N. Maduro asegura que PDVSA no está quebrada, sino bloqueada y asediada por EEUU. Señala además que esta lista para producir uno o dos y medio millones de barriles por día (MMBPD) [https://mundo.sputniknews.com/america-latina/202011181093543837-maduro-pdvsa-no-esta-bloqueada-ni-quebrada-sino-asediada/]. Palabras tan creíbles como la fabula del misil [https://www.aporrea.org/energia/a297012.html], utilizada para justificar la destrucción de la unidad de destilación al vacío de Amuay, de manos de la directiva liderada por A. Chávez.
Una empresa quebrada es una empresa que no tiene ingresos suficientes para compensar sus gastos, como Maduro mismo lo admite. Es una empresa endeudada y sin capacidad de inversión/pago. Una empresa quebrada solo origina pérdidas y gastos y no puede honrar sus compromisos. PDVSA es por definición una empresa quebrada.
No dudamos que posea el potencial de elevar producción no a uno (1), ni dos y medio (2.5) MMBD, sino mucho más. En producción instantánea solo con trabajos menores, la industria podría remontar en cuestión de semanas hacia el entorno de 1.000.000 BPD si su infraestructura estuviese operativa. El problema que enfrenta nuestra industria realmente no es solo producir. El problema que verdaderamente enfrenta va mucho más allá. Es además poder competir y operar en un entorno energético, donde la única opción para sobrevivir en los mercados es ser rentable, eficiente y poseer la "conectividad" correcta a lo largo de su cadena de valor.
Desde el MENPET, un pretendiente a ministro halaga la OPEP sin saber que esa organización será la propia tumba para Venezuela. Ignora Tareck que ese cartel esta ya desgastado y extemporáneo. Pretender hoy vivir de la renta petrolera es una inocentada que pagará caro el pueblo Venezolano; particularmente el más humilde.
PDVSA hoy apenas oferta 0.4% del suministro global, prácticamente no existe a los ojos del mundo. Es una empresa cuyos propio "socios" le arrebatan mercados. Rusia por ejemplo durante 2020, fue el mayor suplidor de crudo a China con unos 1.700.000 MBD en promedio seguido por KSA.
De Ali @ Asdrúbal:
Las directivas que han operado en PDVSA luego de 2005 no han estado a la altura. Han demostrado no tener la visión, ni la exposición necesarias. En su gran mayoría han utilizado el poder para lucrarse y dejar a un lado su deber para con Venezuela. Le han fallado a la industria y al país. Lo han demostrado no solo ahora, sino desde mucho antes de las sanciones, cuando abundaban los recursos, cuando había mucho dinero y cuando no existían bloqueos;
A partir del infortunado sabotaje de 2002 con Ali Rodríguez al frente, PDVSA logra remontar producción en un volumen de 2.538.000 BPD en muy corto plazo. Pero a diferencia de hoy, durante 2002 la estructura física medular estaba prácticamente intacta, a pesar que los "mitocratas" desaparecieron la base de datos, bloquearon rutas y sabotearon procesos, sistemas e interfases.
Hoy en cambio todo está prácticamente destruido por la desinversión, la irresponsable gerencia, la corrupción y la indolencia, los paracaidistas políticos y sobretodo los militares. No por el bloqueo, ni las sanciones como asegura N. Maduro.
