A pesar de la severa amenaza sobre PDVSA de parte de los Imperialistas, las decisiones que se están tomando para afectar la producción y exportación petrolera sobre Irán puede evitar que seamos más impactados que lo que estamos. Ya durante el gobierno de Obama se cortó un (1) millón de barriles diarios de la producción de Irán.
Trump ya ha emitido una orden a sus aliados que a partir del 4 de noviembre del corriente dejen de importar petróleo iraní. Se ha comunicado con Japón para este fin, aunque los analistas de Bloombeg predicen que estas sanciones productos de la salida de EEUU del acuerdo nuclear con Irán, serán más difíciles de lograr, debido a que EEUU no cuenta con el completo apoyo de la Unión Europea, Rusia y China. Con estas acciones el precio de los marcadores WTI y el Brent han aumentado 3% hasta 77 US$ por barril, esto en el marco de una caída de los inventros mundiales de petróleo, la predicción de la caída continua de la producción de nuestro país Venezuela, y los efectos temporales de contingencias en Libia, Angola Canadá y Nigeria que suman una caída de 600.000 BPD que la OPEP debería agregar según el último acuerdo.
Tomando en cuenta este escenario EEUU a través de su secretario de Energía está haciendo lobby con Arabia Saudita y Rusia para que produzcan más petróleo para evitar el aumento desproporcionado de los precios y sus consecuencias políticas ya que el precio de la gasolina en ese país continua en ascenso previo a la temporada alta vacacional.
CNBC explica que tanto Rusia como Arabia Saudita no van a poder proporcionar los volúmenes necesarios que neutralicen los efectos geopolíticos con Irán, las pérdidas de potencial de producción en algunos países OPEP, y la disminución significativa de la capacidad excedentaria mundial de petróleo, por lo que se espera un aumento de los precios del petróleo que induzcan a una caída de la demanda en ciertas regiones del mundo.
Por el momento PDVSA podría verse beneficiada ya que EEUU está dando prioridad a su agenda geopolítica en el Medio Oriente y puede retrasar sus acciones contra la Revolución Bolivariana, aunque continue su lobby en Ecuador y Brasil contra nuestra Patria. El objetivo del Imperialismo en Venezuela es derrocar la Revolución Bolivariana a través de su aislamiento al ser insostenible el aporte de Petrocaribe a la unidad e integración Latinoamericana. Así mismo, el derrocamiento de la revolución bolivariana sería la destrucción temporal de la idea del socialismo como modelo alterno al capitalismo y, el deterioro de los partidos revolucionarios ante los ojos de las masas populares revolucionarias.
