LA FALLA ECONÓMICA ESTRUCTURAL
En la mañana del lunes 22 de enero de 2024, nos volvimos a enterar que el Banco Central de Venezuela (BCV) volvió a inyectar en forma de venta US$80 millones como una medida para intentar contener la intervención cambiaria que ha subido 69% frente a enero de 2023.
En los primero 22 días que van del 2024, el BCV ya ha liquidado 330.000.000 de dólares. Son divisas, que según las estadísticas históricas, un 98% las genera el Estado venezolano por medio de la administración y operaciones de los yacimientos mineros y de hidrocarburos que le confiere la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que según el Artículo 12 le pertenecen a la República, pero que al mismo tiempo son bienes del dominio público y, por tanto, inalienables.
De ese 98% de las divisas que históricamente genera el Estado, el sector petrolero aporta 95% y el otro 3% las otras empresas básicas. El restante 2%, apenas lo aporta el sector privado no petrolero.
Como ven, el resto de la economía no estatal y no petrolera, genera muy pocas divisas, pero son los principales beneficiarios de las divisas petroleras que el BCV, de una forma no inteligente, despilfarrador y, sin temor a decirlo, fraudulenta, atenta contra el interés colectivo al vender bienes de dominio público (petróleo convertido en divisas) para el uso y disfrute de pocos empresarios y pocas personas naturales.
Esa acción continuada del Estado, que no es nueva, es una falla estructural, que hay que detenerla de una vez por todas y dejar de entregar o liquidar los petrodólares sin garantías de recuperarlos.
UN FRAUDE HISTÓRICO A TODOS LOS VENEZOLANOS
Ese fraude consumado de manera frecuente a contra todos los venezolanos, se comete desde el propio Estado, al ejecutar una política cambiaria donde se inyecta (liquida) al mercado un activo o patrimonio común (las divisas que se generan desde Pdvsa por medio de la venta exterior de los yacimientos que administra) a cambio de bolívares devaluados por el mismo sistema cambiario.
UN HECHO QUE ES UNA "TRAMPA", trapacería o fraude que realmente beneficia a los especuladores cambiarios, importadores de oficio y a los contratistas del gobierno, donde en nombre de todos los dueños de esas divisas (activos monetarios) los 28,83 millones de venezolanos, disponen de esos fondos comunes para asignarlas a pequeños grupos beneficiarios sin una política cónsona que garantice las posibilidades de recuperarlas. Representando de manera clara en un fraude petrolero, fraude cambiario y un fraude importador.
EL FRAUDE CONTINUADO POR EL BCV
Es por lo anterior que decimos, que la política cambiaria actual es una acción intencionadamente engañosa, contraria al interés colectivo y difuso, donde el pueblo pierde al ser perjudicado directamente los ahorros nacionales que son las reservas internacionales.
Desde esa perspectiva, puede decirse que las riquezas de Pdvsa hoy son para los pocos que se benefician de los dólares que ella genera (en tiempos de bonanza y de crisis): importadores de oficio y amigos del poder. ENTRE IMPORTADORES PÚBLICOS Y PRIVADOS: ESTAN DEFRAUDANDO AL PUEBLO TRABAJADOR.
¿POR QUÉ DECIMOS ESO?
En lo que va del 2024, el monto acumulado de intervención cambiaria alcanza a 366 millones de dólares, 69% superior a la cifra que el emisor había vendido a los bancos en el mismo lapso de 2023.
Son dólares que les pertenecen por igual a los 28,83 millones de venezolanos y venezolanas, que se los reparten entre pocos empresarios, que los cambian por bolívares devaluados, en detrimento de los trabajadores que se empobrecen cada día más, por los efectos que genera la devaluación como es la inflación, la merma o estancamiento de las reservas (ahorro nacional), que impide aumentar la liquidez monetaria, alejando la posibilidad de aumentos salarios en el futuro.
Estamos entrampados entre vivos que históricamente se han aprovechado de la renta petrolera y entre una población que no haya la forma de desatarse de esa realidad económica.
!HAY QUE DETENER EL FRAUDE CON LA RENTA PETROLERA!
