Sin lugar a dudas que el enrarecido ambiente político nacional, junto a los angustiantes problemas económicos que padece el venezolano a diario, no dejan espacio a la discusión de los grandes temas nacionales.
Probablemente, a la vocería política no le interesa priorizarlos porque son precisamente estos temas, por la forma en que se aborden, los que definen la visión de país que prevalecerá al final de este laberinto.
Sobre ésto, dice mucho el hecho de que ya sea normal la expresión de "la anterior Administración", en boca de los mas connotados voceros del madurismo, para referirse en términos negativos o peyorativos al gobierno revolucionario del Presidente Chávez.
Así, ante el silencio inexplicable de los lideres históricos del Chavismo, el período del Presidente Chávez, ha quedado estigmatizado como la "anterior gestión", donde "se era permisivo con el narcotráfico", "campeaba la corrupción", "se hacían menos casas, pero mas caras" y resultaba mas fácil gobernar porque era "una revolución a cien dólares el barril".
Todas son afirmaciones inciertas, injustas y cobardes, porque el Comandante no está vivo para defenderse y poner las cosas en su sitio; son lamentables en la medida que buscan justificar los desaciertos del madurismo en la conducción del país; y terminan siendo tristes, porque son hechas por un gobierno que aún usufructúa de la figura del Comandante para obtener el apoyo del pueblo.
Al final, Chávez tiene pocos que lo defiendan. Yo lo seguiré haciendo, lo defenderé a él y a su obra, a cualquier costo, pase lo que pase en lo político o en lo personal. No quiero que quede olvidado y solo en el Cuartel de la Montaña, como le sucedió al Presidente Medina Angarita, sepultado en el ostracismo de la miseria adeco-copeyana.
La "cuestión petrolera" como titulara una de sus obras (de obligatoria lectura), nuestro amigo y respetado Dr. Bernard Mommer, es uno de estos temas nacionales, del que no se discute, pero que sin embrago, el gobierno se ha dedicado a desmontar y vulnerar en silencio, a escondidas, de manera sistemática, en medio del caos generalizado en el país. Ya lo he denunciado y he advertido sobre lo que sucedería, con sus lógicas consecuencias para el país.
La situación de PDVSA, el desmantelamiento del que ha sido objeto y su consecuente colapso en la producción de petróleo, es una condición "sine qua non", necesaria, para entregar el manejo de nuestros recursos naturales, petróleo y gas, al sector transnacional.
Debilitar o desmantelar a nuestra empresa nacional, PDVSA, deja al país en manos de las transnacionales. Sería para nuestra defensa integral, el equivalente a desmantelar al Ejército Nacional. Si, por razones de intereses de grupos o "lealtades al madurismo", se persiguiera a los oficiales Chavistas, patriotas; se les encarcelara y se cambiaran los mandos naturales de la Fuerza Armada Bolivariana, probados en todas las batallas en defensa del proceso Bolivariano y la Constitución; y, en su lugar, se entregasen los comandos de tropas o unidades de combate a civiles: abogados, especialistas en redes sociales, etc., o las unidades misilísticas y los "sukoys" se entregaran al "control de los soldados", en un claro acto de desconfianza hacia la oficialidad; tendríamos en poco tiempo el colapso operacional y el desmoronamiento en la unidad de mando de los componentes militares, debilitando la defensa del país y dejándolo vulnerable a cualquier agresión.
Decía un buen amigo, que "los ejemplos, son la claudicación de la inteligencia", pero a veces, un axioma matemático o un tema aparentemente incomprensible, necesita ser demostrado a través del absurdo, luego de lo cual el mismo resulta obvio o fácil de entender. Esa situación hipotética en la Fuerza Armada, descartada por carente de sentido (ojalá a nadie se le ocurra hacer algo así), es un extraordinario ejemplo para demostrar lo que ha pasado en PDVSA.
Luego que el madurismo persiguió y encarceló a mas de cien cuadros operacionales de la industria, que ha estigmatizado como "corruptos" a nuestros trabajadores: los que enfrentaron y derrotaron el sabotaje petrolero; que ha defenestrado y desmantelado a nuestra Nueva PDVSA Roja Rojita, la de la "anterior Administración"; luego que colocaron al frente de las operaciones y comandos de la empresa, a personas sin ningún tipo de conocimiento, ascendente o liderazgo entre los trabajadores: administradores de edificios, abogados, especialistas en redes sociales, etc. Luego de esa "razzia" en la industria, PDVSA ha colapsado, la producción ha caído como nunca en nuestra historia, las refinerías operan a mínima capacidad; sus trabajadores, técnicos, especialistas, jóvenes, abandonan por miles la empresa, en desbandada. Un desastre.