A partir del sabotaje de 2002 con Ali Rodríguez al frente, el poco personal que allí quedaba poseía mística de trabajo y determinación por el logro del objetivo. A diferencia de hoy, no abundaban paracaidistas. Todos excepto Ali, procedían desde dentro mismo de la industria. Durante el periodo 2002-2007 PDVSA participó en múltiples conferencias internacionales alrededor del mundo, con trabajos de alto nivel técnico. Aunque esto cause dudas y molestia en algunos, no hubo vacío notorio de conocimiento en ese ínterin. No hicieron falta los que abandonaron sus puestos de trabajo a partir del sabotaje. No existe la menor duda que nuestra empresa petrolera resucitó exitosa ante la mirada incrédula del mundo. Los hechos así lo demuestran;
- costos de producción por barril $3.7 y $3.9, inferior a los niveles previos al golpe petrolero de $4.7 y $8.4
- producción 3.274.000-3.260.000 BPD, superior/similar al periodo 1999-2001 de 3.127.000- 3.267.000 BPD
- eficiencia operativa superior a 90% - 94%
- ganancia neta $5.406- $6.273 MM entre 2004-2007, superior al reportado entre 1992-2001 de $1.412 MM - $3.993 MM
Entre 2005 y 2007-08 se vivió un periodo de transición tipificado por recortes acordados desde la OPEP que modificaron nuestra producción de 3.274.000 BPD en 2005 a 3.260.000 BPD en 2008. Pero después de 2007-08 las cosas cambiaron con la implementación del plan siembra petrolera y la llegada de los "cercanos" a Ramirez.
Entre 2007-08 y 2014 aparecieron los proyectos faraónicos de la FPO y Costa Afuera, que sirvieron de centro de acopio de la corrupción. Los "cercanos" a Ramírez se reagruparon y "desaparecieron" del mapa la gerencia que hasta entonces había liderado el exitoso rescate desde 2002.
Se permitió el ingreso descontrolado de personal proveniente de las empresas expropiadas súper poblando PDVSA. La chabacanería pasó a ser un estilo de vida corporativo por la mezcla irracional de filosofías y distintas culturas de trabajo. Ignoraron normativas y procedimientos. Tomó cuerpo la ineficiencia y el divorcio de la disciplina operacional. El rígido control operacional y financiero reflejado en el estricto seguimiento a los indicadores de gestión desapareció por completo.
El personal de la industria fue objeto de un desgaste moral, pero también del deterioro salarial acelerado, la desaparición de sus conquistas y beneficios laborales, mientras directivos, jerarcas, políticos y contratistas se enriquecían vulgarmente.
Entre 2007-08 y 2014 el dúo Ramirez/DelPino erró en las estrategias de desarrollo de la base de recursos, abandonando activos tradicionales y dejando de producir cerca de 1.250.000 BPD de esos campos durante dicho periodo, para pasar a desarrollar una producción difícil de mantener aparte de más costosa, proveniente de la FPO.
Equivocaron las estrategias puertas afuera al descuidar el mercado norteamericano, dejando de percibir ingresos seguros por envíos (exports) que para entonces promediaban 1.340.000 BPD, para caer de vuelta en la mono dependencia que decían rechazar, aunque esta vez de Rusia. Y no cualquier mono dependencia, sino mono dependencia que no aporta flujo de caja y que además les deja deuda. El negocio del siglo!
No contento con ello, se falló en el manejo financiero de nuestra empresa petrolera endeudándola innecesariamente, al pasar de deber $2.300 millones en 2006 a $46.2 millones en 2014. Esa deuda no se aprovecho para crear riqueza sustentable, sino para crear pasivos a medida que desaprecia producción.
Se erró al encarecer los costos de producción pasando de $4.9 por barril en 2007 a $18.05 en 2014. Se desplomaron los indicadores tornando nuestra industria menos eficiente, menos productiva y más costosa.
El Apocalipsis:
Como vemos, nuestra industria estaba encaminada a ser una empresa no competitiva y disfuncional desde antes de las sanciones directas contra ella (2017-20) y también desde antes del desplome del barril de Junio’2014. Una empresa que desde 2008 tenía que poner mano a ilícitos cambiarios (ingresos financieros) para redondear sus ganancias netas, era ya una empresa con unas finanzas cuestionables.
