Hay épocas en que la clemencia ejercida con los criminales insignes y con los enemigos de la Patria y del gobierno, llega a producir la innecesidad de otorgarla, porque generalizados los crímenes, se sigue la impunidad de ellos; y la destrucción de la moral pública causa bien pronto la disolución del Estado (Simón Bolívar)
Refiriéndose al derecho y obligación que todo ser humano tiene de ser gestor de su propio destino y de la sociedad donde vive, Mao Zedong decía: Vivir no consiste en respirar, sino en obrar. A esta genial sentencia, podemos agregar, que no basta con obrar, es indispensable que la gestión se haga de conformidad a la visión, misión, objetivos y metas que nos hemos propuesto, los cuales deben estar orientados por los principios y valores por los que luchamos.
De la anterior reflexión, se deduce que todo lo que hacemos los seres humanos en el plano ideológico, político, económico, financiero, gremial, cultural y otras actividades, son la gestión ordinaria o extraordinaria; sin embargo, es conveniente distinguir entre la gestión de carácter ejecutiva, la cual implica el hacer para lograr resultados sustentados en principios, valores, políticas, normas, sistemas, procedimientos y soportes conexos, y la gestión contralora que atiende a la necesidad y obligación de seguir, examinar y diagnosticar lo que se ha puesto en práctica desde el área ejecutiva en función de velar porque haya congruencia con los principios, valores, políticas, normas, sistemas, procedimientos y requisitos conexos, todo lo cual debe estar en función de optimizar los resultados esperados.
Es evidente, que al comparar lo que deben hacer las instituciones, los servidores públicos y ciudadanos con relación a lo que en la práctica han realizado o vienen gestionando, puede surgir conformidad o por el contrario, pueden resultar desviaciones benignas o malignas, que requieren ser corregidas o sancionadas según el grado de negligencia, incompetencia, actitud delictiva o cualquiera otra calificación señalada en las leyes de la Republica.
La citada gestión que se encarga de cotejar el deber ser con el ser o realidad de los hechos, es lo que en esencia es el Control, el cual se denomina Control de Estado, cuando se refiere a la defensa de los intereses del colectivo nacional, regional o local, gestión que debe ser ejercida desde las instituciones oficiales y desde las organizaciones sociales, por ser estas últimas, las que reciben gran parte los resultados de la acción del Estado y entes asociados.
De la conceptualización supra, se hace evidente que para que exista un control eficiente, económico, de calidad y eficaz, se requiere un conjunto de condiciones mínimas: a) Desde el lado de la acción ejecutiva es imprescindible que tanto a las instituciones como a los servidores públicos, se le precisen “las reglas de juego”, es decir, cuales son los grandes lineamientos filosóficos, ideológicos, políticos, programáticos y normativos que deben guiar la gestión, en el caso venezolano, es de suponer que estos elementos deben estar articulados con la Constitución, el Plan de desarrollo Económico y Social “Simón Bolívar y con la emblemática consigna “Patria socialista..”, esto último, visto, como una etapa de transición hacia el socialismo. b) Desde el lado del área contralora, se hace necesario y obligante que tanto las instituciones de carácter publico como los servidores públicos tengan bien definidas sus competencias y atribuciones, siendo esencial que exista un compromiso patriótico ineludible para actuar con apego a los principios, valores y normas constitucionales-legales que rigen este tipo de actividad. En el caso del aporte que debe hacer comunidad a través de la denominada Contraloría Social, es requisito indispensable que los ciudadanos hallan recibido información, formación y la permisología adecuada para tener acceso a la documentación que les permitiría acopiar evidencias, pruebas necesarias y legales que sirvan para calificar determinada situación y en consecuencia actuar.
