La “Joint Venture’s” de los ex-gerentes de PDVSA con Álvaro Uribe Vélez

“JOINT VENTURE”, es un vocablo anglosajón muy utilizado en petróleo y minería. Según el diccionario inglés/español del portal google significa “alianza”, pero otra acepción del mundo empresarial le agrega una expectativa, un riesgo, el inicio de una inversión financiera de dos capitales, donde puede o no conseguirse un yacimiento con gran potencial petrolero, de oro, o de coltán; se puede triunfar o fracasar.

Luego del fallido golpe petrolero contra el Presidente Chávez, se produjo el egreso de la “Nómina Mayor” de PDVSA, que incluía a centenares de gerentes, quienes lograron posiciones superiores al grado 30° en la escala meritocrática de la empresa: avezados capataces de una industria cautivada por los estándares norteamericanos de organización. Formados generalmente en las universidades venezolanas pero con obligatorios post-grados y especializaciones en USA; practicantes y asimilados a un modo de vida totalmente ajeno a Venezuela. En su casi totalidad resultaron rabiosos fascistas; desquiciados y psicópatas algunos de ellos por no tener ojos azules ni piel blanca o pelo liso; pues bien, esa plaga infestada de odio, abandonó en diciembre de 2003, sus puestos de trabajo con arrogancia y la seguridad de que nuestra industria petrolera se había derrumbado. Fueron inútiles los llamados a la cordura y el tiempo de espera que les dio el Presidente Chávez y su ministro Alí Rodríguez Araque, Presidente revolucionario de PDVSA, para que se reincorporaran. SE FUEEEERON!!

Dejaron al irse, daños aproximados a los 22.000 millones de dólares: paralizados los balancines extractores y las estaciones de bombeo; semi destruidas y atascadas las refinerías, abandonaron en el mar buques cargados de petróleo y gasolina, sin importarles las vidas de los habitantes de ciudades como Maracaibo, Puerto Cabello y Puerto La Cruz, como por ejemplo el caso del varado súper-tanquero “Pilín León”, repleto de gasolina y a punto de estallar con esa carga mortífera en el canal de navegación de la barra del Lago de Maracaibo. Una empresa norteamericana INTESA que controlaba las operaciones y finanzas de PDVSA, le pagó a cada uno en dólares sus salarios y jugosas prestaciones  hasta bien entrado el año 2004. Ojo… Nadie les cobró nada por el daño hecho. El Fiscal Danilo Anderson pagó con su vida la decisión de abrirles juicio de salvaguarda por daños al patrimonio público. Y SE “AUTO EXILIARON” EN COLOMBIA!!

En el año 2004 se instalan tres empresas petroleras en Colombia, promovidas por los  “desempleados” petroleros venezolanos: PACIFIC RUBIALES, ALANGE ENERGY (SUCURSAL COLOMBIA) Y, VETRA. Participarían en la especie de guerra que instaló Álvaro Uribe Vélez contra Venezuela, con una estrategia militar y económica que esbozamos en breves líneas:

1. organiza los apoyos militares internacionales de USA e Israel, cediendo  al Comando Aéreo Estratégico de Estados Unidos, a través del Comando Sur (USSOUTHCOM)  siete bases aéreas (Palanquero, Apiay, Malambo, Tolemaida, Marandúa, Bahia Málaga y Cartagena), para permitir el aterrizaje del sistema de transporte C15 Globemaster y tener capacidad para colocar en brevísimo tiempo a miles de marines, caza-bombarderos y helicópteros de transporte  y de combate.

2. Con la autorización del amo del norte, Uribe inicia el empleo de los cuantiosos recursos financieros provenientes de la cocaína, localizándolos en las capitales de los departamentos fronterizos con Venezuela, perfectamente descritas y analizadas en el año 1978 en el libro “La Otra Economía” del cual es co-autor el economista Roberto Junguito Bonet, quien luego sería flamante ministro de hacienda en el año 2004 del gabinete de Alvaro Uribe Vélez. El plan Uribe-Bonet, tiene el objetivo de establecer un gigantesco sistema de pagos, que constituye la base de “la otra economía”, para succionar recursos económicos de Venezuela, pero era necesario legalizar y formalizar ante los ojos del Congreso de los Estados Unidos, para facilitar la aplicación del ALCA USA-Colombia. Lograron hasta ahora los siguientes objetivos:

1.  Desconocer acuerdos monetarios de paridades cambiarias para controlar el mercado negro del dólar en Venezuela, montando sistemas financieros fraudulentos para eludir controles venezolanos, ofertando a los raspacupos CADIVI tasas de cambio en bolívares superdevaluados; captar en grandes cantidades la moneda venezolana y transformar las ciudades fronterizas venezolanas en un amplio bazar de toda clase de mercancías para uso -a bajos precios- de los estratos pobres de la población colombiana.

2.  Desalojar a miles de campesinos y obreros de las zonas petroleras de Colombia mediante matanzas y terrorismo desatados bajo el mando del siniestro Jorge 40, comandante ”paraco” del “Bloque Catatumbo” en los departamentos fronterizos Meta, Arauca, Norte de Santander, Cesar y Goajira, zonas en las cuales predomina la economía del narcotráfico, despejando las áreas fronterizas donde operarían los mercenarios venezolanos.