Lo anterior se conjugó con el desplome del barril de 06’2014, tomando por sorpresa a una PDVSA ya debilitada; en vías de destrucción. Dando muestras de una visión disociada del negocio y contraproducente, R. Ramírez aun en 2011 defendía un barril a $200 [https://www.reuters.com/article/venezuela-oil-idUSN0422466520110204]. Para finales de 2014 como canciller postulaba un barril a $100 [https://elestimulo.com/el-precio-del-barril-de-crudo-debe-ubicarse-en-100-segun-rafael-ramirez/]. La visión de R. Ramírez era totalmente desubicada y distanciada de la realidad, contribuyendo a que desde el gobierno de Maduro se cayera en una política irresponsable y dispendiosa que terminó por desembocar en la delicada situación financiera política y social que hoy atraviesa Venezuela.
Pero nadie esta libre de culpa. Aunque N. Maduro llega a la presidencia durante 2013, había permanecido en el alto gobierno a lo largo de toda esa cadena de eventos, de manera que estaba al tanto de cada detalle. Aun así asegura que los males de PDVSA radican en el bloqueo.
Maduro debió haber levantado la voz mientras permaneció en el gabinete como ministro/canciller pero no lo hizo. Como presidente, el primer gran error de Maduro fue no haber puesto orden en la industria y el país a su llegada; cuando aun se estaba a tiempo. PDVSA estaba debilitada, pero funcional aun hasta 2017. El verdadero Apocalipsis llega cuando N. Maduro coloca PDVSA en manos de políticos, militares e individuos fallidos y sin la necesaria preparación.
Poner la industria en manos de M. Quevedo y A. Chávez en momentos en los que la presión sobre Venezuela y PDVSA aumentaban y la necesidad de experticia, dominio y conocimiento del negocio petrolero era más apremiante, fue el segundo y tercer grave error de N. Maduro. Mientras M. Quevedo no tenía, ni tiene idea del color del petróleo, A. Chávez ha sido un fallido empleado de la industria desde su ingreso. Ha estado dentro de la directiva mientra PDVSA se le desvanecía frente a sus narices y nada hizo.
Grandes Negocios:
Los grandes negocios dentro de PDVSA se han construido destruyendo la capacidad propia de producción y refinación, para poder justificar su importación.
M. Quevedo y A. Chávez se constituyeron en los "misiles apocalípticos" que se dispararon sobre la producción, los procesos, las refinerías y la capacidad de exportación de PDVSA. La gestión de M. Quevedo entre 11’2017-01’2020; el mismo que a su llegada ofreció elevar producción en 2 MMBD, propició la desaparición de 1.090.000 BPD. Hoy lo proponen a la Asamblea Nacional. La actual gestión de A. Chávez, en apenas pocos meses ha sido responsable del desplome de 468.000 BPD desde su llegada.
Mientras que a la llegada de M. Quevedo en Noviembre’2017, la capacidad de refinación andaba en torno al 47% @ 50% de la capacidad nominal de 1.637.000 BPD, a su salida nuestras refinerías apenas procesaban menos del 10%. Con A. Chávez todas las refinerías del país están hoy paralizadas, a excepción de ciertos procesos en CRP y El Palito que funcionan de manera aleatoria e interrumpida. Del total de 1.637.000 BPD de capacidad nominal aguas abajo, apenas el 3.1% permanece operativo a expensas de un terrible gasto, una alarmante contaminación y un preocupante riesgo.
El nivel de importación de crudo y productos que antes se producían en el país tuvo su mayor apogeo precisamente a partir de la llegada de M. Quevedo. Entre 11’2017 y 01’2019 el nivel de importación de crudo y productos fue literalmente grotesco, mientras se desplomaba nuestra producción nación, superando en unas 7 veces aquel del 2005 @ 2011 y unas 2.5 veces el de 2012 @ 2017.