Es importante acotar que el Control de Estado, debe ser continuo, el cual debe comenzar con el establecimiento de un sistema general de control y con el diseño e instalación de subsistemas en las diversas instancias objeto de control y debe continuar con procesos rutinarios a cargo de la dirección, las coordinaciones y supervisiones ad hoc. De poco sirve decretar y/o financiar obras, si se carece de cronogramas debidamente articulados que faciliten el seguir y verificar si el dinero aprobado ha sido invertido en la cuantía estipulada por el presupuesto y en el tiempo oportuno de ejecución. Desde el inicio de las obras, pasando por el proceso de realización y su terminación física, hasta llegar a validar y comprobar que lo ejecutado se ajusta a la cantidad y calidad requerida, lo que implica destinar un espacio de tiempo razonable para validar los resultados finales. Nótese que cuando el dinero del sector público asignado, permanece represado en los bancos, sin darle el uso adecuado, lo más probable que halla corrupción, mientras al colectivo nacional, regional o local se le priva de bienes y servicios indispensables para sus operaciones y subsistencia.
¿Por qué este tipo de labor de manera integral se le denomina Control de Estado en vez de “Control Fiscal y Auditoria?.
La razón fundamental consiste en que El Control Fiscal hasta ahora ha sido orientado hacia los recursos financieros y bienes del Estado, para lo cual se utiliza a la auditoría financiera como herramienta fundamental y donde son las instituciones del Estado son los únicos entes objeto de control. Prácticamente el énfasis se pone en la determinación de irregularidades administrativas de carácter financiero. Téngase en cuenta que la auditoria, al igual que las inspecciones, verificaciones, fiscalizaciones e instrumentos similares, forman parte del Control.
En el caso del Control de Estado que se propone, se intenta que el control se realice desde el Estado y hacia el Estado, esto ultimo por medio de las acciones contraloras de las comunidades y ciudadanos en general.
Controlar el buen uso de los recursos financieros y materiales, sigue siendo válido, pero es necesario, sobre todo en un proceso de cambio de mentalidad y estructuras vía socialismo, que se evalúe y controle permanentemente el rumbo de las transformaciones que se quieren hacer de conformidad a los macro lineamientos actuales del Estado Venezolano Bolivariano.
Dentro de los citados lineamientos, se contempla: Predominio de la propiedad colectiva de los medios de producción sobre la privada; respeto a los beneficios sociales de los trabajadores; impuestos nacionales predominantemente progresivos (declarar y pagar más en la medida que se obtienen mayores utilidades); relaciones de producción, donde debe prelar el factor trabajo sobre el factor capital; educación y formación de profesionales y técnicos, mediante unidades de trabajo, líneas de investigación, unidades curriculares y bibliografías orientadas a generar valores socialistas con alto espíritu de transformación económica, social y cultural; prioridad al turismo nacional y los países con quienes tenemos las mejores relaciones políticas y culturales; medios de comunicación con mensajes revolucionarios que lleguen a la mayoría de centros de trabajo, sitios públicos y hogares; predominio de los servicios de seguridad y salud pública sobre los servicios de carácter comercial; políticas de precios justos, tanto en los bienes y servicios de primera necesidad como en aquellos que pudiesen contribuir a incrementar la inflación, alta organización para la seguridad y defensa del país y en general un conjunto de políticas favorables al bienestar de los sectores populares y medios, donde el índice de Gine se logre disminuir considerablemente.
Con este breve resumen de políticas, debería quedar claro, que el control no solo es una actividad para detectar las irregularidades de carácter material, sino que se requiere ir más allá en la búsqueda del cumplimiento de principios y valores orientados hacia la transición vía socialismo.
