La Ley de Hidrocarburos de 1943 creó las condiciones de lo que posteriormente sería Petróleos de Venezuela (PDVSA). Bajo el mandato de Isaias Medina Angarita, se institucionaliza la reversión de las concesiones otorgadas a las transnacionales conocidas como "Las 7 hermanitas". Las empresas que explotaban el crudo en el país para ese momento eran el Grupo Shell (Caribean Petroleum Company, Venezuela Oil Concessions, Venezuela Oil Development), el grupo Standard Oil (Standar Oil Company of Venezuela, Lago Petroleum Corporation), Mene Grande Oil Company, Socony Vacuum, Texas Company, Grupo Las Mercedes y Consolidada de Petróleo.
La nueva legislación estableció en medio de la II Guerra Mundial extender las concesiones por 40 años con unas condiciones:
- Que finalizada la concesión, toda la cadena de producción de la industria petrolera de esas corporaciones privadas pasarán a ser propiedad del Estado venezolano. Esto contemplaba todas las inversiones y bienes en las áreas de Exploración, Producción, Refinación, Transporte y Mercadeo.
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Que las empresas petroleras internacionales se comprometieran a refinar 10% del crudo anual producido en Venezuela, a partir de lo cual se construyeron las grandes refinerías del país (4), a saber:
- Cardón en 1949
- Amuay en 1950
- Puerto La Cruz en 1950
- Bajo Grande en 1956
- El Palito en 1960
- Las compañías petroleras concesionarias debían entregar la mitad de sus ganancias a la nación. Esto se llamó el Fifty-Fifty.
- Se fija las regalías en 16,66% y la complementariedad de las ganancias con la Ley del Impuesto sobre la Renta (ISR).
Cuando se promulgó la Ley de 1943, las transnacionales llevaban más de 30 años explotando el petróleo de Venezuela.
Carlos Andrés Pérez nacionaliza la industria petrolera en un afán de figurar como un héroe en la historia nacional. A las trasnacionales les quedaban 7 años de concesión. Ya se había acordado que en 1983, todos los bienes de las trasnacionales petroleras pasaban automáticamente al Estado venezolano, sin que este pagara un dólar.
Las trasnacionales devoraron durante 70 años los pozos petroleros, en 1970 la producción llegó a elevarse en niveles que superan los 3.750.000 barriles diarios.
PDVSA dejó de ser la Gallinita de los Huevos de Oro
La nacionalización del petróleo implicó pagar costosas e innecesarias indemnizaciones que terminaron endeudando al país. Además de crear un desenfrenado despilfarro, con elementos de clientelismo y perversas corruptelas que desencadenaron en el "Viernes Negro". Con los dólares de PDVSA creció un Estado monstruosamente voraz que se tragaba la riqueza petrolera.
Gran parte de esa riqueza petrolera fue devorada por la corrupción, el despilfarro, el clientelismo, los dólares a sectores empresariales dedicados parasitariamente a la importación y la usura.
En principio el acecho era hacia los "huevos de oro" hasta que acabaron con la gallina. El problema dejó de ser los bajos precios del mercado para convertirse en la drástica caída de la producción. Desde el año 2016 hasta la actualidad, la producción ha caído en más de 2 millones de barriles diarios.
¿Cómo comenzó la crisis?
Los precios del petróleo comenzaron a caer abruptamente a mediados del 2014. Inmediatamente, los efectos se vieron por diversas razones en nuestra economía. Obviamente, era una situación del mercado cíclica y absolutamente predecible, pero se culpó al fracking como el máximo responsable. En Venezuela, lejos de prepararnos para las crisis del mercado como lo hicieron Noruega y otros países para enfrentar la caída de los precios del crudo, hicimos caso omiso a las advertencias. El intelectual Arturo Uslar Pietri, considerado como un viejo cascarrabia, lo había profetizado años atrás, nadie le prestó atención.
Cabe destacar, que Hugo Chávez recibió de manos de Rafael Caldera un país con unos precios del petróleo por el suelo. Estos promediaron los 12,88 dólares durante el año 1998. Durante los primeros 5 años del gobierno de Hugo Chávez, los precios del petróleo promediaron los 26,46 dólares el barril, lo cual no significó la debacle económica.
Maduro al relevo de Chávez
Nicolás Maduro recibió en 2013 a una PDVSA que todavía producía casi 3 millones de barriles diarios. Adicionalmente, los precios del petróleo, comenzando el nuevo gobierno del Chavismo sin Chávez, es decir, con la gestión de Nicolás Maduro, en sus primeros 16 meses el crudo venezolano se vendió por encima de 100 dólares el barril.
También el gobierno de Maduro heredó un nivel de Reservas Internacionales por el orden de los 29.890 millones de dólares, eso sin incluir lo acumulado en el FONDEN. Ese nivel de Reservas Internacionales es 4,5 veces mayor al que Jaime Lusinchi, le dejó a Carlos Andrés Pérez.