Ahora PDVSA, no es capaz de operar, de extraer suficiente petróleo, ni de procesar y refinar ni siquiera para abastecer el mercado interno; tampoco, de exportar por sus propios medios, ahora, no es capaz de captar la renta petrolera internacional (antes era un hecho cotidiano), con un precio que ya está rondando los 70 dólares el barril. ¿Qué esperaban?, ¿algo distinto?, desarmaron el reloj, la maquinaria, y ahora no saben ponerla a funcionar, botaron las piezas. No es sencillo, golpearon el corazón de la patria.
Ahora, el Presidente firma decretos entreguistas, da plenos poderes al ministro-presidente para que le de la estocada a la empresa, grita y pide ayuda a los operadores políticos que han desmantelado la industria y al final, llama a las empresas del mundo, de la OPEP, Rusas, Chinas a que vengan a reconstruir, lo que él mismo destruyó. Nuestro petróleo esta en bandeja de plata.
Creo que el país debe abrir una discusión acerca de qué pasó en PDVSA. El madurismo asegura que "la anterior administración destruyó a la empresa"; nosotros podemos demostrar, y es información pública, que entregamos a PDVSA como la quinta empresa petrolera del mundo; una empresa cuyos resultados auditados a diciembre de 2013 reflejaron una empresa de 231.120 MM$ en activos y 84.486 MM$ en patrimonio, con un superávit (ganancia) de 12.907 MM$, sólo para hablar de sus fortalezas técnicas, sin mencionar sus capacidades operativas y políticas. ¡Abramos la discusión, me parece necesaria y justa para el país!
En un acto de soberbia que quedará para la historia, el Presidente, en vez de asumir su responsabilidad, reconocer los errores y convocarnos a los que somos capaces de reconstruir la empresa, prefiere entregarla a las transnacionales. Se insiste en cometer un grave y costoso error.
Las consecuencias de tanta irresponsabilidad las paga el pueblo; en la economía, en su calidad de vida, en la vida diaria, el día a día; pero el madurismo siempre tendrá una excusa: "la caída del precio del petróleo", "la corrupción", "la conspiración", etc. Nadie asume sus responsabilidades, peor aún, nadie critica, discute, rectifica, por eso, nada cambiará, mientras ellos sigan al frente de la conducción del país.
Sin embrago, "mientras el palo va y viene", como titulaba nuestro entrañable Aquiles Nazoa, reconozco mi papel en la discusión política y mi responsabilidad de explicarle al pueblo, sobre todo a los mas jóvenes, cuales eran las ideas e intenciones del Comandante Chávez: sus planes, sus motivaciones, puesto que llegará el momento en que podremos ponerlas a andar, retomar ese camino, aprender de errores y aciertos, rectificar lo que haya que rectificar, para avanzar.
El Presidente Chávez era un hombre de pensamiento estratégico y una visión de país que, aunque la oposición política ha aprovechado los errores del madurismo, para endilgárselos a la "gestión anterior", es decir, a Chávez, sigue teniendo mas vigencia que nunca.
No soy el único que puede asumir esta tarea, podríamos hacerlo todos; porque tenemos la fortuna de que el Presidente Chávez siempre tuvo la urgencia de hablarle al país, explicar sus ideas, sus razones, siempre con mucha honestidad, así que, bastaría con que trabajemos juntos en escuchar y revisar lo que Chávez decía, sin "cortes comerciales", sin censura, sin manipulaciones, ir a su palabra, al contexto de las mismas, a sus razones. Sus discursos, programas y videos, su obra y ejemplo, son una fuente inagotable de ideas políticas, de ideología, ética, planes y proyectos. Era un gran Jefe de Estado.
Hoy día, reivindicar al Comandante Chávez, luchar por defender su gobierno, su obra, retomar su camino, resulta un acto de lealtad, honestidad y consecuencia revolucionaria. Esta tarea tiene la urgencia de evitar que todo siga retrocediendo al infierno, que sigamos en este caos.
Para los que estuvimos en la "gestión anterior", resulta el único deber que tenemos para con el líder, el hombre que entregó su vida a favor del pueblo. Ser leales a Chávez, a su palabra, a su obra, es ser leales a ese pueblo, paciente, esperanzado, es ser leal a esos millones de niños que nacieron y crecieron en revolución, y que ahora salen del país, mueren en el barrio, en las calles o son presa de la desesperanza y el rencor de no ver perspectivas de futuro en su patria.
