Tunel del Tiempo; De la mano de J. R. Nuñez Tenorio. La semejanza de 1978 con nuestros días

J.R.Nuñez Tenorio fue mentor principal de Hugo Chávez, el junto a Pedro Duno, Domingo Alberto Rangel y Luis Miquilena estuvieron alrededor de Chávez conformando las bases principales de lo que hoy se denomina Chavismo. Miquilena sembró el germen del descontento y el primero en salir del grupo político fue DAR. JR Núñez Tenorio no pudo celebrar el triunfo electoral de Chávez, se fue tempranamente de este mundo físico, Duno lo haría despues. JR Núñez Tenorio; Tenorito para sus allegados fue un pensador excelso, tuvo claro la visión de cómo derrotar las fuerzas de la derecha política en Venezuela. Entre 1978 y 1979 escribió un libro denominado "La izquierda y la lucha por el poder en Venezuela" se pasea Tenorio por la caída de Pérez Jiménez, hasta el mandato de Luis Herrera Campins, los aciertos y errores de la izquierda de esos tiempos. Pero llama la atención unos párrafos de ese libro donde JR Núñez Tenorio describe al gobierno de turno y al leerlo nos viene a la mente lo que estamos padeciendo los venezolanos hoy en día. Pero dejemos que sea la pluma de Tenorio quien nos describa una situación (1978) muy parecida a estos últimos años del gobierno de Maduro.

(...)" El problema que más nos atañe directamente y que la burguesía tiene un especial interés en su solución por que le urge mano de obra capacitada, el problema de la educación, ¿Acaso se ha resuelto? La miseria de las grandes ciudades sigue en su crecimiento imperturbable. Los servicios normales que debe prestar el estado millonario son horribles en todos los niveles. La ola criminal se expande por doquier. La corrupción nos ahoga. No hay seguridad para nada. No hay moral. Los valores tradicionales desaparecen. ¿Es este el resultado paradójico de los petrodólares? ¿Esta es la implicación necesaria de la transformación capitalista del país? ¿Este es el status normal del capitalismo"(...)

(...)" La inflación hizo de las suyas para rebajar el salario real de todas las familias trabajadoras venezolanas, con la sola excepción de la elite adeca que se enriquecia corruptamente desde las oficinas del gobierno y los grupos burgueses ligados estrechamente a esa política (los doce apóstoles, etc). La corrupción penetró en todos los intersticios de la vida nacional: el carnet partidista decidía el enriquecimiento de miles a través de millones. Roto el cascarón, aquella política semejaba el caos, la corrupción, el colapso moral, la perdida de todo tipo de valores, tanto materiales como espirituales. El único valor: la voracidad burguesa por el capital. Esto fue evidente para el pueblo venezolano. Y esa evidencia, a pocos meses de las elecciones, selló el fracaso de esa política."(...)

(...)" La gente comienza a darse cuenta en qué consiste la farsa. El pueblo empieza a comprender el juego del engaño, la constancia de la repetición, siempre lo mismo. El juego del engaño de cada cinco años, de repetir una fiesta electoral, donde el partido de la oposición burguesa le gana las elecciones al partido burgués del gobierno. Ese es el juego del engaño que hemos vivido en los últimos veinte años. Su repitencia comienza a cansar, empieza a gastarse. Entusiasmo, desprestigio, elecciones para levantar los ánimos de nuevo, a esto se reduce el ritornello quinquenal de la democracia burguesa"(...)

(...)" Es manifiesto que la clase obrera no puede quedarse con los brazos cruzados ante la ola de inflación que sacude al país. No solo habrá de exigirse aumento de salarios en correspondencia con el aumento sostenido del costo de la vida, sino también escala móvil de estos salarios con la misma dinámica de la inflación. Esto implica que se avecina un proceso de luchas, de enfrentamientos, de firmas de contratos colectivos, donde el sector dominante pretende ceder lo mínimo posible y las masas explotadas habrán de desplegar su capacidad de combate"(...)

(...)" Pero, prontamente, aquel derroche, aquella opulencia, aquel novorriquismo llegó a su fin. se comenzó a disipar tempranamente. El país se acostumbró a la corrupción, a la trampa, al fiasco. La falta de responsabilidad, de dignidad, de moral comenzó a trepar por doquier. Respiramos un aire nauseabundo, una cultura desvalijada, un espíritu sin corazón. La falta de valores se ha extendido a todos los niveles: lo único que interesa es el gran carro, la inmensa casa, el derroche, el lujo. No interesa el país, ni el hambre de los humildes. Interesa solo la avaricia personal de acumular capital, de derrocharlo, de aparentar. Al desarrollo de la forma por encima del contenido. Hasta en la calle uno ve cotidianamente la cultura de la trampa: colearse en la fila, evidenciar que tiene palanca, evadir los impuestos, violentar groseramente las normas del tránsito, etc. Una cultura que pierde la vergüenza. Esta situación, en líneas generales, la hemos vivido en tres o cuatro años con relativa fuerza."(...)

(...)" No podemos negar la existencia de un vacío político en el país. Todos los sentimos en carne propia. Incluso militantes de partidos que han creado prácticamente un sectarismo mítico, como de iglesia, en el sentido de que su política es la única llamada a liberar a Venezuela, llegan a comprender, sienten, intuyen que hay un vacío político, que hay algo que no marcha, que falta una rueda vital en la articulación política de la izquierda. Ese vacio politico pide a gritos un movimiento socialista nuevo, renovador, cuyos rasgos esenciales tienen que ser el anti reformismo y el anti vanguardismo. La necesidad de una oposición radical y de masas, de una táctica revolucionaria en la calle es imprescindible. En la medida que esta alternativa se plasme, las fuerzas de izquierda podrán superar en la práctica política cotidiana el reformismo y el vanguardismo, el oportunismo y el doctrinarismo."(...)

Hasta aquí llegamos con este resumen del libro del filósofo venezolano J.R. Nuñez Tenorio, "La izquierda y la lucha por el poder en Venezuela"; editado en 1979 por la Editorial Ateneo de Caracas.

Nota Final

El lector observará en estos párrafos escogidos una similitud de cosas que hoy casi 40 años despues estan sucediendo en nuestro país. Solo cambiando algunos nombres por otros, nos daremos cuenta que aquellos episodios que a larga dieron al traste con la partidocracia adeca copeyana, hoy resurgen de nuevo colocando en situación precaria la continuidad del proceso bolivariano.



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Pedro Patiño

Químico, Investigador de Asuntos Económicos e Históricos, Analista Político, Eco socialista y Bolivariano.

 pedro2.patino@gmail.com      @pjph

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