Recado al gobernador Vielma Mora, No al aumento de la gasolina

Oyendo al gobernador Vielma Mora, en su programa radial del lunes 17 de julio de 2017, de pronto abrió un segmento dedicado al aumento del precio de la gasolina en Venezuela.

Percibo con verdadero asombro su análisis económico, político y social entorno a su exigencia de subir el precio del combustible, proponiendo un aumento 300 veces SU VALOR DE COMERCIALIZACIÓN, acompañada de un conjunto de adjetivos como que los venezolanos somos derrochadores, que se la regalamos a los colombianos y de paso nos las regalan, entre otros argumentos, como el de comparar el precio de la gasolina con una lata de cerveza, o frasco de agua mineral, etc.

Ya no abrigo dudas acerca de la desviación neoliberal del pensamiento de este alto funcionario, quien como aprendiz de hechicero, trata de incursionar nuevamente para golpear, la ya maltrecha economía venezolana a causa de las agresiones de las trasnacionales petroleras, para mantener bajos los precios del mercado, quebrarle el brazo a la OPEP y agredir la economía rusa, la iraní y sobre todo a la nuestra, por su alta dependencia respecto a la economía norteamericana.

El pensamiento científico de los socialistas, nos permite introducirnos en el ejercicio de la "Crítica de la Economía Política", desarrollada por Karl Marx hace 150 años, como guía para la acción para los procesos anticapitalistas que deben abrir paso al SOCIALISMO. Pueden ustedes consultar dos de los más leídos textos, el del ruso P. Nikitin y el de la venezolana Pascualina Cursio.

Ya Vielma nos aplicó su receta neoliberal el año pasado, cuando gestionó la instalación de unas ilegales cinco bombas de gasolina llamadas eufemísticamente Estaciones de Servicio Alternativo ESA, que fueron inauguradas con un PVP de Bs. 300 el litro, mientras las restantes 93 estaciones, que funcionan en el territorio tachirense se cobra el precio estipulado por Resolución publicada en Gaceta Oficial, necesario al pueblo venezolano como valor de uso. Quien quiera sea el funcionario que fijó ese precio, en este caso el Ministro Delpino en el uso de sus atribuciones por su competencia, lo hizo por petición del gobernador Vielma, bajo el espejismo de venderle gasolina a los colombianos que con sus vehículos con registro matricular de Venezuela, suben de Cúcuta a San Cristóbal. De paso, en abierta violación a esa resolución, esas estaciones, son propiedad de prominentes oligarcas y furiosos opositores a la revolución chavista.

Las casi cien estaciones de servicio existentes en el Táchira, deberían estar administradas por las Comunas en aplicación de la Ley del poder económico de las comunas, con el objetivo de garantizarles recursos adicionales para la inversión social en empleo y mejoramiento de la calidad de vida en el territorio comunal que seguramente será ordenado por la nueva Constitución próxima a ponerse en vigencia. Fue uno de los sueños del Comandante Chávez, directriz económica incumplida por la burocracia petrolera.

Es obligación del gobernador Vielma informar verazmente. Debe hablar con la verdad!! Es falso que el costo de producir un litro de gasolina cueste Bs. 250. Es falso también que se encuentra subsidiada!! Si desea un aumento fiscalista por el uso de energía. Tal figura no existe en el código tributario.

Por el conocimiento científico que tengo sobre este asunto, yo pago el precio justo por ese producto de uso necesario para la vida. NO ME LA REGALAN!!

Lo hemos dicho antes y lo repetimos para refrescar la memoria: un barril de petróleo refinado cuesta producirlo a PDVA, catorce dólares (USD$ 14,00). Siete dólares por extraerlo y siete dólares por refinarlo, incluido el costo del etanol, como aditivo importado. En bolívares, a la tasa oficial de Bs. 52 por dólar, ese barril refinado cuesta hoy, Bs. 728, por tanto un litro de refinado bajo la óptica neoliberal, cuesta Bs. 4,18, pero ésta no es la cuenta, porque sucede en la realidad otra operación matemática más compleja, porque el barril refinado se comercializa una parte en bolívares y otra en dólares, también los subproductos tienen al menos nueve precios de comercialización, asi es como en materia petrolera se defiende el poder adquisitivo del bolívar.

De un barril (1) refinado resultan 174 litros de sub-productos comerciales en distintas proporciones: gases etano y propano; nafta o gasolina de distintos octanajes, diesel, kerosene y kerosina; aceites lubricantes de variada densidad, grasas lubricantes, asfalto y coque.

Nueve sub productos, de los cuales PDVSA internacionalizó a un promedio de 1,5 dólares el Precio de Venta al Público PVP de siete de esos subproductos por unidad de consumo, obteniendo noventa dólares (USD$ 90,00) por la comercialización de 60 de los 174 litros obtenidos en el proceso de refinación, según Resolución publicada en Gaceta Oficial desde el 01/01/2012, lo que origina una utilidad de setenta y seis dólares (USD$ 76) a PDVSA por barril refinado, fuera de costos de extracción y refinación. Objetivo chavista: colocar en el mercado internacional menos crudos y más refinados.

El mercado interno de combustibles se reduce a un costo de transporte, distribución y mantenimiento de los llenaderos y 8.000 estaciones de combustible y administrar una demanda anual de 100 mil millones de litros, a precio promedio de Bs. 3 por litro, resultante de Bs. 6 la alta y Bs. 1 la baja, resulta que los venezolanos aportamos aproximadamente 300 mil millones de bolívares al año, es la cuenta que debe sacarse en bolívares y no en dólares.

PDVSA no puede dolarizar el precio de las gasolinas y diesel para el transporte terrestre y aéreo y marítimo que circula en el territorio nacional. Por tanto esa actividad debe remunerarse exclusivamente en bolívares, aunque aplicó un PVP en bolívares a algunos subproductos, ajustándolos a un convenio cambiario con el Banco Central de Venezuela de Bs. 52 por dólar. La actividad especulativa que tiene lugar en los comerciantes de lubricantes en Táchira y Zulia, ofrece en violación a la ley, la venta de lubricantes hasta con un mil por ciento de exceso al PVP que otorga PDVSA al mercado mayorista.

Por ejemplo, un litro del aceite de 50ºAPI, el más común que utiliza el parque automotor de Venezuela, debería costar a cualquier venezolano Bs.300, pero se vende hasta en Bs. 6.000, esta es la más grave distorsión del mercado de lubricantes en la frontera, que usted, con su autoridad, debería atender.

Gobernador Vielma, cordialmente lo llamo a la reflexión, deje al margen la economía fundamentada en el mercado capitalista y asuma el enfoque de la economía socialista, libre de la tutela del dólar y de la dependencia de los Estados Unidos.



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Feijoo Colomine


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