Nada justifica que desde 2016-17 Petróleos de Venezuela no haya presentado un solo informe de gestión auditado. No contentos con ello, a partir Octubre’2020 el madurismo promulga la inconsulta ley antibloqueo, con el pretexto de "evadir las sanciones económicas y garantizar el disfrute de los derechos humanos y reforzar la protección constitucional de los sujetos, principios y valores afectados por medidas coercitivas unilaterales y otras medidas restrictivas o punitivas".

Lo que ciertamente permitió "evadir" dicha ley, fue que el tahúr sirio libanes tareck aissami y su pandilla de corruptos, robaran y saquearan a PDVSA la bicoca de; al menos y que sepa, unos $23.000 millones [Arrestan a un poderoso exministro de Petróleo venezolano acusado de corrupción - LA NACION]. Un dinero que jamás recibieron los ciudadanos Venezolanos

Esa inconsulta ley también permitió que el novato P. Tellechea y un nutrido grupo de "su directiva" cometieran graves delitos en contra de Venezuela que van desde la traición hasta la corrupción [¿Qué hay detrás de la detención del exministro Pedro Tellechea en Venezuela? | EL ESPECTADOR], mientras que hoy la gestión del ausente Héctor Obregón aún está por verse.

La industria petrolera no informa al país hasta qué punto compromete el futuro de los ciudadanos Venezolanos, al negociar tras puertas cerradas los bienes de todos, amparados por dicha ley.

La industria no solo es hoy una caja negra donde nadie informa, sino una empresa que desinforma y no da la cara al país. PDVSA no solo no presenta los informes financieros, ni de gestión, sino que además no da explicación alguna sobre la campante corrupción que a diario la corroe y destruye. No dan explicación tampoco sobre los múltiples crímenes ambientales y operativos que a diario suceden a lo largo y ancho de Venezuela desde sus instalaciones y activos.

A los ojos de todos, no existe el presidente, ni la directiva de PDVSA, dado que no dan la cara al país. Las autoridades de PDVSA han impuesto un cerco a todo flujo informativo, e impulsan a su vez recurrentes campañas de desinformación.

Tan solo el Complejo Muscar ha sufrido dos siniestros en menos de 5 meses [Extraoficial | Nueva explosión en la Planta Muscar de PDVSA]. Para el primer siniestro ocurrido en Noviembre’2024, lo justificaron como sabotaje, mientras que para la segunda explosión ocurrida a principios de Enero’2025, guardaron silencio. El caso es que ambos siniestros fueron en realidad producto de la desinversión y la impericia.

A juzgar por la creciente reincidencia en accidentes, incidentes, derrames, masivas emisiones y todo tipo de ilícitos ambientales, la directiva de la industria petrolera se ha convertido en un grave riesgo para la seguridad e integridad de nuestra nación, por el expreso desconocimiento y la inobservancia de las más elementales normas de seguridad, higiene y ambiente [SHA]. El panorama a corto plazo es de una creciente exposición a eventos catastróficos como los de Muscar.

La situación de "siniestralidad" en PDVSA continúa siendo critica, persistente y creciente hasta el punto de haber rebasado nuestras fronteras [KUOW - In Venezuela, harmful oil spills are mounting as the country ramps up production]. Mientras que antes de 2008 la cifra de barriles derramados era inferior a 10.000 barriles por año. La cifra de barriles derramados por la irresponsable gestión de PDVSA podría superar fácilmente los 300.000 a 400.000 barriles por año.

Según el Observatorio de Ecología Política de Venezuela [OEP] durante 2023 ocurrieron al menos 86 derrames de crudo, mientras que durante 2024 no existe información consolidada el respecto. Sin embargo, tan solo en el estado Falcon ha sido reportado un total cercano a 65 derrames asociados a una cuantiosa deuda ambiental. Extrapolando las tendencias en ciclos previos, es probable que durante 2024 la cifra de derrames haya excedido con creces los 100 a 130 derrames en todo el país.

Desde la refinería el Palito, la cual estuvo [o está] en manos iranies, los derrames han sido continuos, cuantiosos, crecientes y criminales. El derrame de Julio'2020 acumulo un volumen de entre 10.000 y 15.000 barriles. El origen fue meramente por irresponsabilidad operacional, ya que sucede cuando intentaban aumentar la producción desde la unidad de craqueo catalítico.