Mientras que con M. Quevedo las exportaciones cedieron desde 1.400.000 BPD @ 1.080.000 BPD, con A. Chávez estas pasaron de 1.080.000 BPD @ 400.000 BPD. Obviamente una empresa que produce y exporta cada vez menos volumen; una empresa que es cada vez menos eficiente y que por ende gasta más en su operación, es una empresa que percibe cada vez menos ingreso que se dirige a la quiebra. PDVSA es hoy una empresa que importa y dilapida más, cuyo gasto es irracional, su ingreso tiende a cero y cuya directiva no sabe lo que hace. Menos ingreso, más gasto y más desaciertos, constituye el verdadero "cocktail" del desastre.
Entrado 02’2019 con A. Chávez al frente, las sanciones obligan a tomar acción sobre la capacidad propia de producción de gasolinas, dado lo incendiario de la situación interna y lo menguado de la capacidad de pago de nuestra industria. La pandemia dio a gobierno la excusa perfecta para reducir de facto el consumo interno, otorgando cierta holgura con las restricciones. PDVSA se ve obligada a aliarse con Irán tanto en el suministro de gasolinas, como en la mano de obra y conocimiento, iniciando un ciclo aun imparable y dispendioso de importación de refinados, arranque y paradas recurrentes tanto en Cardón como en El Palito, en un intento desperado por aumentar un suministro de gasolinas que aun hoy resulta inestable e insuficiente.
Se especula que el costo para la nación Venezolana de los múltiples accidentes, (incluido Amuay: https://www.aporrea.org/energia/a297012.html) incidentes, derrames, e importación de bienes y servicios supera con creces $3.000 millones, sin que el problema haya sido aun solventado.
Las Alforjas:
El entorno entre 2010 y 2012 hubo discontinuidad y distorsión en las tendencias de las cifras reportadas. En medio de la enfermedad de H. Chávez, muchos se aprovecharon para llenar sus alforjas. Para 2012 cuando el barril (OPEP) estaba en un máximo de $109.53, PDVSA producía sobre 3.030.000 BPD y los ingresos totales superaban $127.600 millones, los ingresos netos registraron mínimos desde la recuperación del sabotaje (2004), cuando PDVSA contaba con una producción similar de 3.148.000 BPD pero con un barril en $36.1 (OPEP). Mientras la deuda financiera pasaba de $2.300 millones en 2006 a unos $36.000 millones en 2012, para tocar en 2104 el máximo histórico de $46.200 millones. Nadie se pronunció al respecto. No actuaron contra el desangre financiero y social que tenían frente a sus ojos cuando era precisamente el momento para hacerlo.
Era un ínterin de distorsión y confusión de cifras que se contradecían entre si, con máximo ingreso bruto, máxima producción, pero menor ingreso neto y mayor endeudamiento. Se disparó la especulación cambiaria llamada ingresos financieros, pasando de $765 MM en 2011 @ nada menos que $20.343 MM en 2014. Nadie dijo nada.
Reconocemos que luego de 01’2019 las sanciones han acelerado la asfixia de PDVSA. Sin embargo, la realidad apunta a señalar que los verdaderos culpables han sido las malas decisiones, la ineptitud de las directivas y su rampante corrupción, el descontrol gubernamental y la complacencia institucional. Antes de 2019 PDVSA no tenia porque estar endeudada, no tenía porque haber perdido producción, no tenia porque destruir su capacidad de refinación, ni perder mercados.
PDVSA debió haber creado dependencia de sus socios/clientes hacia ella, debió haber estado totalmente capitalizada y financieramente fortalecida con tal nivel de ingreso y no al revés como realmente sucedió. A partir de 01’2019, fecha para cuando se radicalizan las sanciones, ya el mal estaba hecho.
Por eso concluimos que lo que verdaderamente hizo y hace falta en Venezuela-PDVSA es patriotismo; es instituciones que funcionen. Es la justa aplicación de las leyes. Es dejar de comprar esa falsa esencia de lucha contra supuestos imperios, cuando es adentro mismo de Venezuela donde está el verdadero imperio de la maldad, de la corrupción, de la traición y de la destrucción.