Fabricio Ojeda y Hernán Cortéz M.

Hernán Cortéz Mujica, hombre nacido en cuna de oro en el estado Lara. Cursó estudios de medicina y se especializó en Ortopedia, llegando a ser uno de los médicos más importantes, por su destreza en su especialidad, del estado Lara.

Siempre tuvo la motivación de estar entre el pueblo. Sentía el dolor de la gente, que, con problemas de salud no podían pagar su consulta y mucho menos una operación o tratamiento. En Lara se le recuerda como un médico muy dado ayudar a todas esas personas carentes de posibilidades económicas.

Casi todos los días visitaba algunos pacientes que no podían asistir a su consultorio. Todas las semanas se le veía por entre los caseríos, con un maletín lleno de medicinas visitando al poblado. Le llamaban “El Doctorcito”.

El hambre y desolación del pueblo, lo llevó hacer un extensivo estudio de toda la geografía del estado Lara, viviendo entre los campesinos con sus frustraciones y lágrimas de impotencia. De esa forma logró entender que había que hacer algo para ayudar a esa gente y que

a través del gobierno, de ese entonces, no lograría nada.

Fue cuando decidió entrar en la vida subversiva y ayudar, tanto con comida, medicina y educación a todo aquel que lograba pasar un día más sin sustento.

Cuando llegaba del trabajo, una de las cosas que recuerdo porque estaba pequeña era oír la emisora de ¡Radio Habana Cuba! Sus himnos y la voz del Comandante Fidel Castro. De esa forma, también, sin quererlo fue entrando en mí, ese gusanito de la Libertad, Igualdad y Patria.

Fue perseguido en Barquisimeto y lo mantenían con una estricta vigilancia en su vivienda. Esta situación lo llevó abandonar familia, posición económica, una vida cómoda para subir a la montaña, a tomar las armas por el bienestar de su pueblo. Entendió que la lucha no era en la ciudad. Debía concientizar al campesino para que unidos hicieran un frente común contra el que los golpeaba incesantemente.

Fue allí donde conoce a Fabricio Ojeda y se vuelven grandes amigos. Junto a él emprendieron la lucha contra el opresor de su pueblo.

Después de la muerte de Argimiro Gabaldón (Chemiro como le llamó su padre, el General José Rafael Gabaldón), asumió el mando del frente Simón Bolívar el doctor Hernán Cortez Mujica y en su lucha estoica mantuvo a los asesinos del pueblo, muy ocupados. El campesinado lo protegió en todo momento porque sabían que el “Doctorcito” se las estaba jugando por ellos, desde hacía tiempo atrás.

Tuvo que bajar por problemas de enfermedad. Empezó con una dolencia de columna que le inhabilitaba para seguir la vida en la montaña.

Llegó a Maracay donde un familiar de su esposa, con todos las precauciones del caso pero lo traicionaron y fue arrestado, junto algunos familiares que allí se encontraban, incluyendo a la que aquí les escribe.

¡Hoy, cuando se enaltece el nombre de Fabricio Ojeda y es llevado al Panteón Nacional merecidamente, quise traer al recuerdo o conocimiento de uno de los miles que estuvieron junto a él luchando por una Patria libre y feliz!

¡Viva Fabricio Ojeda!

¡Viva Hernán Cortéz Mujica!

 

 



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Carmen Pacheco


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