Nadie puede rendir en trabajo alguno, mientras en su cabeza este nublada por la preocupación del bienestar de su familia, mientras el hambre y la necesidad sea lo que prevalezca en su mente. Ese es precisamente el caso de esa clase trabajadora de la PDVSA de hoy. Hablan desde el penthouse de la campina de reivindicacion salarial, cuando es a partir de 2013; con la llegada del madurismo, cuando el sueldo de los trabajadores Venezolanos; incluido el petrolero, comienza su calvario.
Sueldos petroleros
La industria petrolera es un negocio complejo y de alto riesgo. Su personal es minuciosamente seleccionado para asegurar el máximo cumulo de talento, experticia y conocimiento, para poder digerir y aprovechar de forma efectiva las distintas tecnologías que juegan papel fundamental en su cadena de valor en beneficio mismo de la corporacion. Las grandes y más exitosas empresas petroleras del mundo buscan engrosar su nómina con verdadero talento; no con clientelismo politico-militar, ni menos con paracaidistas y novatos llevados por el amiguismo desde el poder, como ha sido el caso de PDVSA desde 2017.
En la industria petrolera el riesgo esta siembre presente a tu lado, solo esperando por cualquier decisión equivocada. Es una industria donde sus profesionales e incluso su personal de más bajo nivel, son entrenados rigurosamente con una planificación de carrera, para mejorar cada vez más; no solo en su desempeño, sino en los distintos indicadores de la corporación. Eso no existe hoy en PDVSA.
Ese talento, conocimiento y experticia no aparecen de gratis. Mientras más cautivo el conocimiento, mayor será su valor. Mientras más efectiva y eficiente sea una empresa, mayor es el nivel de remuneración del que gozan sus ejecutivos y sobre todo sus especialistas. Es sobre todos ellos sobre quienes recae el mayor grado de responsabilidad y el futuro mismo de la industria. Son los que visualizan hacia adelante el camino y los que planifican acciones de fondo; y repetimos, sin desmedro de la importancia del personal de menor nivel.
Los salarios en la industria petrolera poseen un amplio espectro dependiendo del país, sin embargo la región donde históricamente se han registrado los mayores del mundo ha sido siempre el medio oriente, precisamente la region donde la industria y la produccion petrolera estan mas desarrolladas y son mas eficientes.
En Qatar, Omán, Kuwait y Saudí Arabia; por ejemplo, un ingeniero recién graduado local podría aspirar a unos $4.000 netos de salario mes, más beneficios, mientras que un especialista expatriado podría llegar a superar $300.000 por año, más beneficios; libre de impuesto. Un ingeniero recién graduado en EEUU/Europa, en corporaciones conocidas como Shell, BP o Exxon podría aspirar a esos mismos $4.000 @ $4.500 mes, con 25% o más de impuestos, mientras que el salario mes promedio en dichas empresas en posiciones avanzadas ronda los $110.000 a $180.000 antes de impuestos, más beneficios, con >$250.000 para especialistas.
Los beneficios varían de país a país según el nivel (experiencia) específico del cargo y de la empresa. En general los beneficios incluyen un oneroso seguro internacional HCM 100% cubierto para el trabajador y su familia directa, bono anual por desempeño personal de hasta 4 veces el sueldo, bono anual por desempeño corporativo de hasta 4 veces el salario mes, vehículo asignado y pago por vivienda [para niveles de más experiencia], viáticos bastante competitivos para viajes de negocio y por supuesto un constante entrenamiento. Como podria competir PDVSA con ellos?
Aun con ese paquete de remuneración, dichas empresas petroleras no solo dan ganancias, sino que se ubican entre las primeras empresas con mejor desempeño financiero del mundo (fortune 500). Es decir, una PDVSA en manos de verdaderos gerentes petroleros y de un estado con instituciones solidas, no solo puede dar mejores salarios y beneficios a sus trabajadores, sino mejorar con creces los ingresos netos de la industria en beneficio de nuestra nación y del resto de los trabajadores del pais.
PDVSA: SUELDOS y SALARIOS MISERABLES
Hoy con Tellechea al frente, PDVSA posee cerca de 80.000 a 85.000 empleados y cada trabajador genera unos $10 por cada barril producido. La industria importa sobre 60.000 BPD y la eficiencia operacional no pasa del 35%, los costos de produccion superan los $34 a $36 por barril. Los gastos son onerosos, sin incluir el efecto del saqueo y la corrupcion que hoy abunda.
Comparativamente, en el medio oriente cada trabajador abona sobre $110 a $120 por cada barril producido, mientras que para el arranque de 2005, antes de que el impacto de la llegada de Ramírez se hiciera sentir, PDVSA tenía una plantilla de 38,518 empleados y un costo de producción de $3.77 por barril. Cada empleado generaba el equivalente a 82 BPD, un valor superior al promedio de las 7-grandes y un 30% por debajo de aquellas del golfo pérsico. La industria para entonces apenas importaba menos de 20.000 BPD para ciertas necesidades especificas aguas abajo.
Ese ambiente de bajos salarios y poca consideración al esfuerzo del empleado incide en la autoestima y productividad. Los empleados y jubilados de la PDVSA de hoy; a los efectos, no gozan de seguro médico, dental, ni funerario. Se mueren en los hospitales. Los sueldos en PDVSA dan verdadero dolor. El salario de un ingeniero de petróleo de 15 años de experiencia no supera los $70-mes, cuando para nuestro ingreso a la industria en 1979, nuestro sueldo era de alrededor de 4.700 Bolívares de entonces, equivalentes a US$1.100. Contabamos con la tarjeta del comisariato, la cual le permitía satisfacer con creces sus necesidades alimentarias tanto para el como para su familia inmediata, contabamos con 4 meses de utilidades, 1-½ mes de bono vacacional, caja de ahorro y prestaciones dobles. Tenía un seguro integral y clínicas bien dotadas, asignaban casa y algunos hasta vehículos. Contaba con un plan de carrera, con cursos de preparación en las áreas específicas de su especialidad, dentro y fuera de Venezuela. Había rigurosidad en los procesos y había motivación personal en ser mejor cada día.
