Los boliburgueses condenan a muerte la Revolución

La Revolución Bolivariana, Chavista y Socialista, debe suprimir el poder de las clases explotadoras, establecer el Gobierno del Pueblo y abrir el camino a una transformación radical de todo el régimen social.

Sin Chávez está muriendo la Revolución. Los boliburgueses. No quieren ni tienen ideas para continuarla ¿Quién como Chávez que tenga el amor por el pueblo, los conocimientos sociales, capacidad de convocatoria, carisma y fuerza para impulsarla? Sin Chávez, los boliburgueses hijos amantísimos del “betancurismo-puntofijista” y burgueses están llevando en los cachos la Revolución. Estamos en una situación de conflictos internos absurdos, ésta clase dirigente no está clasificada ni identificada con el Proyecto socialista. Los chavistas sin Chávez quieren regresarnos a la era del puntofijismo de Betancourt y Caldera.

El nacimiento del socialismo en la Venezuela de Chávez, anunciaba el nacimiento del nuevo Estado de obreros y campesinos, (pueblo) afianzaba los principios humanitarios del desarrollo socioeconómico, elevando el prestigio de los trabajadores, brindando amplias posibilidades a la iniciativa y la labor creativa del pueblo. Todo ello nos posibilitaba, en corto lapso histórico, hacer el país que todos soñamos, solucionar felizmente los problemas sociales más complejos, formar una gran alianza multinacional de Pueblo y Gobierno en su avance por el camino del socialismo. El pueblo, guiándose por las doctrinas socialistas y desarrollándolas de manera creadora, continuaba la causa de la Revolución de Chávez mediante la renovación de la vida social en todos sus aspectos. Tenemos que examinar hoy los problemas del proceso de “vuelta atrás”: la reforma radical de la gestión económica actual, los cambios cualitativos del mecanismo económico-social, cambios que brindan las posibilidades a los boliburgueses de aprovechar las ventajas del sistema capitalista en perjuicio del pueblo.

Los boliburgueses han despreciado el sano instinto del pueblo, la resultante de las inteligencias y medias, y no han visto que la gran obra común la ha hecho el pueblo poquito a poco y no los zánganos boliburgueses, que deben ser expulsados por el pueblo. No puede considerarse seguro el país sí en él se pisotean y se obvian los derechos del pueblo. Sólo agregaré una cosa: si la Quinta Columna y las clases burguesas no permiten condiciones elementales para una digna existencia del pueblo, si a millones de personas no se les concede el pleno “derecho a vivir dignamente”, a no tener techo digno sobre su cabeza, sin educación para sus hijos, quedar sin trabajo y sufrir enfermedades sin poder curarse, si, estos boliburgueses, en definitiva, desprecian el principal derecho del pueblo, el derecho a la vida, no podemos tener paz. Su primer efecto es potenciar al pueblo para el mal, negándoles su calidad de sujetos, al reducirlo a ser objeto. Es lo más eficaz para matar su conciencia… el dar al mal categoría de “necesidad”, hasta lo consideran, como elemento de síntesis, trasmutable en “bien”.

Todos tenemos derecho a la vida, pero el pueblo ha sido despojado de este derecho cuando sólo vive a merced de la limosna que los boliburgueses y la burguesía quieran darles. El capitalista guarda mil, y da uno, y este casi siempre por cálculo, puesto que no es dinero perdido, sino que le sirve para la conservación de la materia explotable. Por eso en la religión burguesa hay una máxima que dice: qué de la limosna que se da al pobre, Dios devuelve mil por uno. ¡Cuántas cosas se le ocurrirán al observador que ahonda en las Humanas acciones ante el espectáculo de tanta mentira, tanta pasión innoble como la burguesía encierra!


¡Gringos Go Home! ¡Pa’fuera tús sucias pezuñas de la América de Bolívar, de Martí y de Chávez!
¡Hasta la Victoria Siempre, Comandante Chávez!
¡Viviremos y Venceremos!


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Manuel Taibo


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