La selección del alcalde en la coyuntura actual requiere todas las fuerzas orgánicas de la revolución unidas; y de un hombre o una mujer que sea expresión de ellas, sin exclusión de ningún tipo, de los que han sido, y son, “Garantía de la Revolución”, los que sabemos que ya hoy “Chávez somos todo".
Si bien en revolución todos los momentos de confrontación con el enemigo son definitorios, los épicos, lo son por ser la culminación de procesos enlazados con la preparación de batallas definitorias que permiten avances para consolidar etapas en el proceso libertario. Carabobo es uno de nuestros mejores ejemplos, al igual que lo son, en otra proporción y momento, el 4 de Febrero, el 27 de noviembre de 2002 y el 7 de octubre de 2012, o el Asalto al Cuartel Moncada para el Movimiento 26 de julio, en la Cuba socialista. Todos esos hitos históricos son cumbres de procesos acumulatorios revolucionarios. Su profundidad y consecuencias dependieron no solo de lo planificado, sino también de sus líderes y la conciencia alcanzada por los pueblos; su consagración histórica fue posible por la consecuencia en la direccionalidad que los originó, y su constancia y firmeza revolucionaria en el seno de las bases populares y sus dirigentes, sostenida en el tiempo. No se trata de una simple consiga populista sino de una verdad comprobada por la historia: los líderes se templan al fragor del combate junto a las clases oprimidas, desde los manantiales más profundos y ardientes de la lucha contra la injusticia.
No por casualidad nuestro Comandante Hugo Chávez Frías, denominó la confrontación del 7 de octubre, “Batalla de Carabobo”. Sabía y sabe que faltan muchas batallas hasta emular la de Ayacucho, incluso nos alertó que ronda en algunos el espíritu de San Pedro Alejandrino, de la Cosiata, presagiando la peligrosa ingenuidad que calificó el triunfo del 16D como “redondito”, al haber logrado 20 gobernaciones. No desmeritó que electoralmente pudiéramos ganar en “Victoria Perfecta”, pero alertó que teniendo patria hoy, su consolidación depende de lo que unidos seamos capaces de hacer, recordándonos: “No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para, bueno, mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria.”
Nuestro Comandante, el 8 de diciembre, nos informa que recae ante la grave enfermedad que lo aqueja y el comienzo de una nueva etapa. Consolidar las victorias y avances de la revolución, dependerá hoy, como siempre, de la UNIDAD de todos los bolivarianos y la SABIDURÍA y sensatez revolucionaria que tengamos para apreciar con cautela y, a la vez, audacia el momento presente, el sentir popular, para poder consolidar lo alcanzado y avanzar.
Resurgirán viejas y nacerán nuevas confrontaciones, nos advirtió. Caracas ha sido, y seguirá siendo, una de las trincheras fundamentales para la independencia y el socialismo en tierras bolivarianas.
La selección del alcalde en la coyuntura actual requiere de todas las fuerzas orgánicas de la revolución unidas; y de un hombre o una mujer que sea expresión de ellas, sin exclusión de ningún tipo, de los que han sido, y son, “Garantía de la Revolución”, en definitiva de los que sabemos que ya hoy “Chávez somos todos”. Se requiere un Alcalde que garantice la amplia participación decisoria a todas las corrientes y movimientos revolucionarias y progresistas de la ciudad y la patria. Que rescate y fortalezca las organizaciones político-sociales que han sido y son (aunque muchas golpeadas, aisladas y dispersas hoy), las fuerzas revolucionarias en las luchas contra el bipartidismo antidemocrático y lacayo; las que conquistaron la ciudad de las manos del nefasto Antonio Ledezma; las que supieron enfrentar con coraje el golpismo, las huelgas y paros del 2001 al 2004; las que crearon Barrio Adentro, en esperanza renovadora, con sus más de 7000 Comités de Salud; las integrantes de los Comités de Tierra contra el latifundismo urbano; las de las Mesas Técnicas de Agua; las integrantes de los primeros batallones de defensa de la Revolución, y de las milicias populares posteriormente; las que desde la militancia política, ayer y hoy, viniendo o no de las diversas expresiones político partidistas del Presidente, fueron y son propulsoras disciplinadas y creadoras del PSUV, y/o siendo integrantes de partidos del Polo Patriótico, en respetuosa alianza con el partido del Líder del proceso se han sumado al esfuerzo unitario; las que han hecho posible, todos los triunfos electorales o no, en la Ciudad de Caracas. Los que gritamos UNIDOS a cuatro vientos, “Somos Chávez, hecho millones”.
Requerimos hoy de un dirigente de la Ciudad, con disciplina y dirección política; con direccionalidad revolucionaria propia; asumiéndose siempre disciplinado, amplio, desprendido y generoso con todas las fuerzas políticas revolucionarias y la gente común: UN REVOLUCIONARIO FIRME Y UNITARIO; imbuido del carácter participativo y protagónico en el mandato del Comandante Chávez: “Mandar obedeciendo”.
Además requerimos que nuestro Alcalde a ser electo transparentemente y sin exclusiones por las bases, asuma la responsabilidad de gobernar la ciudad, “…junto al pueblo siempre y subordinado a los intereses del pueblo, los destino de esta Patria”, siendo un leal y firme defensor de los principios y el legado revolucionario bolivariano de Nuestra América, hoy dirigidos y condensados sin duda por nuestro Comandante Hugo Chávez; que sea capaz de empinarse e indignarse por esencia y convicción propia, ante la injusticia, la burocratización, las corruptelas, las incertidumbres que puedan generan dudas; dispuesto a enfrentar cualquier reto con experiencia, en todas las circunstancias con el talante y temple probado que se le debe exigir a todo dirigente, y que requieren los pueblos en su difícil acompañamiento colectivo y liberador.
En momentos de defensa y avance de la revolución continental que recorre la Patria Grande, y el reacomodo imperial cada vez más agresivo para perpetuar la expoliación de la patria y el continente, las bases del PSUV y la ciudad, elegiremos, si las elecciones internas son democráticas, a quién ha sido consecuente ante las dificultades, con absoluta lealtad a la dirección e ideario del Comandante Chávez y del PSUV, resteado con los más necesitados, antimperialista y socialista.
Ante la sevicia y acecho contra la Revolución Bolivariana, las bases preferirán a quién, junto a la dirección revolucionaria, en la primera trinchera de la confrontación, ha respaldado humildemente como uno más, nuestra revolución al lado del pueblo; al que haya sabido alentar y contribuir en su organización para el combate y que; en momentos de relativa calma haya tenido o tenga la capacidad para el ordenamiento y la planificación de la Ciudad Capital, para avanzar hacia la mayor suma de felicidad y estabilidad posible, haciéndola también cada vez más bonita, confortable y grata.
No hay duda que la etapa por venir, requerirá de una Caracas leal, combativa y disciplinada. Para ello debemos ganar las elecciones con todas las fuerzas de la revolución. Con un candidato electo por las bases, en elecciones directas de primer grado, que garantice la unidad; con el pueblo organizado e ideologizado; la dirección del PSUV y, con las fuerzas y movimientos del Polo Patriótico, para un nuevo triunfo y la consolidación de la hegemonía bolivariana, ante el acoso de la derecha apátrida, disfrutando lo nuevo, y como dice nuestro Chávez: “…lo mejor que está por venir”.
*Militante del PSUV-Ccs.