EN HONOR A GREGORI COLOMINE RINCONES
Biografía
- Gregori Colomine Rincones nació en Caracas el 16 de febrero de 1948, hijo de dos maestros, Feijoo Colomine Solarte y Ana María Rincones Sosa. Tuvo dos hermanos: Feijoo y Luisana. Hizo los estudios de primaria en el Instituto Guaicaipuro; su secundaria la hizo en el Colegio América y el Liceo Andrés Bello, donde obtuvo el grado de bachiller en ciencias. En el año 1994 obtuvo el título de Biólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela. En 1968, como laboratorista y luego como asistente de investigación inicia su carrera científica y técnica que a la larga lo convierte en un ambientalista y ecologista de amplia experiencia, sus primeros pasos en este campo fueron guiados por una pareja de científicos del Instituto de Zoología Tropical: Pedro Roa y Evelín Zoppi. Luego despega y llega a ser Profesor Asistente, Coordinador Adjunto de Extensión de la Facultad de Ciencias de la UCV cerrando este capítulo profesional como empleado jubilado de la UCV, para abrir en el año 2005 su ejercicio profesional en la Universidad Bolivariana de Venezuela como Asesor Nacional, luego Coordinador Nacional del Programa de Formación de Grado en Gestión Ambiental y por último: Director General Académico. En 1999 se sale de su ruta académica por año y medio y es nombrado por la Ministra Atala Uriana, Director General de Calidad Ambiental del Ministerio del Ambiente, Presidente de la Comisión Nacional de Normas Técnicas Ambientales, miembro de la Comisión Nacional de Seguridad Química, Presidente del Comité de Emergencia del Puerto de La Guaira, Presidente de la Comisión Especial para la Reserva de Imataca y Representante del Ministerio del Ambiente ante Fondoin, Fondonorma, Convenio de Basilea, Fondos Multilaterales. Murió en Tejerías Estado Aragua, en un accidente de tránsito del 1º. De mayo de 2009.
Gregori construyó un mundo colectivo multifacético a lo largo de su vida de sesenta y un años y algo más. Escudriñar ese mundo, darle forma y coherencia discursiva es un problema que desafía las leyes de la metodología de la investigación y de la objetividad, sobre todo si fuimos actores de ese colectivo, ese gran grupo de amigos, transformado desde el primero de mayo de 2009 en un enorme e interminable imaginario colectivo de centenares de anécdotas, la mayoría de ellas picarescas que buyen en nuestras mentes, porque fue en lo singular un ser revolucionario, aventurero, audaz, seductor, amante, trotamundos, avasallante, mordaz, humilde, carismático, habilidoso, irreverente; pudiéramos sintetizar todas ellas: Gregori fue un genio para la amistad, la solidaridad y la cooperación. El ejerció a su máxima expresión una consigna del viejo maestro comunista Feijoo Colomine Solarte “Dar más de sí, antes que pensar en sí.”
El seudónimo “Checo” obedeció a esa práctica comunista de los años sesenta, para burlar las delaciones y esconder la identidad ante la feroz y mortal represión desatada por Betancourt. En el Comité de Base de la Juventud Comunista del Liceo Andrés Bello, Gregori inauguró su “Checo”, que lo acompañaría hasta su muerte y ahora mas allá. Lo tomó simplemente del sobrenombre que tuvo un viejo inmigrante, zapatero comunista de origen checoeslovaco, que fabricaba botas ortopédicas en Los Teques.
Gregori vivió una tormenta permanente con sus mujeres, las que le dieron hijos y las que no; la mujer era su santuario a quien rendía culto reverente e irreverente, eran su debilidad, su vulnerabilidad, pero curiosamente su gran fortaleza, porque todas contribuyeron a moldear ese genio para la amistad, pues en vida todas lo amaron con gran intensidad y logró con ellas una extraña simbiosis que hizo añicos esa cultura egoísta de los celos, la envidia y el odio, que origina cualquier triángulo donde se consiguen tres seres humanos, para seguir queriéndose después de la disolución algebraica del triángulo. Con ellas hizo realidad el sueño de cualquier ecólogo: la cooperación por encima del antagonismo.
Con Lila Prince, Nidia Escobar, Rosi Ródenas y María Gómez, construyó habitáculos de amor intenso que se materializaron en cinco hijos; Gregori Ernesto (en honor al Ché), Pedro Feijoo (en honor a Pedro Roa y su padre), Patricia (siguió en honor a Pedro Roa), Simón Fernando (En honor a Bolívar y nuestro tío Fernando) y Lúben (en honor a Lúben Petkoff).