Si esos 366 millones de dólares que ha inyectado el BCV y los miles de millones de dólares que se han inyectado desde el año 2019, cuando entró en vigencia el Sistema de Mesa de Cambio (SMC), se les hubiesen entregado a todos los beneficiados en forma de crédito (con rendimiento) y con obligación de que los retornen en el corto plazo, la cosa cambiaria.
Insisto, los dólares que genera la industria petrolera es un activo común de todos los venezolanos. El Estado debe dejar de vender lo que no es suyo. Debe ahorrarlos para el desarrollo del país.
Si algunos privados quieren dólares para importar bienes finales o intermedios para el comercio o sistema productivo nacional, y para venderles al propio Estado, dénselos en condición de préstamos productivos o comerciales, para que ganen, multipliquen el capital, pero que los devuelvan en un periodo determinado con los interés previstos.
De esa forma, las reservas internacionales se incrementarían continuamente, se multiplicaría el ahorro nacional, y se mantendrían los activos nacionales en formas de divisas, Depósitos Especiales de Giro (DEG), oro y las "cuentas por cobrar de divisas en manos de importadores."
De esa forma, en la medida que aumenten las reservas internacionales, se aumenta la liquidez monetaria (orgánica, es decir, respaldada por las RI), y la economía nacional dispondrá de una oferta monetaria mayor para estimular el crédito nacional, para aumentar salarios públicos, para estimular créditos al consumo nacional, para fortalecer el bolívar.
LA NECESIDAD DE LOS FONDOS SOBERANOS
Si en Venezuela existiera un Fondo Soberano como ocurre en países con características parecidas a la de Venezuela, como lo son Noruega, Qatar, Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos, donde depositan todos los excedentes en divisas generadas por la industria petrolera en manos del Estado, la cosa cambiaria para el provecho de la Nación.
Por esa vía esos pais han conformado un fondo de activos y de inversión con fines de multiplicar esas riquezas y no inyectarlas a la economía nacional con fines de importaciones.
Como observan, esos fondos se constituyen en vehículos para inversiones, cuyos ingresos se prestan al resto del mundo con rendimientos, administran una cartera de activos financieros, tanto nacionales como internacionales, en las principales bolsas de valores del mundo. Nunca liquidan de manera fraudulenta las riquezas comunes de todos sus habitantes para el provecho de pocos.
¿Y AHORA QUÉ HARÍAN LOS IMPORTADORES DE OFICIO PARA OBTENER DÓLARES?
Si se constituyera un Fondo Soberano, Fondo de Ahorro, de Inversión, o un Fondo Petrolero, como se quiera llamar, sus activos en divisas se incorporaría como parte de los activos de las reservas internacionales. Y se podría manejar una cartera de activos financieros, tanto nacionales como internacionales.
También, podría disponer de una porción de divisas petroleras del fondo para intervenir en el mercado cambiario nacional ante la demanda con fines de importaciones necesarias para mantener la propia dinámica económica venezolana.
Cualquier intervención cambiaría por parte del Estado (BCV), estaría condicionada al suministro de divisas al mercado nacional con fines productivos y comerciales, garantizando su retorno al Fondo Soberano en un tiempo determinado, con un rendimiento (tasas de intereses) y en su forma de divisa.
Por ejemplo, si esos US$ 330.000.000 provenientes principalmente de la renta petrolera, que ha inyectado el BCV al Sistema de Mesa de Cambio, en enero de 2024, en primer lugar, alimentara un Fondo Soberano o de Inversión, que a la vez se suman a las reservas internacionales, éstas hubiesen aumentado en 3%, pasando de US$ 9.870 MM a US$ 10.170 MM.
Luego, ese monto depositado en el Fondo se podría disponer para inyectarlo en el mercado cambiario pero en forma de préstamos de divisas para sectores productivos y comerciales estratégicos, con garantías y cobro de intereses por un periodo determinado.
De esa forma las reservas internacionales irían aumentando, se multiplica las divisas que se inyectan en el sistema de mesa de cambio, y como consecuencia, se podría aumentar la liquidez monetaria necesaria para aumentar salarios y créditos productivos nacionales.
¡Ya basta de la estafa por medio de la renta petrolera en Venezuela!
¡Es hora de los Fondos Soberanos en el país!