I.
Acaba de decir nuestro camarada Nicolás Maduro, Presidente Obrero: "Los enemigos de la Patria se frotan las manos creyendo que la caída de los precios del petróleo, detendrá la revolución o paralizará las inversiones. Pues no”
Y desde la Clase Obrera decimos que esa caída (obligada) de los precios del petróleo en el mercado internacional, que ya va en 40% y que pudiera descender por debajo de los 50 $/barril, representa una oportunidad para el Despegue de la Revolución rumbo a la Soberanía que plantea el Plan de la Patria.
Llegamos a la chiquitica.
Por un lado, se hace evidente la contradicción en mercadeo, tal como criticó Ali Primera, el Padre Cantor de la Revolución en “Ahora que el Petróleo es nuestro”:
Nosotros lo trabajamos
nosotros lo refinamos
señores a esa comedia
la gracia yo no le veo
que nosotros trabajemos
y ellos con el mercadeo
Por el otro, se cumple lo que tanto dijimos en nuestras conferencias contra la guerra mediática: “Preparémonos porque los capitalistas y los imperialistas, que son los que ponen precio injusto al Petróleo, Hierro, Aluminio, Oro y Alimentos, le pondrán precio de gallina flaca a nuestras riquezas, empezando por el Petróleo”. (Alexis Adarfio en IUTEB de Cd. Bolívar, 14-02-2014).
En la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, la OPEPa diría Ali Primera, como era de esperarse, no hubo consenso para recortar la oferta petrolera, que se planteó para recuperar los mercados y el precio del crudo venezolano.
II.
La disminución de la Renta Petrolera no es para echarnos a morir. Hace un siglo ni Venezuela ni el mundo vivían del Petróleo. Hoy día en el mundo existen países que no tienen Petróleo y viven con el mayor Índice de Desarrollo Humano, por ejemplo Suiza.
Hacen 40 años cada pueblo de Venezuela producía con calidad el 80 % de lo que consumía, aunque no se reflejará en el PIB. No es una fábula. Para muestra recordamos nítidamente en Paraguaná: la ropa casual que hacia Ana Julia (Tumaruse), los trajes para fiesta de la tia Adelina (Amuay), los muebles y las urnas fabricadas por Don Pancho Hernandez (Varacara), las sillas, puertas y ventanas de madera de cardón donde Charo Molina (Moruy), los dulces de Margarita Díaz y Ana Josefa (Moruy), las botellas de leche que distribuía Esteban Marín (Varacara) y los Bermúdez (Buena Vista), los sombreros y chinchorros de Diosa Laguna (Caseto), los artículos de Cuero como zapatos, correas, sillas de montar, cartucheras y carteras que elaboraba Juan de Mata Manaure (Santa Ana), las tejas que hacían en Charaima, las lanchas de Tacuato, las alpargatas de hilo que tejía Higinia Cuauro (Sicaname), el jabón que de la mata de Yabo sacaban la familia Gómez (La Sabana), el tabaco que preparaban las Romero (Tumaruse), también salía el combo de Auyama, Pira, Pepino y Jojoto en cada conuco, así como los remedios que siempre hacían en cada casa. Honor y gloria a toda esa gente.
Revisemos nuestra historia familiar y encontraremos que aquella Paraguaná, estaba en toda Venezuela con distintos nombres: Guasipati, Tumeremo o Upata y estaba produciendo para vivir.
Eran tiempos del Sistema Económico Comunal basado el trabajo, sistema que fue desplazado por el Sistema Económico Global basado en el dinero, que llegó desgraciadamente con el boom Petrolero para hacernos la guerra económica, siendo su máxima el “Ta barato, dame dos” cuando existía un puente aéreo con Miami.
Esta historia llana nos dice que el pueblo venezolano tiene el potencial para salir victorioso ante la Caída del Petróleo.
III.
El Despegue de la Revolución lo garantizan: la historia como pueblo trabajador, la disposición a tener Patria Soberana, las inmensas y diversas riquezas que tenemos en nuestro territorio, el Plan de la Patria que nos legó el Comandante Eterno, Hugo Chávez y la voluntad política del Presidente Obrero, Nicolás Maduro.
Algunas ideas básicas para el despegue en la próxima entrega.