Con Lila fue un niño hecho hombre por obligación civil, pues los padres de ambos tuvieron que autorizar el matrimonio al ser menores de edad, Lila lo acompañó en las grandes luchas revolucionarias que libró el movimiento estudiantil liceísta de los años 60, bajo la dirección de la Juventud Comunista; fueron los años del Comando Unificado Revolucionario Estudiantil (CURE), entre cuyos líderes se encontraban Carlos Rodríguez, Miguel Bernal (Manrique), Freddy Díaz, Alfredo Padilla, Pastor Heydra, con Gregori en la secretaría de propaganda. Fueron los años de la hazaña de la Gran Marcha Estudiantil, organizada por la FCU de Alexis Adam y Juvencio Pulgar que recorrió en tres semanas los 180 kilómetros que separan al Campo de Carabobo con el Panteón Nacional, realizada en medio la mas feroz represión, torturas, desaparecidos, asesinatos desatado por el gobierno de Acción Democrática bajo la presidencia de Raúl Leoni.
Con Nidia busca la estabilidad universitaria que en aquellos tiempos se le hizo difícil, pues fueron los años de la derrota del movimiento revolucionario, del repliegue de la guerrilla rural y urbana, de la persecución y la delación, de la división del Partido Comunista y surgimiento del Movimiento Al Socialismo, de la confrontación entre el oportunismo de derecha y la opción de la izquierda revolucionaria, en esa hora menguada, con Nidia y el profesor Feijoo Colomine Solarte contribuyó a la instauración de los programas para transferir a estudiantes de la Facultad de Ciencias de la UCV, un componente pedagógico y didáctico para que pudieran ejercer también la profesión docente, pero en ese esfuerzo abandonó los estudios de biología por el imperativo de la dinámica controversial del MAS, de los mítines “Por La Pátria”, de las elecciones estudiantiles en las universidades autónomas, donde su conocimiento sobre la propaganda eran esenciales para ganar como en efecto se pudo, todas las elecciones del movimiento estudiantil universitario.
Con Rosi, logra reanudar su carrera universitaria, enfrentando los cambios de pensum que obstaculizaron varias veces su prosecución escolar, pero gana la gran batalla por la ciencia, madurando como biólogo sin poseer el título universitario; lo guían en ese empeño los hermanos Santiago y Jesús Ramos, bajo la dirección de Jesús María Pacheco, contando con la presencia de una delegación de biólogos investigadores de la Academia de Ciencias de Polonia y la Universidad de Varsovia, con uno de ellos, Andrés Prejs publica en 1970 el libro “Las Relaciones Tróficas en los Peces”. Su participación en la elaboración de proyectos en el programa de los módulos de Mantecal- Edo Apure, fue fundamental en el desarrollo de la totalidad de los proyectos realizados con financiación del Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables y de la Facultad de Ciencias de la UCV. Vale la pena destacar su viaje a Israel en compañía del prof. Pacheco al primer congreso mundial de ecología para la presentación de los avances de dicho programa.
Con María, asiste a la disolución del proyecto político desarrollado hasta los años 90 por el MAS, se sale de ese partido ahora convertido en una secta de derecha y contrarrevolucionaria, para asociarse al proyecto liderizado por el Presidente Chávez, organizando una brigada de propaganda en la que participaban profesores y empleados, universitarios, empleados del ministerio del ambiente, dirigentes de barrios, quienes tenían como centro de operaciones y taller de elaboración de propaganda una vieja casa de San Agustín del Norte. En esa época se gradúa de Biólogo e intensifica sus investigaciones sobre todo en el área de Mantecal del estado Apure, en el campo del conocimiento de los reptiles del llano venezolano.
Durante ese período se desempeño como Coordinador de campo del proyecto de monitoreo del caimán crocodylus (Baba), que sirvió como base de apoyo al programa de aprovechamiento comercial de la Baba del Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Actual Ministerio del Poder Popular del Ambiente). En función de este programa científico participó en un colectivo de exploradores: Gustavo Villarroel, Alvaro Velasco, Roldán De Sola, José Corazzelli (Cherry), Tomás Pino, Wilman Vasquez (Picozza), Mirna Quero, Mariela Pinto, Guioconda Briceño, Laura Delgado, entre otros. Allí tuvo lugar su comunión con el llano venezolano, especialmente el llano apureño; quizás por su origen familiar, venimos de una estirpe apureña, la misma que generó a José Vicente Abreu Rincones, quien fue paradigma en Gregori en el arrojo sin importar la vida, en usar la prosa y el verso libre, con la copla a flor de labios, no solo para espantar malos pensamientos sino para atraer y encantar auditorios y especialmente mujeres.
