¿El purismo de las izquierdas Vs la crueldad de las derechas?

Sorprende que a estas alturas haya quienes, de nuestro lado, cuestionen en las redes sociales el saqueo a Daka que hubo en Valencia e incluso las acertadas medidas del gobierno al intervenir a ese conglomerado comercial porque estimula el consumo y no se sitúa en la tarea más importante que es el cambio de las relaciones de producción ó en estimular el socialismo bueno ó en crear conciencia, como si la Revolución Bolivariana no se hubiera caracterizado, a lo largo de todos estos años, con su programa Mi Casa Bien Equipada y la Misión Vivienda, por sólo citar dos de sus grandes programas, en hacer exactamente lo mismo que hizo el gobierno con DAKA. Hacer justicia.

Toby Valderrama y Antonio Apone escribieron en su artículo DAKA: Revolución o Barbarie: “Cuando un proceso revolucionario confunde el linchamiento de algunos capitalistas con la superación del capitalismo, cuando la polvareda protege las relaciones capitalistas, cuando pierde el sentido del espíritu fraterno, cuando extravía el objetivo del amor, de establecer nuevas relaciones humanas basadas en la hermandad, y se regodea en lo material, cuando sus acciones no educan para lo grande, para la nueva relación humana, entonces corre grave peligro de caer en la inhumanidad, está educando a la masa para la barbarie, para el logro fácil, e irremediablemente esta masa apoyará soluciones fascistas, se convertirá en turba de linchamiento y no en fuerza de construcción de un nuevo mundo”.

Así mismo Luisana Colomine en su artículo Querido Chávez: ¿A dónde fue tu socialismo? escribe: “Decía Marx que el socialismo es la ‘sociedad buena’ que hace posible la satisfacción de las necesidades reales y espirituales del ser humano. ‘El socialismo es la abolición de la enajenación y la recuperación del ser humano como una persona que tiene el derecho a ser feliz y bueno’. Entonces ahora la felicidad es caerle a Daka, JVC, y pare usted de contar para comprar cualquier cosa aprovechando que el gobierno está tratando de poner orden en los precios. ¿No tomaremos medidas para poner orden en el consumismo? ¿Es ese el socialismo que defendió el presidente Chávez?”

Por otro lado Nicmer Evans nos dice en su artículo Daka: el socialismo y “nuestra” Miss Universo: “¿Dónde están los militantes revolucionarios que deberían en esas colas entregar volantes contra el consumismo y a favor de un proceso revolucionario socialista?”.

Cito a todos estos camaradas porque evidentemente la reflexión se hace necesaria de manera permanente y para promover el debate. Ahora bien, leyéndolos me hacen recordar y me retrotraigo autocríticamente a mi preocupación fundamental ante los acontecimientos del 27 de febrero de 1989, cuando me hallaba en Cuba estudiando en la Universidad de La Habana. Veía por televisión los saqueos y la arremetida del ejército contra nuestro pueblo. Por supuesto condenaba la represión asesina del gobierno de CAP pero me decía esto no es una revolución porque lo que está desatado es el desenfreno consumista.

Al poco tiempo, ante las infinidad de análisis sobre la importancia histórica de estos acontecimientos y el enfoque de nuestro Presidente Eterno en la rebelión del 4F, mi visión de aquellos sucesos cambiaron completamente porque entendí que expresaban el estado de conciencia que en ese momento tenía nuestro pueblo y era una forma más de rebelión contra el capital.

También en las redes sociales he encontrado infinidad de mensajes entusiastas, felices, por parte de quienes están siendo beneficiados directamente. Aquellos cuyos ingresos no alcanzan para adquirir estos artefactos electrodomésticos e intuyen o saben con certeza que como dijo Maduro, esta es sólo la punta de iceberg de lo que está ocurriendo en Venezuela para enfrentar la guerra económica, es decir, el capitalismo.

La reacción de la ultraderecha opositora es una guía de por donde van los tiros. Ellos no perdonan cuando se les toca sus intereses. Como me dijo una persona muy humilde, cuyo oficio es ser trabajadora doméstica: “Ellos no se lo esperaban”. Saben que con esta acción se fortalece el gobierno revolucionario, se suman votos para el 8D y su pretendido plebiscito se hace imposible. Ellos no están viendo si la conciencia revolucionaria aumenta o no. Lo que ven es que sus ganancias merman.

Carlos Marx y Lenin siempre fueron muy cuidadosos al observar que el proletariado, el pueblo, siempre estaban en una lucha contra el capital por reapropiarse de su fuerza de trabajo y como deberíamos acompañarlos en todas las fases de su elevación de conciencia. Pues bien, como me dijo esta misma trabajadora al verla en el día de hoy: “Amanecí feliz porque ahora sí voy a poder regalarle a mis hijas y a mis nietos algo en navidad. Ese es el mejor regalo de navidad que nos pudo hacer Maduro porque ahora todos los precios van a bajar”.

Ella, sin ser economista, se quedó anoche hasta las 2:00 de la mañana para entender las medidas del gobierno y llegó a esa conclusión. Y es verdad. Con esta medida que para algunos podría ser efectista, el gobierno bolivariano dejó de una desnudos a los empresarios apátridas, cuya historia de escasez y crisis se les cae. Mi amiga de forma práctica, sencilla, está siendo educada, formada, porque entiende primero quiénes son los que están del lado del pueblo y cómo en revolución si hay futuro para su prole. Y no piensa sólo en si misma, porque está pensando en todos. Valores del socialismo. Paso a paso, cómo le dijo el Arañero a una amiga en un sueño.


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Carmen Cecilia Lara

Profesora de comunicación social de la UBV

 sathya954@yahoo.com

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