Abril 14 de 2016.- Se trata de una joven de 30 años que estaba en una asamblea donde se intentaba negociar la continuidad de trabajadores del programa Pro Huerta y del INTA. Se descompensó mientras explicaba su situación y falleció camino al hospital.
En medio de la reunión mientras comentaba que su contrato había sido renovado sólo por tres meses, se descompensó y luego que se intentó reanimarla, murió mientras la trasladaban al hospital más cercano.
Melisa Bogarín era una trabajadora del programa Prohuerta en Las Breñas, localidad del Chaco. Se encontraba en una negociación con las autoridades por la renovación de los contratos.
En medio de la reunión mientras comentaba que su contrato había sido renovado sólo por tres meses, se descompensó y luego que se intentó reanimarla, murió mientras la trasladaban al hospital más cercano.
Su esposo había sido despedido de la Secretaria de Agricultura Familiar y estaba en la toma del edificio en Resistencia.
Desde hace más de 8 años la joven se desempeñaba tareas de comunicación en el programa Pro Huerta, con el que trabajaba todos los días, campesinos, agricultores familiares y comunidades originarias. Es una política pública de autoproducción de alimentos que gestiona el INTA y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, desde hace más de 25 años.
Melisa Bogarín tenía una niña de un año.
Desde ATE recuerdan que este fallecimiento se suma a Yolanda Mercedes, una auxiliar docente de 60 años de Mar del Plata, quien murió el fin de semana pasado producto del infarto que le produjo advertir que en su cuenta sueldo sólo había $40 y no podía pagar el alquiler. El gobierno de Buenos Aires le había aplicado un descuento de más de $6.000 sobre su salario por los paros.