Adicción a los combustibles fósiles

Históricamente, el desarrollo de las sociedades humanas se ha basado en el aprovechamiento y beneficio de fuentes energéticas primarias del tipo fósil como el carbón, el petróleo y el gas natural. Lamentablemente, producto de su uso indiscriminado, se ha generado un deterioro ambiental que puede llegar a niveles intolerables si no se toman correctivos oportunos. Evidencias palpables de la degradación del ecosistema mundial son: el calentamiento global, la disminución de la capa de ozono, el efecto ártico y la lluvia ácida, por lo que la necesidad de desarrollar otras fuentes energéticas que reemplacen los combustibles fósiles es cada vez más apremiante.

Esta necesidad es bien sabida por todos y cada uno de los países del mundo, así, la segunda mitad del siglo XX ve el nacimiento de un conjunto de fuentes energéticas armónicas ambientalmente, renovables y/o inagotables, llamadas genéricamente energías alternativas. En la actualidad, existe una búsqueda incesante de formas de aprovechamiento de estas energías que sean factibles técnicamente y atractivas económicamente. La realidad energética mundial exige, irremisiblemente, la búsqueda de alternativas para un mejor, más sano y más justo desarrollo, y son muchos los países que están conscientes de la problemática que en estos momentos nos toca resolver. A propósito de ello, el Presidente Bush, en su reciente discurso anual del Estado de la Nación, indicó que quiere reducir en un 75% las importaciones de crudo de Medio Oriente y que aumentará en un 22% las inversiones en investigación y desarrollo de energías renovables y, por supuesto, en energía nuclear. En la actualidad, sólo el 6% de la energía que se consume en Estados Unidos se genera a través de energías renovables, por ello, Bush, pretende acabar con la dependencia al crudo extranjero.

Éstas afirmaciones del mandatario estadounidense, y hay qué decirlo, han sido recibidas con escepticismo por expertos y ecologistas, al tratarse de una promesa
incumplida por más de tres décadas. Activistas, dirigentes políticos y columnistas opinaron que el discurso del mandatario careció de ideas nuevas por lo que fue catalogado como una arenga repleta, simplemente, de buenas intenciones y cuyas declaraciones responden a la falta de ideas y apoyos de su última legislatura. En todo caso, es importante saber que Estados Unidos, con menos del cinco por ciento de la población mundial, es el primer consumidor de crudo (unos 940 millones de toneladas anuales) y es el principal causante de las emisiones contaminantes a escala mundial, por lo que, debería ser uno de los primeros países en coordinar estrategias serias que coadyuven al tratamiento y mejora del medio ambiente que contibuyen a deteriorar. El actual gobierno de los Estados Unidos mantiene una postura cínica e inmoral ante una situación que nos afecta a todos por igual, sin distingo de color ni de clases sociales. La salud del planeta está en decadencia, la desastrosa muerte de nuestra tierra es algo que nos incumbe a todos pues, nosotros también somos corresponsables de este grave problema, y la solución está en cambiar, definitivamente, nuestro modelo energético de desarrollo por uno que regule los hábitos de consumo, además de impulsar el crecimiento de nuevas y mejores formas de energías, que sustituyan los combustibles fósiles, como es el caso del hidrógeno.

La Revolución Bolivariana de Venezuela con el período de crecimiento de los precios del crudo y las generosas iniciativas promovidas por el gobierno nacional en el sector, permiten dar una respuesta: Petrocaribe, Petrosur y Petroandino con una vocación integracionista regional de nuevo tipo, así como la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), permiten avizorar un futuro promisorio para los pueblos del área, a través de verdaderas investigaciones que visualizen a la Energía Alternativa como medio de sustentación mundial. Tenemos la oportunidad para comenzar a cambiar el orden existente.

hugomoyer@hotmail.com
Prof. Jubilado de LUZ


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*Hugo Moyer Agostini

Ing. Químico (1975). Postgraduado en Macroeconomía, Planificación y Creatividad Aplicada Total. Profesor Titular jubilado de LUZ (1997). Presidente Honorario de la Escuela Latinoamericana y Caribeña de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG). Ha sido el primer Director del Instituto Zuliano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (IZEPES) y del Centro Latinoamericano de Altos Estudios de Gobierno (CELAEG) Ha sido asesor de Rectores de varias universidades, Alcaldes y Gobernadores, así como de la Presidencia de PDVSA y PEQUIVEN. Vive para la POLÏTICA y se resiste a vivir de la política.

 escolagzulia@gmail.com

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