En el primer año y medio de Maduro los precios del petróleo resultan espectaculares para comenzar cualquier gobierno. Pero las Reservas Internacionales, lejos de subir, se redujeron en 8.409 millones de dólares, lo que equivale casi un 30 por ciento.
Un año después (2014), las Reservas Internacionales se incrementaron en casi 600 mil dólares.
Por otra parte, el FONDEN ha manejado desde su creación en 2005 más de 100 mil millones de dólares.
En la V República, los huevos de la gallina de PDVSA se han vendido a mejor precio
Entre 1999 y 2014, Venezuela recibió 960.589 millones de dólares. Un promedio de 56.500 millones de dólares anuales, con esa gigantesca bonanza petrolera, se quintuplicó la deuda externa.
Entre los años 2015 - 2016 las Reservas Internacionales de Venezuela, se redujeron en 11.085 millones de dólares, en ese bienio los precios del petróleo promediaron los 40,48 dólares el barril, lo cual duplica en nivel de precios del crudo a los cotizados en el mercado mundial en los gobiernos de la IV República que manejaron la industria petrolera.
Es decir, en los últimos 22 años del puntofijismo desde la nacionalización del petróleo con el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez hasta el segundo gobierno de Rafael Caldera, los precios del crudo promediaron los 20,63 dólares el barril.
En los dos mandatos de Hugo Chávez, los precios del petróleo promediaron los 56,14 dólares el barril. Con Chávez, las Reservas Internacionales se mantuvieron por encima de los 30 mil millones de dólares en medio de la crisis financiera global de 2008 - 2009.
Durante el mandato de Rafael Caldera, quien gobernó Venezuela entre febrero de 1994 y febrero de 1998, el ingreso promedio de Venezuela por exportación de petróleo fue de 15.217 millones anuales. En cambio, Maduro en sus 9 años y medio de gobierno los precios del petróleo promediaron 68,77 dólares el barril. Pero desde el 2016 la brutal caída de la producción petrolera limita los ingresos porque se dejaron de vender más 2 millones de barriles diarios.
Las sanciones y el bloqueo
Indudablemente, el bloqueo y las sanciones contribuyen al empeoramiento de la crisis, pero los malos manejos de la economía son evidentes y determinantes en este caos económico. Era de anteojito, que con sanciones o sin sanciones el desastre era inminente. Hasta el punto que en medio de la Pandemia e iniciando la Post Pandemia, ocurre la nefasta trama de corrupción PDVSA Cripto.
Según el diputado Hermann Escarrá, este escándalo de corrupción produjo un daño patrimonial superior a los 23 mil millones de dólares que no son imputables al imperio.
En otro orden de ideas, PDVSA emitió bonos de deudas, por lo que enfrenta compromisos hasta 2027 por más de 92.750 millones de dólares para pago de intereses y capital.
¿Recuperar PDVSA o privatizarla?
El debate se centra en un dogmatismo ideológico contrapuesto que no admite críticas. La situación de PDVSA debe ser debatida con criterio, nivel y altura. Un debate con una índole político - electoral resulta estéril cuando sin mayor profundidad, por un lado, se le dice al país que la culpa es del bloqueo, pero, por otro lado, se dice que se privatiza porque está arruinada.
Probablemente, luego de la privatización nos enteremos de cuánto realmente costaría recuperarla. Quizás no quede de otra que privatizar, pero antes de plantearse se debe constituir una Comisión de la Verdad sobre la situación de PDVSA, integrada por expertos que le expliquen a los venezolanos, todo lo concerniente y conveniente para el país.
En la actualidad, las empresas estatales de petróleo controlan la mayor parte de las reservas petroleras del mundo.
Tan malo debe ser el negocio para las estatales que la petrolera de Noruega Equinor dispone de un 30% accionario que se cotiza en la Bolsa de Valores como la de New York. La Saudita Aramco es otra estatal con recorrido en la bolsa de valores.
No se puede satanizar el estatismo petrolero cuando el modelo noruego dispone de 1,33 billones de euros en su Fondo Soberano, logrados en un viraje en su política petrolera que se produjo hace 30 años. Era obvio, que las trasnacionales no dejarían nada antes de la Ley de Hidrocarburos de 1943.
Lo cierto es que los costosos errores en política económica petrolera los paga bien caro el pueblo venezolano. Una mini bonanza de solo 5 años, que genere ingresos de 56.500 millones de dólares anuales, como en los tiempos de Chávez, posibilitará reducir significativamente la deuda.
El tiempo dirá lo que pasará con PDVSA, si se logra el milagro de recuperarla o termina de hundirse.
Lo peor que puede pasar es que se remate PDVSA a precio de gallina flaca porque la clase política de lado y lado contribuyó a una innecesaria destrucción de la industria petrolera. Unos por pésimos administradores con inescrupulosas corruptelas, y otros porque creyeron que con las sanciones llegarían al poder, sin importar las consecuencias.