El 17 de diciembre de 1980 se conmemoraban 150 años de la muerte del Libertador; fecha solemne en la memoria histórica de los venezolanos, cuando el Salón de Sesiones del Congreso la República se viste de gala para escuchar las palabras del escritor venezolano ARTURO USLAR PIETRI
“No terminó en San Pedro Alejandrino el hombre excelso. Está aquí, sigue entre nosotros a cada hora de nuestra agitada y divagante existencia, luchando, como lo hizo siempre, para que lo entendamos, lo sigamos y hagamos de esta tierra lo que él quería que fuera:
PATRIA DE LIBERTAD Y DE JUSTICIA
Una patria que sea el hogar de armonía y de progreso, palenque de noble ideas y República sólida y creadora según su fórmula imperecedera:
“Hombres virtuosos, hombres patriotas, hombres ilustres, constituyen las Repúblicas”
Lo BOLIVARIANO sigue siendo la concepción de una democracia ajustada a nuestra realidad histórica y social, de una centralización de los recursos y de las acciones para alcanzar los fines fundamentales de la asociación, de una moral de servicio público y del reconocimiento de un objetivo nacional superior al cual deben tender todos los esfuerzos y los recursos.
Para nadie que conozca, aunque sea superficialmente su pensamiento y su lucha, puede ser difícil imaginar lo que el Libertador haría o diría ante las cuestiones que se plantean en nuestro presente.
Podemos imaginar muy bien lo que él defendería y lo que él combatiría. De hecho, lo ha estado haciendo hora por hora a lo largo de nuestra evolución nacional y no podemos dudar, ni un momento, de lo que pensaría de mucha de nuestras cosas, no a la luz añeja de ideas y conceptos de otra época, sino en la vigencia permanente de una moral pública irreprochable, de una finalidad de hacer nación, no sólo por el derecho otorgado, sino por el esfuerzo contribuido al progreso común.
Diariamente oímos decir que somos un país en vía de desarrollo. Cómo nos engañamos cuando lo que vemos es: deserciones de estudiantes, profesionales que olvidan los principios más elementales de ética, jubilados de 50 años, maestros sin enseñanza y un país cada día más pobre; y cuando tuvimos oportunidad de recibir un torrente de ingresos no supimos aprovecharlo por el hecho de que los mismos, no provenían de un esfuerzo de trabajo, sino producido por el aumento de los precios del petróleo y que no fueron bien administrados.
Todo este escenario nos hace pensar, que no hemos sabido corresponder a la perseverancia, abnegación, desprendimiento y sacrificios, que el Libertador consagró a la tarea magna de darnos independencia y libertad.
Debemos reflexionar y hacer un esfuerzo conjunto y constante, para la conservación de la obra de Bolívar y así enaltecer cada día más la Patria que nos legó”
Es importante recordar estas palabras del Dr. ARTURO USLAR PIETRI, en momento en que el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías está rescatando la identidad nacional, para llevar justicia social y económica a ese sector mayoritario de la población venezolana, que desde que falleció el Libertador, siempre estuvo marginada y excluida por una cúpula apátrida-antibolivariana, palangrista-política, lacayos-sindicalistas y peudo-empresarios, que desde aquel funesto 17 de diciembre de 1830, le ha dado la espalda al Libertador, como aquel inolvidable 11 de abril del 2002, cuando el dictador Pedro Carmona Estanga, en su primer acto de gobierno de facto, le elimina a Venezuela el nombre de “Bolivariana” y ordena quitar la imagen de Simón Bolívar de MIRAFLORES; acto triste, apátrida y vergonzoso que festejaban efusivamente entre brindis de Whisky y Champagne: Marcel Granier, María Corina Machado, Patricia Poleo, Manuel Rosales, Marta Colomina, Napoleón Bravo, Ibeyise Pacheco, Marianela Salazar, Salas Römer, Eduardo Fernández, Alberto Federico Ravel, Manuel Cova, José Curiel, Guaicaipuro Lameda, Sergio Omar Calderón, Alberto Quiroz Corradi…
En fin… son los mismos personajes que de lunes a lunes ocupan todos los Espacios de Opinión de los medios de comunicación golpistas
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