Las nubes de polvo Sahariano, pueden avanzar miles de kilómetros y viene afectando a España, Portugal y Reino Unido, a su vez, cruzan el Atlántico y llegar al mar Caribe y los países de la zona que incluye a Puerto Rico. En las islas Canarias se les conoce como calima y son las las más cercanas al Continente Africano, siendo Lanzarote y Fuerteventura, las más afectadas.
Las finas partículas de polvo pueden provocar problemas respiratorios, picor o ardor en los ojos, y empeorar la situación de personas con asma. Asimismo, las bacterias, esporas de hongos y granos de polen presentes entre las partículas de polvo se han conceptualizado, como posibles causantes de enfermedades. Las tormentas de polvo se diferencian de las de arena por el tamaño de las partículas. En el primer caso, es menor de 100 micras (millonésima parte de un metro). Como son tan ligeras, pueden elevarse a una altura de cinco a siete kilómetros y formar una masa de aire caliente que puede llegar a miles de kilómetros de distancia en función de los vientos.
El Desierto del Sahara (o Gran Desierto, como le llaman los árabes) es el desierto cálido más grande del Mundo, pero ocuparía el tercer lugar si lo comparamos con los desiertos fríos de la Antártida y el Ártico.
El Sahara (o Sáhara, pues ambas acepciones son correctas en nuestra lengua castellana) cubre casi toda África del Norte y tiene una extensión de 9 400 000 km2 , incluye a diez países: Argelia, Chad, Egipto, Libia, Marruecos, Mauritania, Malí, Níger, la República Árabe Saharaui Democrática, Sudán y Túnez. Tiene una extensión tan grande como China o los Estados Unidos. El punto más alto es la montaña de Emi Koussi, a 3455 metros sobre el nivel medio del mar, y el más bajo es la Depresión de Qattara, con 133 metros por debajo del nivel del mar.
El clima allí ha tenido muchos cambios en el tiempo. Hace cientos de miles de años era húmedo, y se volvió seco como respuesta a un ciclo que se repite cada 41 000 años aproximadamente. Ese ciclo responde a cambios regulares en el eje de rotación de nuestro planeta. Según esta predicción, en unos 15 000 años (hacia el año 17 000), el Sahara volverá a ser verde.
Es precisamente estos extremos de temperatura lo que ha hecho, con el transcurso de miles de años, que las rocas superficiales se hayan ido fragmentando en pequeñísimos pedazos, formando la arena que cubre hoy toda la extensión del desierto. Algunas de las dunas de arena, o montículos de arena que se forman por el viento, pueden alcanzar 180 metros de altura.
La mitad del Desierto recibe menos de 20 milímetros de lluvia al año, y en la otra mitad no se sobrepasan los 100 mm anuales de precipitación. Como dato comparativo, una tormenta de verano en Cuba o La Florida puede generar de 50 a 100 mm de lluvia en sólo unos minutos.
En el Gran Desierto, los vientos soplan del norte al este y generan las llamadas tormentas de arena. Este un viento por lo general fuerte, que cuando alcanza el Mediterráneo, se le conoce como Siroco. Llega a alcanzar, a menudo, velocidades con fuerza de huracán en el Norte de África, y alcanza, incluso, el sur de Europa.
Aunque, por otro lado, el polvo africano trae efectos muy beneficiosos: suprime o debilita a los huracanes del Atlántico.
Recordemos que el ingrediente principal para que se forme, se desarrolle y se intensifique un ciclón tropical es la existencia de una capa profunda de humedad en la atmósfera. Como el aire que acompaña al polvo del Sahara es muy seco, a veces hasta con solo un 30 % de humedad relativa, actúa entonces como un poderoso factor inhibidor del desarrollo y la intensificación de los ciclones tropicales. Ocasiona también que la temperatura se eleve con la altura (lo que se llama inversión de temperatura) y suprime o disminuye la lluvia.
Hace tan sólo unos años no se tenía consciencia de que existía el Polvo del Sahara trasladándose por la atmósfera a grandes distancias. Se veía el cielo blanquecino y se pensaba que era simplemente bruma. Pero ahora la tecnología de los satélites meteorológicos permite ver esas nubes de polvo en las tormentas de arena del Sahara desde que se forman, y seguirlas paso a paso en su desplazamiento al oeste por el Atlántico.
Existen también modelos numéricos especializados en el pronóstico del desplazamiento y concentración de las nubes de polvo del Sahara.
Y, precisamente los norteamericanos y franceses desean modificar ese paso de los vientos para controlar las riquezas de países del Tercer Mundo, pero con mucha riqueza natural.
Gracias a esos adelantos tecnológicos, podemos conocer que, en el momento actual, existe una irrupción de Polvo del Sahara, que los modelos señalan que llegará al Caribe y se moverá por todo el Caribe occidental hacia el oeste, por todo el golfo de México hasta la parte oriental de ese país y el estado norteamericano de Texas durante períodos exactos del tiempo, cubriendo buena parte del área agrícola y sobre todo la siembra del maní y maíz. Los Incas, Mayas y Aztecas, conocedores de ese tiempo, fortalecieron sus pueblos con buena comida fertilizada y ganado vacuno que se alimentaban de pastos barridos por vientos del Sahara.
Algo muy importante, disminuyen la capacidad ciclónica en el Atlántico.
