Altas comitivas venezolanas acaban de cerrar una gira mundial buscando frenar la caída de los precios del petróleo. Nos indican que existen diferentes factores que están determinando la tendencia a la baja, pero que no debemos preocuparnos porque ya casi llega el invierno en los países del norte y volveremos a recuperar nuestro ingreso nacional. Otros dirigentes aseguran un poco jocosamente, que aunque el barril baje a 0 $, el gasto social no mermará.
Solo por si acaso, vamos a revisar el entorno internacional para poner en su justa dimensión lo que está ocurriendo y en función de eso prepararnos –sensatamente- para el futuro.
Comencemos por lo que declaran los amos del mundo. Allí incluiremos a algunos de los jefes del G-20, que hace una semana se reunieron en Australia. Solo para recordarlo, el G-20 congrega el 80% del capital del mundo y dos tercios de la población mundial. Podría decirse que de facto son los jefes de la ONU, la verdadera ONU.
David Cameron, primer ministro del Reino Unido:"…Seis años luego del desplome financiero que hizo poner de rodillas al mundo, las luces de emergencia están parpadeando nuevamente en el tablero de la economía global…Los altos índices de desempleo, la caída del crecimiento económico y el riesgo real de la caída de precios son los problemas que enfrentan los países de la zona euro, que se está balanceando al borde de la tercera recesión…Pero si antes, estos problemas estaban equilibrados gracias al crecimiento de los mercados emergentes, ahora estos también se están desacelerando…las negociaciones comerciales globales se han estancado…"
Según explica Cameron en su texto publicado en The Guardian (1), la población europea no está gastando más allá de lo estrictamente necesario para vivir y este patrón de consumo no hace posible que se reactive el aparato productivo capitalista. Recordemos que los europeos han pasado por dos guerras mundiales y ellos sí que conocen bien, eso de apretarse el cinturón.
Los salarios en Europa no han aumentado, las tasas de desempleo son altas, los bancos no quieren prestar a la gente, tampoco quieren invertir y las deudas de los países con las entidades financieras son inmensas.
Solo por hablar de las tasas de desempleo en Francia ronda el 10,2%; en Italia el 12,6%; en Portugal el 13,1%; en España el 23.6%; y en Grecia: 26.4%.
Debido estas tasas de desempleo ha aumentado la cifra de personas dependientes del estado, disparando la deuda de los países miembros (2). Por ejemplo en España el endeudamiento representa el 92,1% del PIB, en Francia: 92,2%; en Bélgica: 101,5%; en Portugal: 129,0%; en Italia: 132,6% y en Grecia la astronómica cifra que ¡casi llega al doble de su PIB: 174,9%!
La fuerte deuda ha golpeado el valor del euro en los últimos meses, provocando una pérdida en el poder adquisitivo de las familias europeas. Estos datos son para aquellos incautos venezolanos de la clase media que piensan “que fino seria emigrar a Europa”.
La diferencia de la crisis del 2008 a la que se avecina en el 2015, es que lo que parecía ser una lenta recuperación de la recesión mundial, era una cortina de humo que generaba China, manteniendo sus niveles de crecimiento. Pero la rueda mundial ha comenzado a ralentizarse, China que había mantenido un crecimiento sostenido de más 10 puntos anuales durante más de un quinquenio (3), en el año 2015 aspira a un modesto 7%.
El mundo podría intentar ignorar a la anciana Europa, pero sus problemas están afectando a sus principales socios comerciales: EE.UU., China y Japón.
Así que según el Presidente de la principal potencia mundial de principios del siglo XX, el juego está trancado y no ven en el futuro cercano que puedan levantar cabeza. En sus propias palabras: las luces de emergencia están parpadeando nuevamente en el tablero de la economía global. Ha llegado el momento de encarar la crisis capitalista de sobre producción.
Pero veamos lo que dijo el presidente ruso, Putin, a la salida del G-20: "Sí, (Rusia) está preparada. Tenemos en cuenta todos los escenarios, incluida la llamada caída catastrófica de los precios de los hidrocarburos, que es perfectamente posible…Ya lo planeábamos, y ahora cuando las condiciones de la coyuntura han empeorado vamos a hacerlo". El jefe del Kremlin ya estaba sobre aviso y ya tenían a la mano los recursos del llamado Fondo de Bienestar Nacional.
Por si fuera poco, las sanciones impuestas por la Unión Europea a Rusia impactan en el crecimiento de los países europeos, especialmente a Alemania. Según la Oficina Federal de Estadísticas de Alemania, entre enero y agosto de 2014 las exportaciones alemanas hacia Rusia bajaron el 16,6% en comparación con el mismo período del año pasado. Aunque las medidas de respuesta rusas contra Europa estaban dirigidas al sector alimenticio, resultaron afectadas la industria de la maquinaria y automotriz, los pilares de la industria alemana, que cayeron respectivamente el 27,3% y el 17,2%.
Como últimos datos diremos que Japón, la 3ra economía del mundo, ha entrado en recesión técnica al contraerse un 1,6% debido a la contracción del consumo y que Estados unidos no ha podido remontar el 10% de desempleo desde la crisis financiera del 2008.
Hasta aquí comentamos lo que le pasa a la maquinaria capitalista mundial. Recesión a la vista, desaceleración de los chinos, recrudecimiento de la crisis económica en Europa.
Pero después están todas las zancadillas y triquiñuelas entre los actores del petróleo. Primero están los gringos inundando el mercado con los barriles de producción temprana de los llamados esquistos. De esta forma “revientan” al gobierno venezolano, al bajar los precios sobre un margen muy estrecho de 60 $, el precio en el cual calculamos el presupuesto nacional 2015. Recordemos que el gasto se compone de la aprobación de un presupuesto nacional, más varios préstamos adicionales que la Asamblea Nacional otorga a lo largo del año.
Mientras las comitivas venezolanas recorren el mundo para frenar la caída de los precios del petróleo, los saudíes trasgreden la cuota Opep, a fin de inundar el mercado y bajar los precios a un nivel en que la explotación de los esquistos gringos se haga inviable y se vean obligados nuevamente a comprarles a ellos. Es decir, si sacar un barril de petróleo de los esquistos gringos cuesta 55 $ y el precio baja de ese nivel, los EEUU se ven forzados a bajar sus expectativas y a seguir comprando a los saudíes.
Después está el Estado Islámico, que ha comenzado a explotar algunos yacimientos iraquíes y afganos y venden gandolas de crudo a quien quiera comprarlos, a precios irrisorios de 20 $ por barril.
Y así marcha el mundo: una crisis de sobre producción y un mercado inundado de petróleo. Las expectativas: una crisis similar o peor a la del 2008, cuando los precios del petróleo se desplomaron de 140 a 40 $ por barril.
Mientras tanto, la revolución luce distraída en las elecciones parlamentarias del 2015. En si Chino y Nacho cantaran en el Festival de la Alcaldía de Caracas.
¿No sería un buen momento para alertar a los revolucionarios? Para asomar el escenario de caída “catastrófica” de nuestros ingresos? De suspender los gastos suntuarios e innecesarios de la navidad y apertrecharnos a los meses que vendrán? De re calcular el presupuesto a 30 $ el barril por si las moscas?
El cielo encapotado anuncia tempestad.