Podríamos decir que en PDVSA hasta el entorno de 2008 ese era el mismo caso. PDVSA era competitiva para entonces en sueldos y salarios. Permitía al trabajador darse el lujo de ahorrar, de satisfacer sus necesidades básicas de vehículo, vivienda, alimento, educación y hasta viajar. Había consonancia entre el costo de vida local y el nivel de ingresos al menos para la industria petrolera, a lo largo y ancho de todas sus nóminas.
La industria siempre ha sido blanco de la avaricia del sector político y particularmente, el sector militar. No se percataban ellos que de esa misma industria era de donde salía precisamente un alto componente del bienestar que todos los Venezolanos disfrutaban.
Poco a poco se experimentaron grandes cambios en la escala salarial y en el nivel de retribución real percibida por el trabajador. Se comenzaron a confiscar beneficios mimetizados con supuestas prebendas en formas de bonos que luego desaparecerían. Se reducen paulatinamente los sueldos y salarios consumidos por inflación. Se comienzan a eliminar beneficios contractuales, el plan de salud, los cursos de capacitación y en general, todos los beneficios contenidos en las normas y procedimientos de la empresa misma; desaparecen.
Todo ello ocurría a medida que se super poblaba irracionalmente PDVSA con todo tipo de arribistas, se acomodaban en el pent-house hambrientos políticos y militares, y se arraigaba la corrupción como modo de vida. Aunque desde siempre el sector político y militar había tenido sus ojos [y algo más] puestos sobre PDVSA, los presidentes de entonces no habían accedido del todo a su politización; por lo menos de manera notoria, con la excepción de muy contados casos.
A partir de 2017 agobiado por la pérdida de popularidad y la sequía del barril, el "madurismo y sus allegados", deciden defenestrar al profesional de carrera, arribando en masa paracaidistas provenientes desde el sector político y militar, en su creencia de que la solución era cuestión de "lealtad política partidista" y no de talento e instituciones.
La envidia e ignorancia de políticos y militares que veían al trabajador petrolero como privilegiado, los llevó a apoderarse de un espacio que no solo no les pertenecía, sino que nunca supieron, ni han sabido, ni saben manejar. Muchos de los talentos más destacados fueron dejando la industria para ser reemplazados por el clientelismo partidista. Todo tiene su costo y la consecuencia de toda esa avaricia y corrupción político militar, resultó ser corresponsable de la destrucción que hoy vive PDVSA.
Las grandes empresas dedican a sueldos y salarios un porcentaje del ingreso bruto que varía de corporación a corporación entre un mínimo de 10%, hasta un máximo del 30%. Dicha relación se denomina relación nómina a ingreso bruto [payroll to revenue ratio]. Entre 1976 y el entorno de 1989 la relación nomina a ingreso bruto se mantuvo en un nivel de 12% a 14%. Entre 1990 y 2008 dicha relación vario entre el 7% al 8%. A partir de 2021 hasta el día de hoy dicha relación ronda el 2% del ingreso bruto. Los bonos han sustituido al suelo y por supuesto sin incidencia en prestaciones:
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Salario para un profesional de 15 años en PDVSA [grupo 25-27]: $70
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Bono de alimentación: $60
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Bono de transporte: $27
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Bono por evaluación: $30 a $40
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Tarjeta de supermercado [ algo interno de PDVSA] llamada "catpeg": $150
Sobre este último punto del "captpeg-supermercado" la semana pasada aflora una noticia de presunta corrupción que parece salpicar a Tellechea [ Se destapa nueva olla de corrupción: la repotenciada trama que vincula en Venezuela al ministro del Petróleo Pedro Tellechea con el exalcalde Francisco Solórzano Maita – CIUDAD GÓTICA (ciudadgoticanews.com) ] y al hijo de un "rodilla en tierra" del madurismo.
Los sueldos y salarios del personal de PDVSA dan vergüenza. Aun así, aquellos trabajadores de tradición [no los recién empleados] y experiencia, que por una u otra razón decidieron permanecer en sus puestos de trabajo, hacen su mayor esfuerzo y sacrificio para cumplir con sus responsabilidades, muchas veces exponiendo su propia integridad física por las pauperrimas condiciones de trabajo, escasez de insumos, equipos y elevado riesgo del entorno.
Inexplicable como con esos salarios existen directivos y gerentes que poseen camionetas último modelo, disfrutan de viajes frecuentes al exterior, poseen lanchas, yates y viviendas lujosas. Como es ello posible?
Lo cierto es que el nivel de vida de los trabajadores petroleros y sus familiares ya no es el mismo que antes. La desmejora en su nivel de vida ha sido abismal. Algunos están al borde de la indigencia, mientras que otros se rebuscan como choferes de carritos por puesto o vendedores ambulantes. El caso de los jubilados es preocupante, muchos de ellos pululan las calles de Venezuela como mendigos, al haber sido despojados de su fondo de jubilación por las mismas autoridades de PDVSA y conspiradores políticos.
Solo la fuerza del voto unido y masivo; volcado a las calles el 28J, podra ayudar a que recuperemos de la destruccion, no solo a PSVSA, sino a;l resto de nuestra nacion.