El reciente atentado a la refinería de Cardon es un hecho criminal que pudo haber ocasionado una nueva tragedia en la comunidad y con el cual se pretendía paralizar la producción de gasolina que intenta paliar el enorme sufrimiento del pueblo.
No creemos que sea necesario devanarse los sesos para tener una idea certera de quiénes son los autores intelectuales de este terrible acto terrorista. No vamos, entonces, a perder tiempo tratando el punto. En nuestro país hasta los gatos saben quién planifica, quién paga y quiénes ejecutan ese tipo de actos.
En lo que sí quisiéramos detenernos es en lo que llamamos la *cotidianidad del terrorismo*.
Resulta que son tan frecuentes los atentados al sistema eléctrico, al metro, a las instalaciones de PDVSA, a CANTV y pare de contar, que el hecho se ha constituido en parte de la cotidianidad del venezolano. A nadie le impresiona, a nadie alarma. Ni siquiera a nadie le importa.
Toda esta conducta de indiferencia, en el seno del pueblo, es consecuencia de la frecuencia conque dichos actos ocurren y la impunidad que el mismo gobierno ha fomentado, con el manido argumento de "la búsqueda de la paz". Estrategia que desde nuestro punto de vista carece de total validez.
Es de todos conocidos que en nombre de la paz el gobierno ha cedido una y otra vez a las peticiones de la derecha. Pero ¿se habrá detenido a evaluar qué tanto de paz ha conseguido con esa actitud?
No creo exista un venezolano que piense que la dirigencia y la militancia de Voluntad Popular (por mencionar un solo actor) haya dado aunque sea un paso atrás como consecuencia de la política gubernamental.
Por el contrario, somos millones los que estamos convencidos que dicha práctica los ha envalentonado, pues tienen la certeza de que su castigo, en caso de ser atrapado, será muy leve.
En definitiva no es con miedo, no es con perdón y no es sembrando impunidad como se conquista la paz. La paz es producto de una lucha constante por el bienestar del pueblo y no es perdonando a sus asesinos y a quienes contra él atentan como se alcanza.
Para finalizar lanzamos al aire estas dos preguntas y que cada quien las responda desde su perspectiva del problema.
1. ¿Qué habría pasado en Venezuela si aquel 13 de abril de 2002 Pedro Carmona Estanga, la directiva de PDVSA, Leopoldo Lopez, Henrique Capriles, Pablo Medina, María Corina Machado y otros hubiesen sido encerrados en calabozos comunes y condenados posteriormente a 25 años de prisión?
2. ¿Cuánto sufrimiento se le habría ahorrado a este pueblo?