En Diciembre'2023 ocurre otro derrame petrolero que intento ser silenciado militarmente [Derrame petrolero alcanzó la mayor parte de la costa de Carabobo - Radio Fe y Alegría Noticias]. La magnitud de dicho derrame fue significativa excediendo los 100 kilómetros cuadrados de superficie [Runrunes on X: "Imágenes satelitales del Sentinel-2 revelan que el derrame de hidrocarburos de la refinería El Palito abarcó 103 kilómetros cuadrados de las costas del estado Carabobo https://t.co/iblp2uUzxA" / X]. Según nuestros cálculos, el volumen derramado en dicho siniestro pudo haber superado los 160.000 barriles en total, al considerando una película uniforme de 200 micrómetros o 0.2 milímetros de espesor interfacial.

Luego ocurre otro masivo derrame en El Palito en Agosto'2024 [Derrames de la refinería El Palito: lo que se ve y lo que queda - La Gran Aldea]. El mismo fue de una magnitud significativa abarcando una superficie potencial expuesta a contaminación cercana a los 300 kilómetros cuadrados, con un volumen derramados que bien podrían superar los 370.000 barriles derramados.

En Falcon-CRP la situación es preocupante. Desde el entorno de 2020 se han ido agudizando los derrames e ilícitos ambientales a una velocidad pasmosa. Mientras la refinería Cardón ha sido la más reincidente, la refinería de Amuay no se queda atrás. A diferencia de la refinería El Palito, los derrames en el CRP son continuos y su volumen es difícil de establecer. Los derrames en el CRP son en su casi totalidad submarinos, producto del envejecimiento, desinversión y la poca experticia del personal gerencial y operativo. En la zona reposan en el lecho del océano cerca de 9 ramales de oleoductos que; en su mayoría, no han sido en su totalidad reemplazados desde los 60. Estos acarrean hidrocarburos desde el Zulia.

Los derrames por ser submarinos pasan inadvertidos, ya que las mareas los dispersan llevándolos en dirección preferencial este-oeste con algunos "loops" localizados entre Puerto Cabello y la Península de Paraguaná que originan corrientes circulares temporales. En Noviembre'2024 lugareños reportaron un importante y devastador derrame submarino cuya extensión incluía el sector de La Ensenada, a causa; una fuga uno de los oleoductos submarinos que transportan crudo desde el Zulia hasta Cardón. La magnitud de dicho derrame no ha sido determinada, aunque se sospecha que pudo sestar entre los 25.000 a 30.000 barriles.

En el Lago de Maracaibo; particularmente hacia la Costa Oriental y en la via Cantaura-Anaco, los derrames también han sido de una magnitud igualmente importantes, aunque con exactitud indeterminada, debido al cerco mediático desde PDVSA y el gobierno.

Aparte de los derrames PDVSA también es conocida por su elevado nivel de contaminación de la atmosfera a través de masivas emisiones de gases tóxicos. PDVSA produce cerca de 3.900 millones de pie cúbicos día [MMPCD], de los cuales apenas utiliza el 46% del total, mientras que el 54% restante; es decir unos 2.100 MMPCD, los quema y ventea. Suponiendo que la composición de dicho gas natural se aproxima al metano [C1], dicha quema y venteo es responsable de emisiones de carbonos equivalentes de 122.000 toneladas por día, o 41 megatones CO2e por año.

Cuando incorporamos las emisiones equivalentes de carbonos [solo scope-1] desde los distintos procesos, incluidos aquellos desde los mejoradores, refinerías, crudo y gas producidos y recuperados, las emisiones anuales de PDVSA podrían superar con creces los 240 megatones, constituyéndose en un potencial de emisión de carbono unitaria per cápita de 8 tones CO2e por habitante por año, suponiendo una población de 30 millones de habitantes. Dichas cifras solo consideran las emisiones del scope-1 inherentes a la industria petrolera. Aun así, duplican el promedio per cápita del mundo de 4.7 tones por habitante y son comparables a aquellas de China, en cuanto al rango de emisiones de carbonos per cápita anuales [Per capita CO₂ emissions].

Esta alerta debe servir para llamar la atención de todos los ciudadanos Venezolanos, además de aquellas instituciones responsables de velar por el futuro de nuestra nación; si es que existen. Estamos prestos para ayudar a Venezuela.