El viejo como cariñosamente lo conocíamos en Insurgencia Comunista, se
fue, el Maestro, el Cuadro Insurgente, el militante Comunista, el
amigo, el camarada, el de las tertulias en el gran café y
posteriormente en su casa, el “alzado contra todos” como tituló uno de
sus últimos libros, el polémico y crítico mordaz.
Para muchos, Domingo era una veleta sin rumbo, anti-organización,
cuando lo conocimos mas allá del aula de clases, en aquel
convulsionado año de 1992, recién nacida la Insurgencia Comunista de
hoy, ayer denominada Poder Popular Revolucionario (PPR), el viejo se
convirtió en guía, maestro, orientador.
Si de su entrañable amigo y camarada Simon Saez Mérida. Aprendimos y
reconocimos a un Marx y Lenin distinto, al estructuralismo y
funcionalismo cotidiano; del viejo conocimos los inicios de la Liga de
los Comunistas y como lapidariamente nos comentó un día en el gran
café, si Marx y Bakunin vivieran en este siglo XXI sus contradicciones
fueran otras, porque el socialismo y los socialistas no han echo más
que reformar y reforzar el domino capitalista, esa bendita etapa de
transición se ha convertido en la panacea de los explotados del mundo,
cuando la verdadera ruptura a la sociedad capitalista es la sociedad
comunista.
Igualmente polémicos fueron sus artículos sobre el fundamentalismo
islámico, sobre la composición de clase de la fuerza insurgente (para
él nacería de los barrios, favelas, vecindades latinoamericanas y
estarían integradas por el desclasado de siempre) esa fuerza afirmaba,
nada tiene que perder y sí un mundo que ganar y ella destruiría al
capitalismo; polémicas y controversiales fueron sus afirmaciones sobre
el gobierno de Hugo Chavez Frias, sobre el devenir de la Insurgencia
Colombiana y vimos y leímos sus cartas para el Camarada Manuel “El
Cura” Perez o para Manuel “Tirofijo” Marulanda, en fin el viejo era
simplemente y sencillamente así, polémico, mordaz, incisivo.
Su relación con los amigos del periódico el Libertario, fue una de sus
constantes en los últimos tiempos, mucho mas aun cuando ya cedido su
espacio en la Dirección Política, producto de las limitaciones físicas
que le imponía su enfermedad, las visitas y reuniones en su trinchera
de lucha en la casa de las Mercedes, fueron cada vez mas espaciadas.
Pero la lejanía fue casi completa cuando la actual Dirección Política,
asume la actual orientación táctica política.
Abstencionista como siempre lo fue, Domingo veía en cada nueva
convocatoria electoral el reforzamiento a la lógica de opresión en que
se encontraban atrapados, los explotados y explotadas de siempre. Su
verticalidad a cualquier signo de claudicación y reformismo en la
lucha, es algo que sus detractores no podrán quitarle jamás y aun
recordamos como frente a los bombardeos inhumanos realizados por el
estado sionista de Israel contra el pueblo palestino, su llamada a la
medio noche para que Insurgencia Comunista se pronunciara y activara
tareas mucho mas que propagandísticas, como tarea urgente y necesaria,
Domingo solicitaba en esa media noche un vehículo para salir de su
casa para incorporarse físicamente a las protestas contra esos
bombardeos, esta actitud diametralmente activa y combatiente lo
caracterizó toda su vida.
Desde Insurgencia Comunista mantendremos la memoria y recuerdo de
quien en vida fue el camarada de trinchera, el compañero de tertulias,
el amigo de polémicas, no somos la organización que el pretendía dejar
construida contra el sistema capitalista, pero asumimos la tarea
inconclusa que él dejó como parte de nuestro accionar diario y
cotidiano.
Honor y Gloria
Viva el C.P.R. (Caracas)
“Domingo Alberto Rangel”
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