Cada quien puede hacerlo en su área de experticia, de conocimiento, en su experiencia propia en revolución. En mi caso, aunque desempeñé innumerables tareas y misiones de todo tipo, el mayor aporte ha sido, en el desarrollo y despliegue de nuestra Política Petrolera, y en la recuperación y fortalecimiento de nuestra Nueva PDVSA, la Roja Rojita.
En el sector petrolero tengo toda la información de lo que digo debidamente soportada, respaldada en documentos: puntos de cuenta, decisiones, instrucciones, por lo que puedo hablar y comentar con bastante autoridad, conferida por cierto por el mismo Comandante Chávez en las distintas responsabilidades y tareas asignadas y ganadas en el campo de batalla de los hechos concretos, durante doce años de trabajo a su lado, en una gestión y una política verdaderamente exitosa, que permitió sostener nuestro proceso de cambios, nuestra economía y garantías sociales, en permanente crecimiento por mas de doce años de bienestar para el pueblo, para todo el país.
Tengo todos los datos e información a buen resguardo, desde que tuve la premonición de que algo no andaba bien luego de la muerte del Comandante y de la manera como comenzó a conducirse el madurismo, de allí la precaución que tomé en resguardar información que, no sólo es estratégica para el Estado venezolano, sino que es el respaldo a mi gestión de mas de doce años al frente de este sector estratégico y una fuente muy importante de elementos para cuando llegue la hora de poner las cosas en su sitio, en la conciencia nacional.
Desde el inicio del primer período de este gobierno, a pesar de mis intentos de apoyar, contribuir, aportar como siempre lo hice al lado del Comandante, servir al Estado Venezolano, comencé a ser testigo de conductas y posiciones, cuando menos extrañas en el madurismo; comenzaba a desplegarse con fuerza, como si fuera parte de un plan, una estrategia de ir desplazando a los Chavistas, comenzó el ejercicio de una política con otros códigos, otra ética, extraña a la de Chávez; una gestión del gobierno marcada por la improvisación, la falta de rigurosidad, estudio y comprensión de los problemas y de las consecuencias que tendrían para el país la postergación de decisiones, sobre todo en el ámbito económico.
Fue sorprendente la cantidad de errores que, uno tras otro, se comenzaron a cometer en la conducción del país, siempre subestimándolos, o peor aún, sin importar mucho las consecuencias.
Me costó aceptar el hecho de que éste era otro gobierno, lejos de nuestros principios e ideas. En nombre de la disciplina y unidad, dedicamos mucho tiempo y esfuerzo a tratar de que el madurismo hiciera bien las cosas, en la economía, la industria petrolera, el gobierno, etc. No fue posible. Autocríticamente debemos reconocer que se aprovecharon y, lo siguen haciendo, de la ingenuidad y honestidad del Chavismo, de todos nosotros; el madurismo es otra corriente política, reformista, autoritaria, una especie de populismo de derecha, que está dispuesto a hacer y a entregar lo que sea (como lo ha demostrado), para mantenerse en el poder.
Este error de apreciación del Chavismo, este errado cálculo político de sus dirigentes históricos, del PSUV, de los partidos de la revolución, le está costando muy caro al país, hemos sufrido una derrota estratégica en términos del socialismo y la revolución bolivariana (ojalá me equivoque) pagará un alto precio ante la historia, ante el pueblo.
De allí la imperiosa necesidad de abrir la discusión política, una correcta evaluación de lo que ha pasado e iniciar la recomposición del Chavismo, sin sectarismos, sin intereses de grupos que intermedien con los intereses generales del pueblo; se debe dar paso a una dirección revolucionaria, unitaria, que abra paso a un proceso de rectificación.
Hace bastante tiempo que Chávez le hubiese quitado a Maduro la conducción que él mismo le dió, el Presidente Chávez siempre revisaba sus propias decisiones, jamás impuso sus criterios u errores por sobre el interés del pueblo. Lo demostró muchas veces en las profundas autocríticas a su gestión que el mismo hacía frente al país.
Hombre en llamas…
Escribiendo estas reflexiones con la intención de hablar sobre la Faja Petrolífera del Orinoco y explicar al país la idea original, la motivación para haber asumido este proyecto como el proyecto bandera del gobierno del Presidente Chávez, mientras, al mismo tiempo hacia seguimiento a las noticias del país, recibo el anuncio de la decisión del presidente Maduro de liberar presos políticos "para contribuir a la paz en la Nación" y "cumplir con su palabra".
No está claro dónde ni a qué cosa se comprometió el madurismo durante las conversaciones y pactos con la oposición. Nadie sabe de donde salió esta iniciativa, ni si forma parte de cualquier otro Plan, que, como siempre sucede en este gobierno, es secreto.
