El colapso de la energía eléctrica es una de las tantas calamidades que se venían alertando desde hace mucho tiempo, y ésta de manera constante, en virtud de la importancia que una crisis de semejante magnitud derivaría sobre el resto del país.
Lamentablemente, el madurismo con sus aires de prepotencia y pensar que los aliados rusos y chinos les solucionarían todos los problemas hipotecando la industria petrolera, terminaron por encontrarse con una enorme muralla, porque esos países se rigen por leyes y normas que no permiten disponer de sus recursos como si fueran una caja chica sin rendirles cuentas a nadie, tal y como ha venido funcionando Venezuela desde que el chavismo asumió el poder, y posteriormente, el madurismo nos hundió en este desastre económico y social, al despilfarrar cuantiosos recursos que ingresaron a nuestras arcas por renta petrolera, que en su gran mayoría fueron a parar en los bolsillos de la corrupción.
En efecto, ante la ignominia, así como los hechos de acción y omisión que generó el madurismo por parte de Hipólito Izquierdo, Jesse Chacón y más recientemente, Luis Motta Domínguez, sin obviar el agente de corrupción que significó Nervis Villalobos – prófugo de la justicia - desde la Corporación Eléctrica (Corpoelec) como en el ministerio correspondiente, son estos individuos fundamentalmente los principales responsables del desfalco a la nación, y los culpables de las calamidades que éste momento vivimos los venezolanos.
De hecho, así será la inmensidad de la crisis eléctrica, que por órdenes directas de Nicolás Maduro, dos de sus principales esbirros, o sea, Delcy y Jorge Rodriguez no se deben mover de Guayana. Ambos pasan las 24 horas en la otrora sede de Electricidad del Caroní (Edelca), y son ellos quienes prácticamente han asumido las funciones de ministros de energía eléctrica, dejando a Igor Gavidia como una especie de parapeto institucional, quien ni siquiera tiene potestad en la toma de decisiones, al punto que éste continúa "despachando" en su oficina, atendiendo sus labores comunes dentro de lo que queda de Corpoelec, y por supuesto, sus negocios personales en Panamá y propiedades que tiene entre el imperio y Europa, sobre las cuales, Nervis Villalobos ha sido uno de sus socios, razón por la cual, no dudamos que en cualquier momento su nombre sea investigado en el plano internacional.
Con los mega – apagones originados y la destrucción en que ha caído la industria eléctrica, el madurismo, - que tanto desprecia los profesionales y técnicos en todos los ámbitos de la administración pública y las empresas del Estado - se vio de manera forzosa a recurrir a uno de los hombres más respetados en la industria, quien incluso fue llamado en su momento por Rafael Ramírez como "tecnócrata" y de lo "peor", sólo porque éste en una reunión de trabajadores en 2007, se atrevió a decirle al depuesto zar del petróleo y la energía, que si no se atendía con suficientes inversiones el sistema eléctrico era previsible lo que ahora ocurre con Venezuela en el plano de toda su estructura vertebral y de producción.
¿Y quién es ese "tecnócrata" que fue rechazado y desechado por las cúpulas del chavismo y después de madurismo? Su nombre, Luis Meléndez. Es más, su contratación ocurre incluso por encima de sus apreciaciones ideológicas, porque Meléndez es un ingeniero contrario al régimen en todas sus manifestaciones, pero entendemos que anteponiendo el desastre y el peligro en que se encuentra la nación en términos de energía eléctrica, aceptó ser contratado por el madurismo, que por cierto, no sólo consintieron las exigencias de Meléndez en términos de pago en moneda extranjera, concretamente en euros, sino que el respetado ingeniero, ha colocado al madurismo una serie de requerimientos en repuestos y materiales eléctricos, lo cual ha sumergido a la cúpula totalitaria en una permanente angustia, porque de no encontrarse tales reposiciones en un plazo perentorio, la muerte del sistema eléctrico será inevitable, al punto que pudiera significar la caída absoluta del régimen de Maduro. Esa es la razón por la cual los hermanos Rodríguez no se mueven de Guayana.
¿Y qué es lo que está pasando en el sistema eléctrico? Hay que conocer que en 2011, Corpoelec tuvo un máximo de exportación (transmisión eléctrica) de 13,000 Mega-Vatios (MW), de los cuales aproximadamente 8500 MW eran producidos por el Gurí, y el resto por plantas termogeneradoras en el resto del país. Lamentablemente, el sexenio madurista acabó por completo con el sistema eléctrico, llevando la generación de Gurí hasta apenas unos 1400 MW, por la consecuencia de la inoperatividad de dos de sus tres turbinas, mientras que las unidades generadores de Caruachi y Macagua que exportaban unos 1700 MW cada una, éstas se encuentran en unos 1200 MW de transmisión, lo cual suma unos 3800 MW que pudieran llegar a unos 4000 en determinadas circunstancias.