Cuando las partículas de polvo entran en contacto con los seres humanos, pueden ocasionar en muchas personas problemas en la salud tales como alergias y crisis asmáticas debido al alto contenido de bacterias, virus, esporas, hierro, mercurio y pesticidas que presenta el polvo, estos contaminantes los recoge en su paso por zonas deforestadas del norte de África, particularmente los países subsaharianos intensamente afectados por desertificación generada por el agotamiento de los bosques, debido al uso no controlado de los recursos naturales. Pero, ahora más aunado por la guerra sin freno en Medio Oriente y, las substancias que en combaten son lanzadas al viento con las nuevas armas de lanzamientos de químicos. Me explico, ahora los virus son lanzados directamente, enfermando a la población, un ejemplo directo es Venezuela, hay más enfermos de cáncer, malaria y tuberculosis. Ya sabemos de sus orígenes. No solo es una guerra de crisis económica, bachaquera, agrícola y virulenta. Es mediática, de tercera y cuarta generación.
Gracias a Dios y a Jesús, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega habló muy claro sobre los hijos de Caín, que desean destruir no solo el Medio Oriente, sino a Nicaragua, Venezuela y Argentina utilizando a Colombia como centro piloto de operaciones terroristas-
Por ello, los expertos recomiendan a las personas que sufren alergias, mantengan su medicación para así evitar que empeoren y se desencadene una crisis sanitaria en la Región Sur. También, deben ser cuidadosos para no padecer con facilidad de infecciones como rinitis o conjuntivitis.
Además, es importante mantener las ventanas cerradas, usar mascarillas si tenemos que salir al exterior o hacer alguno trabajo especial evitar el ejercicio al aire libre por mucho tiempo e ingerir abundantes líquidos, en especial niños y ancianos, para evitar la deshidratación.
No solo eso, si la nube es persistente pueden aparecer broncoespasmos, es decir, dificultades serias para respirar, así como dolor torácico que desencadena en ocasiones crisis de ansiedad.
Su peligrosidad radica en que pueden llegar a constituir un aerosol que penetra en las vías respiratorias y puede fijarse en las paredes internas de los conductos alveolares, y las más pequeñas incluso pueden pasar a la circulación sanguínea, según indica un informe de la Consejería de Medio Ambiente. De hecho, un estudio de la Comisión Nacional del Medio Ambiente de Chile asegura que las partículas contribuyen a aumentar las enfermedades respiratorias como la bronquitis y agravan los efectos de otras enfermedades cardiovasculares.
Espero, vayan entendiendo lo que aquí expreso, grupos de científicos, catalogados como los hijos de Caín por el presidente Nicaragüense Daniel Ortega desean controlar esta parte del hemisferio, luego de intervenir directamente en el Medio Oriente y acabado con ciudades modernas, arraigadas a un sentimiento religioso.
Los norteamericanos y chinos, en su guerra comercial, vienen contaminando el medio ambiente y no quieren ajustarse a los cambios climáticos.
El hecho de que estos días se consideren malos no sólo en el cómputo global de la contaminación (en la que también influyen otros gases) supone que la atmósfera albergue más de 350 microgramos por metro cúbico de contaminantes, en períodos de años según la estación. Las partículas en suspensión son aquellas que tienen un tamaño inferior a diez micras. Estas partículas suelen permanecer de forma estable en el ambiente durante largos periodos de tiempo y pueden ser trasladadas por el viento a grandes distancias.
Durante estos días del mes de julio hay un contaminante que predomina en la atmósfera global: las partículas en suspensión. Es decir, lo que se llama vulgarmente el polvo en suspensión (motas inferiores a diez micras), se ha disparado en el medio ambiente, la creencia extendida de que la lluvia limpia la atmósfera sea totalmente cierta.
Las partículas en suspensión se producen por varios motivos, pero un estudio del Ministerio de Medio Ambiente y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas indica que entre el 40 y el 60% de las partículas en suspensión de las ciudades españolas se deben al tráfico urbano. Explica que son uno de los principales contaminantes atmosféricos en zonas urbanas, además de encontrarse entre los que mayor impacto tienen para la salud de la población.
Así, según este estudio el 60% de la producción de partículas en suspensión se debe al tráfico, en concreto, un 30% de las partículas (PM10) provienen del mineral que se desprende del pavimento cuando pasan los coches y un 30% lo produce la combustión de los motores de los automóviles y otro 30% se forma a partir de la transformación de otros contaminantes gaseosos y el 10% restante se origina en fuentes diversas como canteras y cementeras, el polen e incluso el polvo proveniente del desierto del Sahara.
Es muy común observar en imágenes de satélite un tono café y grisáceo por donde el polvo va circulando, y se observa que la actividad de tormentas es prácticamente nula salvo en zonas continentales y de forma muy local pueda brotar alguna nube.
La cantidad del polvo que ingresa a nuestro país es un tanto dependiente a la intensidad del viento y concentración del mismo sobre África y se ha observado que, estos se incrementan gracias a un fenómeno climático, "El Niño". Este año justamente se observa que está en desarrollo la fase positiva del ENSO, "El Niño", cuyo patrón atmosférico induce a una aceleración de los vientos del Este lo que incrementaría dichos transportes desde el Sahara ayudando a disminuir la actividad tropical.