Un llamado urgente a la vanguardia revolucionaria

Sufrimos una agresión, tanto interna como externa realmente agresiva. Las oligarquías mundiales han reconocido la naturaleza redentora de nuestra Revolución y no cejan en su esfuerzo por borrarnos del mapa de la historia.

El capitalismo es experto en las agresiones ideológicas, en esas agresiones con las cuales comienzan lo que luego terminan a bombazo limpio. Han desarrollado a lo largo de la historia la habilidad para lograr que los pobres, los obreros y los campesinos luchen no por la vida sino contra sí mismos. La colonización de la conciencia es la primera acción en esta guerra infinita entre explotadores, esclavistas y depredadores y sus víctimas. Deforman la realidad, neutralizan la voluntad de igualdad de los pueblos oprimidos y logran que estos terminen admirando y adorando a sus predadores.

Así lograron que Jesús de Nazareth “que pasó por la vida haciendo el bien” según afirmó ante el Sanedrín, Pedro, terminara su vida física condenado a muerte por aquellos a los que amó y sirvió. Así lo hicieron con el “Mágico Adelantado”, el caraqueño infinito, Simón Bolívar. Aunque hoy pudiera parecernos imposible, el pueblo al que amó y sirvió hasta la entrega de la vida lo condenó a la soledad terrible de San Pedro Alejandrino. Lo que no pudo con todo su poder extraordinario Morillo (el vencedor de Napoleón) lo pudo la propaganda oligarca. Así sostienen una macabra dominación sobre los desposeídos del mundo en nuestros días. Con los desposeídos, abusando de su credulidad, con ellos como inocentes cómplices, sostienen su dominio.

Es imprescindible enfrentar en el ámbito de las ideas las fuerzas de la dominación capitalistas. Estamos obligados a dotar al pueblo de las armas de la conciencia que le permitan enfrentar con éxito las maniobras de la manipulación capitalista. La campaña de la manipulación capitalista tiene como objetivo confundir al pueblo, sembrar dudas, animar decepciones particulares, estimular deseos insatisfechos, apelar al egoísmo puro y duro. Frente a eso hemos de colocar los valores colectivos, hemos de dotar a nuestro pueblo de herramientas para el análisis más allá de la humareda de mentiras capitalistas.

Es imprescindible hacer que nuestro pueblo conozca la historia. Ha de saber nuestro pueblo que nunca estuvimos tan cerca de las metas de la igualdad y la justicia como hoy. Nunca antes como hoy el pueblo había alcanzado tales niveles de libertad, de justicia e igualdad. Nunca antes a lo largo de toda nuestra historia republicana estuvimos tan cerca. Ha de saber también que estas metas alcanzadas están –lógicamente- en peligro. Ha de saber nuestro pueblo que el capitalismo no se rinde sin pelear y que lo hará con todos sus recursos. Si el capitalismo alcanza sus logros el milagro de la Revolución se desvanecerá. Volveremos al botalón del amo que nos desprecia. Seremos pasto de la bestia. Urge el trabajo apostólico de la vanguardia revolucionaria. “No podemos optar entre vencer o morir” como nos decía Ribas.

¡NOSOTROS, VIVIREMOS Y VENCEREMOS!

¡CHÁVEZ ES PATRIA, CHÁVEZ ES SOCIALISMO!


martinguedez@gmail.com


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Martín Guédez


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