El Mutualismo busca fomentar actividades, que suelen financiarse a través de las contribuciones o cuotas de quienes en ellas participan. Este movimiento aparece en diversos sectores de la economía, como la prestación de créditos, así como otros tipos de procesos de autofinanciamientos colectivos.
Como teoría de la economía política, el Mutualismo es la filosofía que promueve una organización de la sociedad que carezca de Estado y en la que el intercambio comercial se lleve a cabo a través del trueque, buscando equivalencias entre el trabajo realizado y el producto que se recibe. De acuerdo al Mutualismo, los productores pueden organizarse en instituciones de acción colectiva que, a su vez, se agrupen en una gran federación centralizada.
El Fracaso de la Planificación Centralizada Descendente.
Desde los tiempos más recónditos de la historia de la civilización humana, las élites que han llegado al poder han velado única y exclusivamente por sus propios intereses, disfrazándolos con los discursos más radicales o rimbombantes, pero en fin de cuentas siempre velando por lo suyo (o lo enajenado a otros y por ende suyo).
Desde la apropiación, por parte del emperador Constantino, del relato Cristiano para su uso como herramienta de control social, pasando por el uso del Romanticismo Social (Igualdad, Fraternidad Solidaridad) hecho por la Burguesía francesa durante la Revolución del mismo nombre, para desplazar a la "aristocracia autocrática y despótica", así como el uso de la teoría Marxista para luego desplazar a la Burguesía explotadora, llegando hasta nuestros días con la ficción de la Revolución Bolivariana. Las distintas élites se han ido sucediendo unas a otras, mientras las condiciones de quienes hemos sido históricamente programados para seguirles, siguen siendo prácticamente las mismas (con ciertos bemoles, claro está).
Se trata, como diría Meszaros, de un comportamiento metabólico, que obedece al modo piramidal cómo está organizada la realidad y a cómo somos permanentemente condicionados a pensarla de esta forma. Y como diría Einstein: No se puede pretender esperar resultados distintos si se hacen las cosas del mismo modo.
Aunque un poco exagerada, esta retrospectiva nos permitirá abordar el asunto de lo que pasaremos a llamar la Ficción Bolivariana (democracia participativa, inclusión de los sectores excluidos de la sociedad, etc., etc., Etc…) y sus distintas inconsistencias, destacando el asunto de la Planificación Centralizada Descendente.
Desde el punto de vista del discurso, la Ficción Bolivariana debió haber empoderado al sujeto social que confluyó en ella, catalizando su cualificación a través del proceso de formación colectiva que implicaba su participación directa en los distintos escenarios de los que había sido históricamente excluido. Pero esto implicaba la generación de un tipo de soberanía cognoscitiva, desde la cual se hacía prácticamente imposible ejercer un mando vertical sobre todo el proceso, y aunque desde el punto de vista del discurso, era lo que había sido ofertado, desde el punto de vista de quienes estaban ejerciendo el mando sobre el cómo y el qué se hacía, implicaba el riesgo latente de perder el control (y las ventajas y privilegios que ello significaban) sobre la conducción de dicho proceso.
Y aunque la mayoría las distintas corrientes sociales que habían confluido en la Ficción Bolivariana, tenían un cierto nivel de desarrollo teórico que les permitía un cierto nivel de autonomía, quienes controlaban el proceso lograron imponer su dominio sobre éste, acudiendo al viejo y sucio truco del dinero; se comenzó a otorgar recursos, sólo a quienes siguieran la línea oficial, excluyendo a todo aquel que osara medio asomar la idea de la autonomía.
Fue así como desde el discurso de la democracia directa y el presupuesto participativo, se logró imponer la Planificación Centralizada Descendente, o como diría Henry Ford acerca del color de sus carros: puede escoger cualquier color siempre y cuando sea negro.
La Planificación Centralizada Descendente, no es más que la misma forma de hacer las cosas, es decir planificar en función a los intereses de las élites y de los distintos escenarios de clientelismo político que contribuyan al sostenimiento del grupo de turno en el Poder.
Todo ello deja en claro que la tesis de acceder al Poder para garantizar los recursos que nos permitieran consolidar procesos de desarrollo integral en nuestras comunidades, era cuando menos una ficción, por no decir que era una soberana pendejada. En principio, no llegamos al Poder, ELLOS llegaron al Poder gracias a nosotros y a otro varios grupos de pendejos, y por supuesto no nos dieron los recursos; se los dieron a quienes ELLOS consideraron que garantizaban sus intereses, y por lo tanto el sujeto social que pretendíamos consolidar, prefirió asumirlos a ELLOS como garantes de un discurso que Sí los incluyó, pero no en un proceso de Liberación y Autonomía, sino en un proceso de Asistencialismo Clientelar desde el cual fueron condicionados (aún más) al Rentismo y al Consumismo como ideal de bienestar.
Como diría Alí: "El resultado es claro…" Las condiciones para sostener el Asistencialismo Clientelar ya son prácticamente inexistentes, sólo la trampa del dinero digital ficticio los ha logrado sostener hasta ahora, pero la arruga está cada vez más cerca de su límite final y no podrán seguirla corriendo por mucho más tiempo: El Hambre Real está superando a la Ficción Bolivariana y cuando ya no haya como sostener el Asistencialismo Clientelar, ese mismo sujeto social que ELLOS nos secuestraron a base de clientelismo y que por ende no desarrolló los niveles de conciencia necesarios para sostenerse por sí mismo, será secuestrado por quien le dé lo que ya ELLOS no pueden.
