La
justicia es más que un discurso, más que una buena aspiración y mucho
más que un principio filosófico o jurídico, plasmada como códigos
indescifrables en textos, manuales o leyes de nuestro país, debe ser
primero y antes que nada una práctica de vida sostenida, cotidiana
y sin asomos de arrogancia de héroes y justicieros.
Recientemente
hemos venido hablando de derecho y de justicia en el marco de la refundación
de la república y en la búsqueda de reivindicar a los
pobres de la tierra “Con los pobres de mi tierra quiero yo mi suerte
andar”, decía José Martí.
En
ese mismo afán el Presidente Comandante, Hugo Chávez, ha sido
coherente en el desarrollo de su teoría y praxis; con aciertos unas
veces y desaciertos otras, pero ha desalambrado sus ideas y también
los grandes latifundios. Lo ha demostrado en ésta etapa difícil (Los
poetas dicen hora amarga) de los embates climatológicos que nos han
azotado, algunos los llaman fenómenos naturales; hay quienes decimos
que nada tiene la naturaleza contra Chávez y su pueblo, pero
el imperio norteamericano sí, y por eso hablan del Proyecto HAARP (Proyecto
de la Fuerza Aérea Norteamericana, que traducido sería, algo como:
Programa de investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia
); a nuestro entender es una máquina ( no es el mundo del Dr. Smith,
para los que vimos esa serie) para modificar y controlar el clima
y el tiempo, alterando la ionósfera y las ondas electromagnéticas.
Bueno investiguen.
No
sabemos si es ciertos o demostrable, pero los que mantienen esta afirmación,
han hecho y están haciendo un gran aporte a la investigación, desde
el punto de vista de la discusión han sembrado y siembran tremendas
dudas sobre los aspectos fenoménicos.
¡Pare
de sufrir camarada comandante Chávez! Así como a usted le ha
tocado enfrentar y expropiar a los grandes terracojientes, monopolistas
y acampadores; ahora le tocas y nos toca a todos, emprender una gran
cruzada para recuperar y ocupar los espacios (por demás grandotes),
que antes fueron cines, teatros y centros para la cultura y la recreación,
hoy centro de encuentros religiosos. Ahí está la clave para gran parte
de la solución de nuestros hermanos refugiados en albergues temporales,
preventivos o provisionales.
En
todos los rincones de nuestros pueblos y ciudades de este país hay
una licorería y un recinto de “Pare de Sufrir” y otras congregaciones
o asociaciones religiosas ¡claro para que no pase la borrachera física
e ideológica! ¡Viva la fantasía!
“Paren
de sufrir compatriotas” es la hora de la rebelión, refugiémonos
con nuestras familias afectadas en los espacios ocupados por Pare de
Sufrir, ellos son aptos para dejar de sufrir y buscar un mejor vivir;
sin que ello signifique acción contra fe, solo una de buena fe, creyente,
salvadora y en la corriente de la emancipación. Buscar la felicidad
en la tierra.
Es la hora de decirle al Comandante donde está la solución, es la hora de proponer y acompañarlo para que paremos de sufrir; sabemos que ellos, todos estos espacios, están en cada rincón del país y también sabemos que son habitables. Paremos de sufrir.
baredu25@hotmail.com