“Debajo de aquél firmamento sereno se visualizaban las columnas tristes de unas nubes borrascosas que empezaban a encadenarse; un anuncio que jamás se creyó dar, unas palabras que no se anhelaron decir y unas lágrimas que nunca se aspiraron brotar; los rostros desvelados de los mensajeros fueron tapiados por el muro de la tristeza; los ríos se desbordaban por el llanto de los oyentes afligidos. El nódulo de la amargura empezaba hacer su afrenta ante la partida del hombre de la Sabana después de devóraselo en dolor mayor; sus ojos se cerraban mientras el cansancio lo cavilaba entre los dientes de los sueños incumplidos. Aquella tarde vil el viento se paralizó en las 4 rosas de los vientos mientras que el Mundo dejaba de girar en su minuto 25; el sufrimiento ya lo había consumado y la angustia lo había engullido; sin embargo, la Paz ya lo premiaba con el descanso eterno del Guerrero por haber cargado la corana del sufrimiento para liberar del yugo a su Pueblo. El abatimiento no se dejó percolar por las incertidumbres de los zamuros de la barrosa cuando estos intentaban confundir el Libro del Pueblo; no obstante, el elegido del gran Maestro Supremo ya lo había colocado en su sitial en aquellos 8 vientos fríos del advenimiento mientras anunciaba la última batalla que el combatiente le sobrevenía; el elegido no cayó en la polémica del Pueblo revolucionario, ya que su Comandante le enseñó a usar los zapatos de la conciencia; la disciplina se hizo firme con la decisión del hombre de la Sabana; y es que, sólo el huracán rojo de la unidad se enfilaba para nuevas batallas obligando a sus luchadores a vencer sin vacilaciones; dirigir la nave de la Revolución era una gran proeza; sin embargo, el recientemente timonel cuenta con el apoyo de su tripulación concedida por el Libertador del nuevo siglo”.
HUGO CHÁVEZ, comienza con un “Por Ahora” y su Pueblo lo termina con un “Para Siempre”; dos frases que trascienden los pueblos del Mundo. El Comandante no fue sólo un hombre visionario, sino también un liberador de pueblos oprimidos; que esto no se interprete como un una simple expresión alegórica; pues los analistas e historiadores algún día se verán en la obligación de aceptar que ésta máxima es una realidad política y materialmente comprobable. El siglo XX concluye con la última Revolución en el Planeta y la primera del Siglo XXI; es decir, el Mundo pasa por ambos siglos dejándose transitar por la Revolución Bolivariana; un Proyecto Político perfectible basado en los ideales de SIMÓN BOLÍVAR, con ingredientes acoplables de distintas teorías de izquierda; pero, no renunciando ni olvidando a la originalidad, características y especificidades del Pueblo Venezolano; ya que no se debe confundir el “decretar” Revolución” con el de “crear” Revolución; el primero va trabado con las copias que lo expira y el segundo con la excepcionalidad que lo concreta. HUGO CHÁVEZ, no se caracterizó ser un Hombre que promovía la desunión ni mucho menos la violencia; esto lo digo, porque la Oposición siempre objetaba la manera de cómo el Comandante se dirigía y conducía a la Nación; sin embargo, ellos no quisieron precisar ni entender el discurso y mucho menos el Proyecto. Cuando dos objetos en velocidad se aproximan hacia un mismo punto, esto desencadena en un choque inevitable e irreparable, donde sólo la transformación será la transición hacia un nuevo objeto que reorientará su conducción; asimismo es, lo que ha ocurrido en Venezuela, una crisis política donde dos modelos han apostado por sobrevivir; por un lado, la que venía gobernando desde 1830 hasta 1998 y, por el otra lado, la que iniciaba con la entrada en vigencia de la Constitución Bolivariana de Venezuela en 1999; ahí se comenzaba a concebir dos arquetipos antagónicos, uno que adoptaba la liberación del mercado con la tentación de la