Con
el transcurrir de las horas la preocupación se fue convirtiendo en
alivio y seguridad de que se iba a superar toda la situación saliendo
del abismo, al saber que no existía mejor lugar en el mundo para
librar esta batalla que la Cuba Revolucionaria de Fidel, siendo el mismo
quien estuvo al frente de este combate para lograr el triunfo sobre
esta nueva vicisitud colocada en el camino de la revolución, la cual
vio afectada a su líder.
Teniendo
la seguridad de la batalla ganada, volviste a sorprender con tu llegada
en la madrugada del lunes a Venezuela, transformando todo sentimiento
presente en un gran júbilo al saber que teníamos de regreso a Venezuela
a un Chávez en perfectas condiciones de salud, gracias a los cuidados
otorgados por la digna revolución cubana, dándonos el mejor regalo
para la celebración Bicentenaria de nuestra independencia, la presencia
y fortaleza de espíritu del guía de la revolución para continuar
el rumbo por la consolidación del proyecto de nuestro Libertador Bolívar.
Hoy día con Chávez a nuestro lado y después de vivir con muchos sentimientos encontrados el trascurso de esta nueva batalla, como joven estoy convencido de que Hugo Chávez no tiene padrote en Venezuela y que es de suma importancia tener en nuestras a filas a un hombre como él para emprender en estos meses venideros el camino hacia la victoria en las elecciones del año que viene, la cual nos garantizará la consolidación de la revolución; eso sí comandante a cuidarse mucho y a no volver a cometer esos errores fundamentales que nos confesaste habías cometido, por lo pronto bienvenido a tu querida Venezuela comandante amigo.