Es increíble ver el postín que se da Fernando Ochoa Antich, exministro de Defensa de Carlos Andrés Pérez, quien tiene años conspirando junto a Carmona desde Bogotá, al acusar en rueda de prensa al Presidente de la República de Venezuela de estar siguiendo instrucciones del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro para “ofender a los venezolanos” por haber dicho las cosas por su nombre, en relación a la campaña desatada contra el general Henry Rangel Silva, jefe del Comando Estratégico Nacional, ahora ascendido a General en Jefe de la Fuerza Armada Bolivariana por haber declarado en defensa de la integridad de esa institución y del proyecto de país sintetizado en el preámbulo de la Constitución venezolana.
Lo que no se explica es cómo Ochoa Antich no ha sido llevado a los tribunales por conspirar en contra de Venezuela desde la capital de la antigua Nueva Granada, por mentir descaradamente en contra de la figura del Presidente de Venezuela, cuando en una entrevista reciente en Globovisión se atrevió a afirmar que Hugo Chávez Frías había impuesto su reelección, negando de un plumazo la realización en el 2009 del referéndum convocado por el Consejo Nacional Electoral para dirimir la aprobación o no de la enmienda constitucional que le permitiría no sólo a Chávez, sino a cualquier presidente de Venezuela su reelección, en el cual triunfó el SI.
Es decir, Ochoa Antich se vale del odio que ellos mismos han levantado contra Cuba para ir generando un falso nacionalismo que sí ampara los acuerdos con el gobierno de EEUU para derrocar a un Presidente legítimamente electo y las campañas antivenezolanas de Globovisión, que tuvieron su cúspide en la entrevista realizada a Uribe donde ya no sabían cómo sacarle frases al expresidentes de Colombia, contra nuestra patria.
¿Dónde están las 3R en Conatel, en el Tribunal Supremo de Justicia, en el PSUV? Estas tres instancias deberían tomar medidas administrativas, legales y políticas en contra de una conspiración en nuestras narices que lo que persigue es socavar la moral de nuestra Fuerza Armada al lado de los intereses nacionales y destruir el prestigio legítimamente ganado por el Presidente de la República, Hugo Chávez Frías. Basta ya de impunidad y de estar quejándonos sin accionar.
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