Yo he tenido familiares y compañeros prisioneros políticos en el San Carlos, La Pica y otras instalaciones militares durante los años duros de represión de la IV República, conocí compañeros que pasaron 12 años secuestrados, sin juicio, otros, muertos y desaparecidos. De manera que siempre he apreciado el valor de la libertad y despreciado el abuso del poder, los secuestros, los rehenes y crímenes políticos, la persecución de las ideas.
Mientras revisaba los detalles y vi las declaraciones, la cara de los voceros, me vino de inmediato a la mente la imagen espantosa de Orlando Figuera, el joven que fue asesinado de una manera salvaje por parecer Chavista, por su color, "El Hombre en Llamas", imagen que debería ser, para siempre, una denuncia a la violencia, la intolerancia y el silencio cómplice, el relato de la madre que no podía entender por qué habían hecho algo así a su hijo.
Igualmente, no puedo olvidar el rostro de un hombre del pueblo, miembro del "Comité de Víctimas de la Guarimba", padre de Elvis Durán, joven venezolano "degollado", cuando tuvo la mala suerte de pasar por donde los violentos colocaron una "guaya" para asesinar Chavistas, tal como había indicado uno de los señores beneficiados por la gracia presidencial.
Los rostros, nombres, historias de los mas de 130 venezolanos y venezolanas asesinados, hijos de esta tierra, jóvenes la mayoría, unos involucrados en el conflicto, otros muchos transeúntes inocentes, en medio del caos y del festín de la violencia.
Muchos de los liberados ahora, están vinculados a estos episodios de violencia y al sector de la oposición. La mayoría estuvo retenida, sin juicio, de manera arbitraria, sin derecho a la defensa, sin el debido proceso. Un extremista que manda a degollar motorizados, y hace resistencia armada a su arresto, los jefes políticos que instigaron la violencia, el operador violento de la "guarimba", el inocente y otros, todos salen en el mismo saco, igualados por la gracia presidencial.
Aunque, para dar apariencia de separación de Poderes, los voceros de la acción gubernamental son de la llamada "Comisión de la Verdad", que hace lo que le ordena el madurismo, calla o habla a conveniencia, condena o perdona, es evidente que en Venezuela no está garantizado el Estado de Derecho, ni el debido proceso, ni el derecho a la defensa, ni un juicio justo.
El juicio es justo, en la medida en que sea justo para el implicado en la acción criminal, pero justo también para la víctima o víctimas de la acción criminal.
Por conveniencia política se cerró de un plumazo un episodio político terrible de mucha violencia e impunidad en el país, que costó la vida a tantos jóvenes, y donde se produjo todo tipo de actos criminales, de odio político: linchados, quemados, muertos con objetos lanzados de edificios, baleados por fuerzas paramilitares, por fuerzas del orden público. Todo quedará sin justicia, sin explicación, sin que se sepa la verdad, lo inútil de tantas muertes, los responsables.
Quiero elevar mi pensamiento y respeto a las familias de todos los venezolanos muertos, asesinados, sacrificados en nombre de la intolerancia, de la violencia política. Fueron utilizados para objetivos políticos que nadie conoce y que aparentemente se "zanjaron" en negociaciones secretas. Los muertos los puso el pueblo, del color que sea.
Mientras la medida favorece a presos políticos de la oposición, en aras de la "paz de la Nación", cabría preguntarse si también serán favorecidos presos políticos del Chavismo, o Chavistas presos por motivaciones políticas, aunque estén acusados de supuesta "corrupción o conspiración", que es la manera como el madurismo califica a los Chavistas que persigue por razones políticas.
¿Saldrán libres el Mayor General Rodríguez Torres, los compañeros Jesús Luongo, Nélida Izarra, Gladys Parada, Gustavo Cárdenas, Pedro León, Eulogio Del Pino y tantos, cientos de Chavistas, trabajadores secuestrados, sin juicio? ¿Saldrá libre el general Baduel? ¿Saldrán libres los oficiales, profesionales y tropa secuestrados, nadie sabe dónde, ni cuántos, ni por qué, señalados genéricamente de "conspiradores"?
Sólo espero que los chavistas e inocentes que están presos corran con la misma suerte que los presos opositores, que los señores banqueros. A esta altura de las cosas, no se sabe bien a quién le teme mas el madurismo, si a la oposición violenta o al Chavismo.
Nunca mas debe haber seres humanos sacrificados en el altar de la violencia, la intolerancia y los acuerdos políticos. Ojalá nuestra sociedad pueda recomponerse espiritualmente, sanar el alma, condición indispensable para la reconstrucción del país.
Con Chávez Siempre, ¡Venceremos!