Un total de 53 buques que transportaban petróleo ruso se encuentran actualmente vacíos e inactivos como consecuencia de las sanciones de Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea (UE), destinadas a privar a Moscú de las ganancias de las exportaciones de crudo. Así lo aseguran datos de seguimiento recopilados por Bloomberg y publicados este miércoles en un informe sobre el efecto de las imposiciones occidentales hasta ahora.
Las restricciones económicas comenzaron a aumentar en octubre del año pasado y, con ello, algunos navíos resultaron afectados por incumplir el tope al precio del petróleo ruso acordado por el Grupo de los Siete (G7). Otros fueron vetados por pertenecer a la naviera estatal rusa Sovcomflot, y los demás por el riesgo ambiental que representaban sus actividades.
Desde entonces, los barcos inactivos se han congregado en varios lugares alrededor del mundo. La mayoría de ellos no han podido recoger ningún cargamento. Solo tres lograron transportar cargamentos desde que fueron agregados a la lista, recurriendo a apagar sus sistemas de seguimiento automático (transpondedores) para permanecer ocultos mientras cambiaban sus cargas de un barco a otro.
La primera en actuar contra la flota de petroleros rusos fue la Oficina de Control de Activos Extranjeros de los EE.UU. (OFAC) que sancionó a varios barcos en 2023. En febrero pasado, tuvo como blanco a Sovcomflot y a más de una decena de buques afiliados a estatal.
El siguiente en intervenir fue el Reino Unido, atacando el 13 de junio a cuatro buques de la llamada 'flota en la sombra', acusada de eludir las sanciones alejándose de las jurisdicciones occidentales. Menos de dos semanas después, el 25 de junio, la UE castigó a 13 más. De acuerdo con Bloomberg, 41 de las 53 embarcaciones involucradas están clasificadas como petroleros de crudo o de sus derivados. Eso equivale a alrededor del 7,5 % de la flota de buques observados cargando crudo ruso desde principios de 2023.
Esquema inoperante
Aunque las tarifas de flete —que están cayendo en parte debido a las sanciones— demuestran que las restricciones han perturbado el movimiento de los buques, en realidad no están aumentando los costos de Rusia para las cargas individuales, asegura el medio.
A mediados de junio, Bloomberg aseguró que los ingresos petroleros de Rusia para el presupuesto estatal habían aumentado casi un 50 % en mayo con respecto a hace un año, al subir los precios del crudo y adaptarse la nación a las sanciones.
Para contrarrestar a las medidas, Moscú ha estado desviando la mayor parte de sus exportaciones a Asia, particularmente a India y China, donde el crudo ruso puede venderse por encima del precio máximo de Occidente, ya que Nueva Delhi y Pekín han optado por no sumarse a las sanciones. En repetidas ocasiones se ha informado de que este mecanismo restrictivo occidental es un esquema inoperante que no puede alcanzar sus objetivos.