El asunto es que ELLOS no van a hundirse solos; se van a hundir junto con un discurso que nunca les perteneció y que ha sido nuestro estandarte de lucha desde los tiempos de los primeros cristianos (al margen de las connotaciones religiosas, claro está).
Pero aun así debemos insistir; lavar las palabras conquistando resultados concretos, ya no puede permitirse discurso sin práctica, propuestas sin resultados claros y conquistables en lapsos razonables y pertinentes, es el momento de la acción concreta y efectiva: Autonomía o Nada; Autoformación, AutoFinanciamiento, AutoManufactura, AutoAbastecimiento, Autoregulación, Autoliberación. Hacia allí debemos enrumbar tanto nuestras consignas, como nuestras acciones.
Los Proyectos autonomisistas y el problema del financiamiento.
Como ya es suficientemente obvio, quien te quiere dominar y controlar, no te va a financiar tu liberación; debes hacerlo tú mismo, no importa que los recursos que maneje aquel, te correspondan, su intención es dominarte y en el caso de las élites que controlan el Estado, no sólo controlan los recursos financieros, sino que también controlan el uso de la fuerza y entonces o te enfrascas en una lucha frontal con ellos por tu derecho a los recursos que son tuyos y que ELLOS controlan, teniendo, además que enfrentarte a sus órganos de seguridad con evidente desventaja o desarrollas tu propia capacidad de generar y gestionar recursos propios (por ahora, como dirían por ahí); porque como le dijimos una vez a la gente del partido Comunista: no se puede acumular la fuerza que no somos capaces de generar por nosotros mismos.
Es aquí donde entra el Mutualismo.
Desde que desarrollamos la primera propuesta de Barrio Productivo Endógeno, luego el Sistema Socialista de Abastecimiento y luego el Plan Estratégico de Soberanía Alimentaria (sólo para citar algunos), nos hemos venido enfrentando al problema del financiamiento de dichos procesos; nos parecía obvio que debían ser financiado por quienes se llenaban la boca hablando de Desarrollo Endógeno o Democracia Participativa, de Comunas y cosas por ese estilo. Pero no, estos eran los primeros en cerrar puertas y oídos; no entendían cómo eso les iba a dar más Poder sobre la Gente y no más Poder a la Gente, que era lo que implicaban estas propuestas.
Y el financiamiento externo sólo está concebido para políticas que contribuyan a promover el Neoliberalismo en el seno de la Sociedad, por lo cual no calificábamos. Así que sin ninguna fuente posible de financiamiento, nuestras propuestas y procesos escasamente lograban trascender sus fases preparatorias.
Entonces cambiamos la escala; como todo organismo, comenzamos por conformar una primera célula productiva, la cual es la que actualmente nos está sosteniendo, pero si queremos crecer, debemos crear más tejido productivo, pero justo allí volvemos a encontrarnos con el nefasto asunto de la falta de los recursos financieros necesarios. Pero como de la necesidad nace la solución, una de nuestras compañeras dio con la solución: La distribución de la carga presupuestaria entre quienes quieran participar en la propuesta. Y de allí entonces la incorporación del Mutualismo como estrategia de Autofinanciamiento Colectivo que rompa con el cerco económico que la Élite del Poder nos ha impuesto para mantenernos dominados.
Pero caminamos por un terreno minado; ¿cómo convocar a los habitantes de nuestras Comunidades a invertir sus escasos recursos en procesos que en lo inmediato no le darán los frutos que tanto requieren para su subsistencia inmediata? Se trata de un cambio de mentalidad que sólo la necesidad que existe en nuestras Comunidades, puede producir. Pero aún es muy incipiente; la gente ya ha sido muchas veces engañada y traicionada y la suspicacia reina en el ambiente.
Debemos diseñar una Plataforma que funcione como punto de referencia para el seguimiento y control de todo el proceso; una Plataforma desde la cual impulsar las distintas estrategias de Autofinanciamiento Colectivo que se desarrollen como punto de partida de todo el Proceso. Creemos que esta debe ser: La Plataforma Comunal para la Articulación Productiva. Dichas Plataformas podrán ser constituidas desde los Encuentros Comunales para el Diseño de Estrategias de Autofinanciamiento Colectivo para la producción (en este caso concreto) de Harina Integral de Maíz, pero luego podrán ser utilizadas para la Producción de cualquier otro rubro que nuestras Comunidades determinen.
Estos Encuentros Comunales para el Diseño de Estrategias de Autofinanciamiento Colectivo, podrán realizarse entre uno o más Consejos Comunales e incluso podrán trascender este formato y adoptar uno propio si así lo requiere la realidad concreta de alguna Comunidad.
Toca entonces que sistematizar una propuesta metodológica desde la cual implementar estos Encuentros Comunales para el Diseño de Estrategias de Autofinanciamiento Colectivo, lo cual va a ser justo lo que nos vamos a poner a hacer de inmediato. En todo caso, estamos abiertos a todas las ideas de quienes se sientan convocados a participar aportando sus saberes y experiencias en este tipo de Procesos.
Para ello, queda habilitada la página del blog: WWW.proyectoendogenocomunal.blogspot.com, para recoger y sistematizar las distintas aportaciones y para que todo el que esté interesado en ver el desarrollo de este proceso de Construcción Colectiva pueda hacerle el tipo de seguimiento que desee.
Ahora bien, queda abierta la convocatoria, de antemano agradecemos toda la atención que puedan prestar a esta.
Saludos
noelando2003@yahoo.es