El domingo pasado el ex ministro de finanzas Rodrigo Cabezas fue tendencia nacional (opositora) en twitter a raíz de unas declaraciones que dio sobre el Plan de Recuperación Económica del Presidente Nicolás Maduro. Entre otras cosas, criticó el Petro como una forma de especulación financiera que promueve la ganancia fácil y rápida en el minado de criptomonedas para ganarse unos dólares sin ningún esfuerzo productivo, y considera que este enamoramiento con el minado no es propio de los socialistas. Además dijo que el petróleo enterrado en el subsuelo no tiene valor, y por tanto, el Petro no tiene valor.
Es cierto Rodrigo, el petróleo en el subsuelo no tiene valor, pero creo que te faltó un pequeño detalle. Te faltó explicar que el petróleo enterrado no es capital, pero sí es riqueza. Si fuéramos un poco más explícitos pudiéramos evitar que la derecha y la burguesía parásita venezolana utilicen esas declaraciones para seguir manipulando a la población, a sabiendas de que son precisamente ellos los campeones del capitalismo rentístico, de la especulación financiera, y de la ganancia fácil y rápida.
No pienso defender ni atacar aquí el Plan de Recuperación Económica del Presidente. Amanecerá y veremos. Pero creo que si en 20 años los ministros y ex ministros que se consideran socialistas no fueron capaces de derrotar a los enemigos externos e internos para superar el capitalismo rentístico, y así poder producir y distribuir caraotas para alimentar a toda la población, entonces no es muy difícil entender que la revolución fue derrotada, al menos en esta primera oleada chavista.
El ex ministro Cabezas sabe que el petróleo enterrado en el subsuelo es una riqueza natural codiciada por las transnacionales. Por eso estamos en guerra permanente con ellas. ¿Que no tiene valor? Es verdad. No tiene valor económico, pero es un recurso económicamente extraíble, procesado, transportado y empleado como energía para motorizar el sistema capitalista a lo largo y ancho del mundo. De allí su valor estratégico. Tiene un valor intrínseco. Y resulta que está debajo del subsuelo venezolano, y la propiedad de este recurso está amparado por el derecho internacional burgués que reconoce que los recursos naturales ubicados en el subsuelo de cada país son suyos.
Es bueno aclarar que en una sociedad socialista mundial sin fronteras esto no sería posible porque todos los habitantes del planeta tendrían acceso, o derecho, a todos los recursos naturales, que una vez explotados serían distribuidos conforme a sus necesidades, y por tanto, la ganancia fácil como las regalías o renta petrolera no existiría. Ganancia que por cierto, durante cien años no llegó al pueblo venezolano, sino que la disfrutaban las transnacionales y la oligarquía parásita local entreguista. Hasta que llegó Chávez y mandó a parar.
Pues sí, el petróleo enterrado debajo del subsuelo no tiene valor económico porque aún la clase trabajadora de PDVSA u otras empresas no han empleado su fuerza de trabajo para crear valor económico, toda vez que sabemos, claro está, que es el trabajador y las trabajadoras los únicos que crean valor económico. En otras palabras, el petróleo en el subsuelo aún no tiene valor agregado por parte de los trabajadores.
Pero al igual que el suelo, es un medio de producción no producido por el ser humano. Es energía fósil que ayuda a producir valores de uso, y tiene un valor potencial para ser explotado por nosotros, agregarle valor, y luego venderlo en el comercio internacional y captar aún más valor, no creado por nosotros. Es decir, transferir valor desde otros países que no cuentan con suficiente energía para satisfacer sus necesidades, ya sean estas reales o creadas. Y esto depende del grado de monopolio que se ejerza sobre el recurso natural. Esto quiere decir que vendemos el barril de petróleo a un precio por encima de su valor, por encima de su valor de cambio. Por eso hablamos de dinero fácil. Por eso hablamos de burguesía parásita que han estado zamureando este dinero por más de 100 años, empezando por el vago de Lorenzo Mendoza y los suyos.
Como podemos observar, no hemos superado la economía rentística. Todavía dependemos del valor estratégico que tengan nuestras reservas de petróleo. Fernando Travieso nos lo recuerda cada vez que lo entrevistan: "Una empresa vale por la cantidad de reservas que tiene certificadas y no por la cantidad de ingresos que tiene al año. Los analistas en las bolsas mundiales le dan más valor a la cantidad de reservas que tiene una empresa que a la cantidad de dinero que está ganando".
Tú lo sabes mejor que yo, Rodrigo Cabezas, nos guste o no, todavía estamos anclados a los yacimientos de petróleo. Estamos esclavizados en una economía no productiva, y muy lejos de una economía planificada, que es el sueño de los socialistas. Y todos los revolucionarios, y más los que estuvieron cerca del Comandante, es decir, los que tenían más poder, son responsables de no haber derrotado a los enemigos externos e internos para superar el capitalismo rentístico y poder producir caraotas para alimentar a todos los venezolanos y venezolanas. No sé si me explico. Saludos.