A la luz del diálogo Marx-Chávez
SIETE TESIS DE CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO Y SU DEFENSA
En Caracas a diciembre de 2006, en la masiva celebración de su reelección como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Chávez llamó a construir la Economía Socialista y a combatir la corrupción y su hermano siamés el burocratismo. Meses despúes empezó a concretar este histórico llamado con la presentación del Proyecto Nacional Simón Bolívar (PNSB) 2007-2013-Primer Plan Socialista. A partir de entonces varios colectivos iniciamos a través de diálogos o talleres obreros y territoriales en varios lugares del país, la (re)elaboración de un conjunto de ideas-acción sobre el intento de la construcción del socialismo y su defensa en Nuestra América y Venezuela. Ello condujo a un grupo de colectivos a mirar la Revolución Bolivariana y su profundización a la luz de un conjunto de orientaciones que hoy constituyen algunas de nuestras tesis de trabajo y estudio revolucionario. Las siete orientaciones programáticas, procedimentales y éticas aún en debate continúo y abierto son:
Primera. La Revolución Bolivariana y las otras muy importantes revoluciones con las cuales se integra (la cubana, la boliviana, la nicaragüense y la ecuatoriana) en el Marco ALBA-Tratado de los pueblos, transcurren de cara a la crisis estructural del sistema del capital y las medidas de su cerebro político-militar por superarla a su favor con todas las conscuencias que ello acarrea, pero también de cara a una multiplicación de movimientos políticos, sociales y éticos de despunte revolucionario que son convergentes con su ideario, por ejemplo en Grecia (NO al austerosuicidio propuesto por la Troika del capital), España (indignación y lucha política contra los atropellos del sistema), México (lucha social por la vida y contra la impunidad) y los propios Estados Unidos (lucha por la seguridad social, la igualdad y contra el racismo). De ahí que el intento de la construcción socialista y su defensa, sea un hecho continuo y social de construcción y defensa de la patria socialista y de superación del sistema del capital (como Chávez lo enunció en la directriz IV del PNSB-2007-2013) y no sólo una lucha contra el enemigo externo que desarrolla la forma imperialista del sistema. De modo que la Revolución Bolivariana es una lucha nacionalista (del sujeto obrero-comunero colectivo), antiimperialista y socialista por superar el sistema del capital. Por ello nuestro compromiso con su profundización y defensa, que implica la continuidad constitucional (anti-golpista) de su líder Nicolás Maduro.
Segunda. Las medidas contrarrestantes del cerebro político militar del capital para intentar superar su crisis estructural desde Chile-1973 son: a) la recolonización imperialista violenta del mundo, por ejemplo en Libia, Irak, Afganistan y Colombia, en la búsqueda de energía, biomasa y minerales y la compra de empresas baratas, b) la contrarrevolución mundial del capital contra el trabajo o sea la destrucción y sometimiento de las organizaciones obreras y sus logros (aumento de la sobreexplotaión), c) la subordinación de los Estados Nacionales a las instituciones mundiales del capital (Globalización) y la privatización de las empresas estatales, por ejemplo en Grecia, España, México y Perú, d) la continuada destrucción de la Madre Tierra; si el planeta como fuente de recursos para la producción de ganancias se agota, las personificaciones del capital trasladarían sus familias o descendencia a vivir en Marte o cualquier otro planeta donde haya agua. Y e) el control de la mente y las personas a través del poder mediático y el fetiche de las mercancías.