demanda y la oferta y, otro que reivindicaría al Estado en manos del obreros garantizando la soberanía popular. Tomando en cuenta que, en Venezuela gobernó una elite empresarial donde menos de 150 familias eran los dueños de la mayoría de las riquezas que poseía el Estado. Éste linaje usurpaba el 75% de la fortuna de Venezuela, el 20% se lo repartían entre la mal llamada clase media. No era una locura los hechos que desencadenaron el Caracazo; así como tampoco no era una paranoia aislada el 4 de Febrero; de examinar a mayor profundidad estos acontecimientos, no estarían desvinculados con otros que les precedieron; quizás, hasta nos perderíamos entre fechas y hechos infinitos de la historia de la humanidad. Queridos lectores analíticos, no es poca cosa lo que hizo HUGO CHÁVEZ; soy Ateo, pero creo que si de existir algún Dios, éste no le subsistiría dudas en tener al Comandante a su lado, ya que es evidente los logros materializados por el Presidente Eterno de la República Bolivariana de Venezuela HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRÍAS en nuestro planeta; lo manifiesto, porque el Comandante fue un Hombre que volvió a levantar la Bandera de la reivindicación popular, anteponiéndose contra la tesis del libre mercado que no es más que el Capitalismo Salvaje como lo llamó el Papa Polaco. Es por ello que, al tomar posesión del cargo como Presidente HUGO CHÁVEZ desde hacen 13 años se viene presentando un choque de intereses entre un grupo económico burgués y oligárquico frente a un inmenso Pueblo que es matemáticamente mayoría; la Oposición no puede salir públicamente manifestando defender al Capitalismo, porque eso significaría eliminar todo programa social, ya que es científicamente comprobable lo insostenible de mantener los programas sociales que están diseñados en el Proyecto Revolucionario en un Sistema Neoliberal. Aquí es donde refiero como lo señalé arriba; no es que HUGO CHÁVEZ sea un hombre violento o divisionista, es que él defendía un Proyecto que protege al Pueblo y que iba contra los intereses de los grupúsculos; tales grupos que controlan los grandes medios de comunicación y que repetían una mentira miles de veces sobre lo “impulsivo” y “fraccionista” que HUGO CHÁVEZ según para ellos era. Hoy en día nuestra conciencia tiene Patria; las condiciones están dadas para seguir impulsando la Revolución Bolivariana; éste Proyecto no depende de un solo Hombre porque así lo avizoró el propio HUGO CHÁVEZ cuando designó al compañero Nicolás Maduro como el nuevo conductor de la Revolución y que no hay la menor duda que así lo hará; no es fácil para el compañero Maduro suplantar al Comandante; esto lo manifiesto porque más allá de asumir esa inmensa responsabilidad fue bajo las condiciones como se dieron; es decir, que tuvo la amarga vivencia de ver como se nos iba el Comandante HUGO CHÁVEZ en su inoportuna e indeseable enfermedad. SIMÓN BOLÍVAR, en sus últimas manifestaciones a ver su Gran Colombia y su Salud devastada por las intrigas y las traiciones sentenció en Santa Marta que había arado en el mar y sembrado en el viento. Hoy en día esa persuasión de SIMÓN BOLÍVAR ha sido reivindicada en una gran proporción, debido a que podemos decir que tenemos Patria, porque HUGO CHÁVEZ nos enseñó a amarla y organizarnos; nos devolvió lo más preciado que tiene el Ser Humano: la reputación y la libertad. Los enemigos del proceso no pudieron hollar la Unidad de nuestro Proyecto Político Revolucionario creado por nuestros LIBERTADORES SIMÓN BOLÍVAR y HUGO CHÁVEZ; no es sólo una frase el decir “Yo Soy Chávez”, porque esa expresión estremece lo que nos legó el Comandante y hoy alcanzamos decir que HUGO CHÁVEZ no aró en el mar sino en nuestros Corazones y no sembró en el viento sino en nuestra conciencia.
*Abogado
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