3.  Uribe instala un juego esquizofrénico; una especie de guerra fría contra Chávez, inaugurando la “diplomacia del micrófono” para insultar y acusar a Chávez de dictador comunista y cooperador con las FARC y luego reconciliarse con lágrimas de cocodrilo y firmar en el 2004, varios acuerdos presidenciales surgidos en las reuniones de Maracaibo-El Tablazo (14 de julio 2004):

 “Instruyeron a los Ministros de Energía para que reactiven a la brevedad posible los trabajos de la Comisión Binacional de Combustibles, a objeto de hallar una solución integral al problema del contrabando de gasolina y diesel en frontera. A tal efecto se acordó reactivar los equipos de trabajo. El gobierno venezolano acordó la venta directa de combustible a compañías previamente indicadas por el gobierno colombiano. Se acordó instruir a los organismos de inteligencia de ambos países el despliegue de acciones conjuntas para la determinación y sanción de los grupos irregulares que se dedican al contrabando de combustible.” (III Encuentro Presidencial Uribe-Chávez)  Y luego en Cartagena (9 de noviembre 2004)

“Reiteraron su preocupación por la comercialización ilícita de combustibles en la frontera colombo-venezolana, e instaron a las autoridades competentes a tomar medidas efectivas en el control de este ilícito, y a que, los equipos técnicos de ambos países aceleren la búsqueda de las vías legales, comerciales y sociales que se requieren para tal efecto, reconociendo el trabajo que se ha realizado hasta ahora desde el punto de vista comercial. Se acordó realizar la próxima reunión del equipo técnico en la semana del 23 al 27 de noviembre en Caracas.” (IV Encuentro Presidencial Uribe-Chávez)

 En Puerto Ordaz y Punto Fijo, ambos mandatarios aprueban un plan de lucha contra la pobreza en las zonas fronterizas. Venezuela decide colaborar, ampliando los derechos de los colombianos desplazados por el conflicto interno mediante una amnistía migratoria, naturalizando aproximadamente a 2,8 millones de colombianos.

4.  Para aclararle dudas al entonces Presidente Bush, Uribe decide la Join Venture con los ex gerentes de PDVSA, instalando a unos 1300 operadores venezolanos ya transformados en mercenarios de la industria petrolera, para operar con Alange Energy y Petro-Magdalena (Luis Giusti) los campos gasíferos colombianos de La Creciente, Tibú y Barrancabermeja en el Magdalena Medio. Otorga en concesión a Pacific Rubiales (Ronald Pantin, José Francisco Arata, Luis Andrés Rojas y Daniel Loureiro) los campos de Caño Limón, Rubiales, La Ceiba y Quifa en el Departamento del Meta y los campos de Cravo Norte y Llano 5 a Vetra (Humberto Calderón Berti, Ignacio Layrisse y Alfredo Gruber) en el Arauca. Su objetivo: continuar su labor destructiva contra PDVSA, sustrayéndole activos, reservas y organizando a gran escala, el contrabandeo de gasolina, lubricantes y gas, recientemente, a partir del 2010, también de oro y coltán, pues varios de los gerentes dueños de Pacific Rubiales (Francisco Arata y Peter Volk, son expertos en el negocio de la minería del oro).

5.  En 2004, el analista colombiano Gilberto Jaimes informa en ECOPETROL que ante la declinación en la producción de crudo (por debajo de 400,000 BDP), Colombia dejará de autoabastecerse de combustibles a partir de ese año. Bajo esta presión, Uribe desconoce los acuerdos firmados con Chávez y  emite los decretos 2337, 2338, 2339 y 2340, clave para legalizar el ilícito fiscal y apropiarse sin pagar de cuantiosos volúmenes de gasolina y diesel venezolanos. Se colombianizan los combustibles contrabandeados desde Venezuela, sin requisitos de importación, se crean los denominados centros de acopio de combustibles a lo largo de la frontera con Venezuela, autorizando a “empresarios fronterizos” a manejar esos centros de acopio, con capacidad para suministrar gasolinas y diesel al mercado interno y exportarlo a través de ECOPETROL.

6.  En 10 años, esta operación de Join Venture, ha ocasionado a PDVSA pérdidas por unos 100.000 millones de dólares, además de la fuga de información en estudios geológicos de las cuencas llaneras y del sur del Lago de Maracaibo en gas y petróleo.

Uribe planificó y ejecutó una operación de gran escala militar y económica para invadir Venezuela y desalojar el Chavismo. El quería ser el conquistador de Venezuela, pero lo dijo al rumiar su derrota: “ME FALTÓ TIEMPO!!”

Creo que la amenaza sigue latente, la sustracción de petróleo venezolano  se está ampliando, ahora en manos de Juan Manuel Santos.

Las operaciones de guerra desarrolladas por Uribe, han impactado a los pueblos fronterizos. Se percibe una quiebra moral en varios estratos de la población venezolana, agobiados por el desabastecimiento y el terrorismo, caen fácilmente en la oferta del narcotráfico para bachaquear gasolina y toda clase de productos. Se ha incrementado peligrosamente la xenofobia en ambos lados de la frontera, es el mejor caldo de cultivo para la gestación de una guerra civil.

NUESTRA DIPLOMACIA DEBE ACTUAR!!

Colombia necesita nuestro petróleo. Es patética la situación de la industria petrolera, con el agotamiento progresivo de sus campos y refinerías.

NUESTRA VIGILANCIA REVOLUCIONARIA DEBE REDOBLARSE SOBRE PDVSA EN ESPECIAL EN LOS CAMPOS DE BARINAS Y ALTO APURE, TAMBIEN EN LOS CAMPOS DE CASIGUA-EL CUBO!!

NUESTRA JUSTICIA DEBE ACTUAR CONTRA LOS APÁTRIDAS!!  

Caracas, 6 de septiembre de 2014



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Feijoo Colomine


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