Cuando algunos altos y medianos servidores públicos, ubicados tanto del lado de la oposición como del gobierno bolivariano, se hacen cómplices de la tercerización; del regateo de los derechos laborales; del predominio de los impuestos regresivos sobre los progresivos, de la evasión y elusión fiscal; de las formas disfrazadas de privatización; de los sistemas curriculares favorables a la educación neoliberal capitalista; de profesores contrarios a una reforma curricular revolucionaria y amigos del academicismo tecnocrático; de instituciones públicas como aeropuertos, hoteles, hospitales y sitios similares donde se omite ver y escuchar los medios de comunicación bolivarianos; de la especulación en todos los niveles de la economía (Especialmente en alimentos, medicinas y vivienda); de la asignación de divisas en iguales proporciones para viajar a USA o a Europa, con relación a los viajes para los países de la ALBA, Mercosur u otras naciones amigas; de los comisionistas soterrados corruptos del sector público y de otro género de irregularidades, omisiones e ilícitos, se hace necesario y urgente activar un eficiente y eficaz Control de Estado institucional y ciudadano, con el concurso de las comunidades organizadas. El pueblo trabajador debe evitar que a nombre del Presidente Chávez y del socialismo o de la falsa democracia opositora, un grupo de pillos y negligentes se apoderen de las instancias del gobierno para torcer el rumbo de este proceso de cambio vía socialismo.
Es necesario y urgente que el sector contralor actúe con la mayor libertad posible, evitando ser apéndice de la gestión ejecutiva, ningún cuerpo contralor debe ser nombrado por la máxima autoridad jerárquica de una institución del Estado, mientras esto suceda se corre el riesgo de caer en la parcialidad, la impunidad y la complacencia. Los órganos contralores y los ciudadanos en función contralora deben conocer muy bien la articulación necesaria con la Fiscalía General de la República y los tribunales de justicia, de otra manera las denuncias y el resultado de las auditorias y similares se quedan en el camino. Es deber insoslayable que la Fiscalía y los Tribunales actúen con oportuna diligencia y eficacia.
En el caso de la Contraloría Social, que hasta ahora se ha convertido en un elefante blanco, dadas las limitantes normativas y procedimentales, casi nadie ha podido lograr que se haga justicia a través de esta vía. Hasta en algunos Consejos Comunales se ha detectado la corrupción ya sea generada por la oposición o por los algunos disfrazados de bolivarianos. La mayoría de las denuncias se quedan en el vacío. Miles de trabajadores tanto del sector público como privado, se eximen de accionar como contralores sociales, toda vez que sus jefes generalmente alegan que las criticas y denuncias son causadas por la envidia y por asuntos de tipo personal ¿Habrá algunas vías efectivas para evitar que los acusados salgan ilesos? ¿Por qué será que la mayoría de los delincuentes abandonan el país sin ser juzgados o castigados oportunamente?
Para finalizar, e aquí algunas recomendaciones de carácter preventivo: a) Evaluar muy bien la trayectoria de los potenciales candidatos a puestos en el gobierno y en las instancias de elección popular, así como evaluar y dejar un informe bien claro de la actuación de los funcionarios cuando egresan de sus respectivos cargos b) Crear una base de de información a nivel nacional que permita conocer el personal que ha trabajado o trabaja en la Administración Pública o aspira ingresar en ella (La gente debe ser seleccionada por sus méritos, donde se evite subestimar a los trabajadores (as) honestos (as) por el solo hecho de que no cuentan con las típicas palancas) c) Debe inhabilitarse a todos aquellos servidores públicos que durante sus funciones no han sabido cumplir con sus deberes y evitar ser repetidos en cargos iguales o superiores d) Se debe tener una actitud vigilante y permanente sobre todos aquellos funcionarios que trabajan en función contralora, toda vez que da la impresión que en muchos casos, la complacencia predomina sobre la equidad, la transparencia y la justicia.
En síntesis, reverendo comandante, se tiene conciencia que Ud. no es el Contralor del Estado, sin embargo, estamos seguros que a Ud. en nombre de todos los venezolanos honestos y revolucionarios le preocupa que a diario se produzcan hechos desviados del espíritu y propósito de la Constitución, las leyes, los principios y valores que orientan este proceso de cambio bolivariano. Es en función de mejorar la gestión pública sobre la base de eficiencia, economía, calidad, eficacia, solidaridad y justicia que estamos comprometidos a continuar colaborando para que desde el gobierno bolivariano y socialista se optimice la gestión tanto ejecutiva como contralora. Todavía estamos a tiempo de salvar la V República y con ella la esperanza de un mundo mejor.