O sea, que el Gurí en casi una década ha perdido más de 50% de su capacidad generadora de electricidad, pero lo más grave es que las plantas termogeneradoras que complementaban la distribución de energía en el país, apenas si llegan en la actualidad a unos 800 MW, y en el mejor de los casos, rozan los 1000 MW, es decir, una pérdida de 80% de lo que generaban en 2011, o lo que es lo mismo el madurismo las convirtió en chatarra.
Ante esta realidad, lo más grave ocurre en el Zulia – espacio donde se encuentra Luis Meléndez al frente de la crisis – y en donde se ha negado a la población, el derecho de saber que la destrucción de la empresa Energía Eléctrica de Venezuela (Enelven) y pasarla a ser parte de Corpoelec, significó el desmantelamiento de probablemente la mejor industria que tenía Venezuela en ese campo, incluso por encima de Edelca.
Y nos preguntamos ¿Por qué el madurismo no le dice al pueblo del Zulia que de 4 termogeneradoras que estaban operativas en ese estado para 2011, ahora en 2019 apenas funciona una sola de ellas? Ha sido de tal proporción la destrucción del sistema eléctrico en el Zulia, que de generar unos 800 MW hace una década, apenas se transmiten en la actualidad 200 MW, lo cual explica la magnitud del déficit en esa entidad federal, que el Gurí no puede satisfacer por razones obvias.
Lo más grave del asunto es que para recuperar aunque sea una sola planta generadora de electricidad en Zulia se requieren unos 1.500 millones de dólares, que sumados a los 5 mil millones de dólares que se necesitan para sustituir las piezas esenciales del Guri en las dos turbinas dañadas, pareciera que no hay salida para enfrentar esta crisis. Otro punto de extrema gravedad es que los equipos eléctricos que deben ser remplazados son de origen europeo, en su mayoría tecnología francesa, y esa fue la razón por la cual vinieron rusos y chinos hace poco al país, quienes les hablaron sobre la imposibilidad de lograr cambiar esas piezas por productos de elaboración de sus países.
En consecuencia, las sanciones impuestas por Estados Unidos, también imposibilitan la solución del problema, que en caso de que el madurismo lograra encontrar el financiamiento inmediato para cuando menos correr la arruga del colapso energético que ellos mismos generaron, ninguna empresa extranjera va a negociar salvo que sea en dólares o en euros. Incluso ni empresas chinas ni rusas pueden llevar tal negociación, porque además que el madurismo carece de los recursos, tales empresas se verían en serios aprietos de sanciones internacionales por establecer acuerdos con un régimen criminal.
Para colmo en lo descrito, este 25-4-2019, aproximadamente a las 9:00 a.m., explotó la fase B del autotransformador 1 de 800/400KV 1500MVA, ubicado en el Guri, razón por cual hemos entrado en una fase crítica, y por ende, los racionamientos de electricidad continuarán multiplicándose en todo el país.
En el medio de esta desgracia eléctrica, el madurismo intenta a través de una especie de "culebrón testimonial" colocar una permanente campaña mediática en la cual una mujer y un hombre, la primera hablando sobre el agua, y el segundo de electricidad, intentan con pueriles testimonios describir una "realidad humana" de la crisis que no existe, porque ha sido el pueblo quien ha sufrido esta tragedia. Ante ello, sobre el supuesto técnico eléctrico, hay que desmentir que es un "trabajador" de Corpoelec Guayana, porque este individuo de nombre Darwin Briceño labora es en Corpoelec Caracas como ficha política de Jorge Rodríguez para el plano eléctrico de la propaganda, y fue llevado por éste hasta Puerto Ordaz, para realizar el trabajo sucio de la mentira al cual nos tienen acostumbrados ante cada una de las violaciones que el madurismo ejecuta sobre la población.
La crisis eléctrica también ha desnudado el nivel de quiebra de las empresas básicas de Guayana, las cuales de consumir en 2009, más de 2000 MW, en este 2019 sólo consumen entre todas apenas un promedio de 90 MW. Sólo para tener una idea de ese descalabro, Caracas llegaba a consumir 1800 MW, y Cuba en toda su extensión geográfica llega a unos 1600 MW. En otras palabras, acabaron con la industria del hierro en el país, y es obvio que con toda Venezuela. Por ahora, los hermanos Rodríguez, y la cúpula de madurismo tragan grueso sendas espinas de pescao salao ¿Quedarán atragantados? A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.