En otro sentido, el tío Fernando Rincones, llanero de a caballo al principio pero luego operador de maquinaria pesada al cumplirse en él la ley venezolana que se abate sobre todo en los pobres del campo, obligados a emigrar para vender su fuerza de trabajo al poderoso musiú. Fernando fue su guía sibarítico de bares y lupanares, del juego de dominó, de la parranda sin fin. De él aprendió su andar ligero de equipaje, con solo lo necesario para cumplir la tarea o el trabajo, con los apuntes, las hipótesis y las conclusiones en la cabeza, no hacía falta más, en un incansable trabajador intelectual como lo fue El Checo
Siendo Director General de Calidad Ambiental, le correspondió dirigir las operaciones de control y mitigación de los daños ocasionados por el meteoro que azotó al litoral central en el mes de diciembre de 1999. Los deslaves desataron en el puerto de La Guaira un gravísimo peligro de estallido de una bomba química, como consecuencia de la destrucción de centenares de contenedores de sustancias químicas letales. Gregori delimitó una zona de exclusión, ordenó el desalojo del barrio Los Cocoteros –que aunque no había sido afectado mayormente por los deslaves- era objetivo primario en la onda expansiva de esa bomba. Fue necesaria la contratación de empresas europeas para el desmontaje de la crisis. Aquí entro a jugar un papel de manipulación negativa y de tergiversación de la verdad al pueblo un diario de circulación nacional, los trabajos periodísticos incluso acusaron a Gregori de una corruptela en el manejo administrativo de los contratos. Le fueron negados sus derechos a réplica, a pesar del fallo de la fiscalía a favor del manejo pulcro de esos recursos. Solo el periodista Roberto Giusti, en el diario El Universal, publicó el informe de la Fiscalía que liberaba a Gregori de toda responsabilidad en la comisión de hechos punibles, pero también los habitantes del barrio Los Cocoteros que en un acto de desagravio, agradecieron la intervención del Checo para salvarles la vida.
En su corta gestión al frente de Dirección de Calidad Ambiental del Ministerio del Ambiente, el Checo logra desmontar unas mafias internas de PDVSA, que tenían toda la vida de la empresa haciendo negocio con la producción, exclusivamente para Venezuela de la gasolina con plomo, altamente contaminante. Una ironía, el complejo refinador de Paraguaná produjo y comercializó durante años hacia Estados Unidos, gasolina sin plomo, limpia y verde como suele decirse, pero para el pueblo venezolano gasolina con plomo y sucia, altamente contaminante.
Allí también logró imponer las normas universales y nacionales de calidad ambiental, hasta ese momento inexistentes en Venezuela. Con ello logra descubrir que Venezuela era utilizada por los países industrializados como basurero de desechos tóxicos, en contenedores que eran abandonados en patios de almacenaje de los puertos venezolanos.
Por todos estos servicios la Ministro de Ambiente Analiese Osorio se los agradeció en nombre de la República despidiéndolo del cargo el 22 de septiembre del año 2000.
Culmina su vida entregando su esfuerzo y más caro anhelo a la Universidad Bolivariana de Venezuela, recién nacida y sometida a los ataques más despiadados por parte de los enemigos del proceso revolucionario. Ellos parten en su ofensiva de una descalificación académica, de una burla hacia el esfuerzo de garantizar la participación y erradicar la exclusión. Aquí gravita la constante de las leyes de la revolución: no son iguales las universidades que están con la revolución, respecto a las que controla la oposición; aquellos que controlan a las universidades autónomas constituyen una clase dominante, confiscadora del conocimiento para el interés del capitalismo; se creen poseedores de unos ridículos títulos de nobleza académica y científica, sin aportar conocimiento y tecnología para el desarrollo del pueblo venezolano, es mas, sin aportarle al mundo nada.
Gregori encontró la muerte hace un año buscando el camino a seguir para crear y aportar al socialismo del siglo 21 un modelo de universidad revolucionaria, científica y popular.
Caracas, 1º de mayo de 2010.