Tiempos de cambio: ¿Cuál puerta abrirá Maduro?

Una semana después de las elecciones presidenciales, en las cuales el actual mandatario Nicolás Maduro obtuvo un resultado favorable en medio de serias denuncias de ventajismo, compra de votos, uso de recursos públicos para la campaña, y en un marco de una abstención sin precedentes en comicios para elegir al jefe del Estado, Venezuela sigue inmersa en una terrible crisis que empobrece cada día más a las grandes mayorías nacionales, y las perspectivas son de que las cosas empeoren, sobre todo porque se anuncian nuevas sanciones que oscurecen aun más el panorama.

Haber sido reelecto en medio de este cuadro no debe ser muy halagador para un Nicolás Maduro que, si bien sigue en Miraflores, sabe que la estabilidad de su gobierno está muy comprometida por diversos motivos, algunos de los cuales pasamos a comentar.

Una de ellas, la alta abstención, que demostró el hastío de la mayoría del país con respecto a su manera de gobernar y a las consecuencias políticas, económicas y sociales que han afectado el nivel y la calidad de vida de los venezolanos. Otra, el descontento en las Fuerzas Armadas, razón por la cual se han producido decenas de detenciones de militares de distintos niveles, dado el temor, y quién sabe si evidencias concretas, de que existe un plan conspirativo en marcha. Este elemento se pone de relieve con el acto de la semana pasada en la Academia Militar, en el cual se leyó una proclama de respaldo irrestricto a Maduro, y con el anuncio de que todos los componentes integrantes de la FAN deben suscribirla.

A eso agreguémosle el cada vez más complicado escenario internacional para Venezuela. Ni siquiera el gesto, si así puede llamarse, de entregar a Joshua Holt, ciudadano norteamericano señalado de cometer espionaje y de formar parte de la Central de Inteligencia (CIA), ha ablandado la postura del gobierno de Donald Trump de seguir adelante con la aplicación de sanciones hasta que el gobierno venezolano dé señales creíbles de volver a los estándares democráticos que el mundo occidental reconoce. ¿ Esta liberación de Holt será parte de una negociación secreta? Ya veremos. Mientras tanto, la Unión Europea discute nuevas sanciones para aumentar la presión con miras a que el gobierno de Nicolás Maduro aceptar una solución negociada al conflicto político en el país, y países latinoamericanos comienzan a rebajar el nivel de sus representaciones diplomáticas en Caracas.

También se suman a este cuadro las crecientes dificultades para que el gobierno pueda moverse con éxito en el mundo financiero. Cada vez se le hace más difícil esta tarea. El cerco financiero tiende a endurecerse, y tampoco hay buenas noticias en materia petrolera . Es decir, el triunfo electoral en medio de desconocimiento nacional e internacional de los resultados y de un cuadro económico que tiende a agravarse en un país con un aparato productivo enclenque no hace sino temer que Venezuela está a las puertas de peligrosos escenarios que pueden llegar a comprometer la gobernabilidad.

Sumémosle las fracturas o cuando menos esguinces en lo que John Magdaleno llama la " coalición dominante", que no se han expresado en toda su dimensión pero que existen. Maduro hoy es màs vulnerable frente a temibles adversarios internos, y creo que lo sabe . En 2013 ganó por una nariz las elecciones presidenciales en medio del luto por la muerte de Hugo Chávez, y ahora casi tres cuartas partes del padrón electoral no lo acompañaron . Por mucho que hablen de que obtuvo el 68 por ciento de los votos él sabe que fue un resultado con más debilidades que fortalezas.y eso lo evidencia su tono autocrítico en los días subsiguientes a las cuestionadas elecciones del domingo 20 de mayo.

Se abren dos puertas para Maduro. Una de ellas la de la negociación política, con demostraciones de buena voluntad, como por ejemplo, una amnistía general para los presos políticos, cese de inhabilitación de dirigentes opositores y de los partidos impedidos de participar en elecciones ,restitución plena de las competencias y prerrogativas de la Asamblea Nacional, acuerdo en torno a unas nuevas elecciones e integración de un Consejo Nacional Electoral imparcial o equilibrado.

La otra puerta es la de cero concesiones o medidas cosméticas que no alteran el cuadro y dejan avizorar un tiempo de conmoción política y social, marcado por una crisis económica más severa que la ya existente y por nuevos episodios de confrontación, violencia y represión que pueden elevar el costo de la permanencia en el poder o provocar su pérdida. ¿Cual de esas puertas tomará Maduro? ¿Habrá una tercera que esté por abrirse y no la avistamos?



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Vladimir Villegas

Periodista. Ex-presidente de VTV, ex-viceministro de Relaciones Exteriores para Asia.

 vvillegas45@gmail.com      @VladiVillegas

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