Tercera. La crisis estructural-reptante (Mészáros)-crónica (Castillo y Beinstein) del capital que lo abarca todo, la política, la economía en su conjunto (financiera o de producción-circulación), las ideas y los valores y las relaciones con la Madre Tierra, tiene que ver principalmente con la continuidad de la caída tendencial de la tasa de ganancias desde fines de los años 60s (caída de la tasa de ganancias de las Big Three: Chysler, Ford, y General Motors) y principios de los años 70s (subida de los precios del petróleo) del siglo XX, esta caída no cesa en el siglo XXI aunque se apliquen las más fuertes medidas contrarrestantes. Le correspondió a la corriente de Marx, Engels y Jenny esbozar la idea-ley de la caída tendencial de la tasa de ganancias dentro del sistema del capital (El Capital, Tomo III, Sección tercera) y sugerir que mientras no se supere el sistema, las crisis, la caída de la tasa de ganancias y las medidas contrarrestantes de guerra persistirán. La tasa de ganancias (G) es igual a la masa de plusvalía P en el proceso de producción, dividida por la suma invertida de C (capital constante-medios de producción) más V (capital variable-remuneraciones de la fuerza de trabajo); G=P/C+V. Por eso se intensifica la cruzada mundial del capital por obtener materias primas baratas, adquirir empresas a la baja (por ejemplo PDVSA) y disminuir las remuneraciones del obrero colectivo (Grecia, España, Reino Unido, Estados Unidos y Brasil). La tasa de ganancias en los llamados países centrales cayó de 50.48% en 1855-1859 a 13.4% en 2005-09. En el Reino Unido cayó de 12.2% en 1960-64 a 7.3% en 2005-09.
Cuarta. Los movimientos del cambio, de los cuales hacen parte los ecológicos por la sociedad del futuro sostenible, los comuneros por el poder popular, los de la Teología de la Liberación por la Casa Común y solidaria de la humanidad, los ENCUENTROS INTERNACIONALES POR LA ECONOMÍA DE LAS TRABAJADORAS Y TRABAJADORES, l@s feministas por la igualdad y la vida, son partes constitutivas del cambio histórico de época, explicitado por Chávez en su presentación al Plan Patria 2013-2019 (Segundo Plan Socialista de la Nación), es decir son parte de la Transición Socialista o primera fase de la sociedad sin clases, sin explotación del hombre por el hombre y sin destrucción de la Madre Tierra. Esta pertenencia debe articularse de manera consciente en formas convergentes de organización y movilización. Por supuesto que será una articulación paciente y de miles de luchas.
Quinta. El estudio y actualización de nuestras orientaciones constituye un proceso revolucionario de acción, investigación, participación y establecimiento de avances o implantes de transformación en la sociedad, no lineales por cierto. Este proceso ya se realiza en los colectivos obreros y comuneros y lo hemos llamado TRES GRANDES ÉPOCAS Y DOS GRANDES TRANSICIONES EN LA HISTORIA DE LAS SOCIEDADES y su fundamentación circula por Internet y medios impresos alternativos. Nuestras tesis sin duda provienen de centenares de respuestas colectivas e individuales a las preguntas por qué socialismo o transición socialista, cómo construirlo y cómo defender sus logros, que ahora sometemos a debate o dialogo crítico como un papel de trabajo.
Sexta. La historia de las sociedades está ingresando a un cambio epocal (segunda gran transición), de transición socialista o primera fase de la sociedad sin clases (tercera gran época) y sin explotación del hombre por el hombre. La humanidad vivió su primera gran época, la de los pueblos originarios, sin división social del trabajo, sin régimen mercantil y sin propiedad privada de los medios de producción. Luego hizo la primera gran transición violenta hacia la segunda gran época: la del capital, la de la mercancía, el dinero y las guerras, que tiene cerca de 10 mil años en la cultura de Occidente y cerca de 550 años en Nuestra América. Estamos entrando de manera reptante y no lineal a la segunda gran transición: atrás queda el pregón de los ventrílocuos y plumíferos del sistema del capital sobre el fin de la historia, amplificado por doquier después de la caída del llamado socialismo real en los territorios de las extinta URSS y una gran parte de la Europa Oriental.
Séptima. El contenido del cambio epocal que defendemos y ayudamos a concretar con pequeños y/o grandes implantes, a la luz del fructífero diálogo de saberes Marx-Chávez-pueblos originarios-comunidades negras en resistencia-colectivos de investigadores-movimientos sociales es: a) la construcción de la Economía Política del Trabajo, b) la formación de la conciencia socialista colectiva, c) la realización del planteamiento de comuna o nada y la recuperación de las relaciones armónicas con la madre tierra. Ello implica aquí en el país la defensa integral de la Revolución Bolivariana de Venezuela, por eso nos agrupamos en colectivos unificados con una plataforma de lucha común ecológica, por la vida, la Patria Grande y su proyecto socialista y la superación del sistema del capital.