicaciones y su impacto.
Otro ejemplo es el uso del Factor-G (no confundir con el Punto G), en el cual se toman en cuenta varios indicadores (para más información ver: http://www.universitymetrics.com/tiki-index.php?page=G-Factor&PHPSESSID=7cadd5d3b0734a942c3d22ba8c1d4de4). En el año 2005 el ranking mundial entre las primeras 300 universidades encontramos que aparecen siete universidades Iberoamericanas en el orden siguiente:
Posición Institución
159 Universidad Nacional Autónoma de México
188 Universidade de Sau Paulo
218 Universidade Estadual de Campinas
229 Universidad de Barcelona
244 Universidad de Buenos Aires
254 Universidad Autónoma de Madrid
297 Universidad Complutense de Madrid
Ninguna universidad venezolana aparece entre este grupo.
Veamos ahora otra clasificación de las mejores universidades del Continente. Para más información sobre esta clasificación ver: http://www.webometrics.info/top200_latinamerica.asp. A continuación presentamos la lista de las diez mejores universidades de nuestro continente. El número entre paréntesis indica la posición en el "ranking" mundial según una univeridad de China.
Posición Institución
1 Universidad Nacional Autónoma de México (59)
2 Universidade de Sao Paulo (114)
3 Universidade Estadual de Campinas (197)
4 Universidad de Chile (210)
5 Universidade Federal de Santa Catarina (234)
6 Universidad de Buenos Aires (361)
7 Universidade Federal do Rio de Janeiro (377)
8 Universidade Federal do Rio Grande do Soul (396)
9 Tecnológico de Monterrey (421)
10 Pontifica Universidad Católica de Chile (505)
Ninguna universidad venezolana se ubica entre las 10 mejores del Continente. La Universidad de Los Andes aparece en el lugar 21 (y ocupa el lugar 840 en el ámbito mundial), la Universidad Central de Venezuela en el lugar 35 (y en el 1.121 en el mundial) y la Universidad Simón Bolívar ocupa el lugar 41 (y 1.292 en el mundo).
Los datos anteriores muestran lo contrario de lo que argumentan los amigos de la segregación. Siguiendo su razonamiento simplista, podríamos más bien argumentar lo contrario. Es decir, que las políticas y prácticas de segregación en el ingreso de estudiantes ejecutadas por las universidades venezolanas no han contribuido a la “calidad” de dichas instituciones.
La derecha nos pone trampas en la lucha por el ingreso irrestricto de todos a la universidad. Algunas de esas trampas son realmente ridículas, pero un desprevenido o una persona que conozca de educación comparada podría caer en ellas. Una de esas trampas es la de tratar de establecer una relación de causalidad entre una supuesta “calidad” del estudiante que ingresa y la “calidad” de la universidad. Sabemos que eso es por lo menos una soberana estupidez. La discriminación en el ingreso es una política de la derecha que nada tiene que ver con la calidad de las universidades.